S¨¦ptimo encierro de San Ferm¨ªn 2016: R¨¢pido y emocionante
Un corneado en un r¨¢pido encierro de N¨²?ez del Cuvillo
No estaba previsto que los toros de N¨²?ez del Cuvillo provocaran herido alguno pues es bien conocido su noble pedigr¨ª. No en vano es una ganader¨ªa preferida por las figuras por su buen comportamiento delante de los enga?os. Pero un toro en carrera, y sobre todo por la zona final de la Cuesta de Santo Domingo, que todav¨ªa no le ha entrada el cuerpo en caja, es un peligro por la violencia de su fortaleza.
Cerca del Ayuntamiento se produjo por tal motivo la primera cornada de la que tuvieron constancia los servicios sanitarios: un toro colorado ven¨ªa como una bala, se desplaz¨® hacia el lado derecho de la calle impulsado por su propia inercia, y all¨ª se encontr¨® con dos mozos a los que atropell¨® y de los que trat¨® de zafarse m¨¢s que de embestirlos. Pero como no pudo frenar en seco, sacudi¨® de lo lindo a un peque?o mont¨®n que se form¨® en la zona. Una cornada en el muslo izquierdo de un joven, y corto fue el parte de heridos para lo aparatoso del encuentro. Felizmente, el animal se deshizo con rapidez de sus estorbos y continu¨® tan contento la carrera.
Al final, el encierro de los toros gaditanos dur¨® dos minutos y treinta y dos segundos, r¨¢pida carrera, habitual en este hierro, que parece entrenado para el juego ol¨ªmpico sanferminero y llega a Pamplona con la lecci¨®n del ganadero bien aprendida: ¡°vosotros, a lo vuestro; a correr, que para eso hab¨¦is entrenado, mirada al frente y olvidaros del gent¨ªo¡±.
Lo intentaron, es verdad, pero las instrucciones no recogen el n¨²mero de mozos que van a entorpecer la carrera. Y esta ma?ana, a pesar de la lluvia ca¨ªda momentos antes, y de que el final de la fiesta est¨¢ cercano, hab¨ªa muchos corredores por el recorrido; en especial, por la larga y recta calle de Estafeta, como suele suceder cada d¨ªa.
Nada m¨¢s abrirse la puerta de los corrales de Santo Domingo, sucedi¨® algo novedoso: dos toros salen los primeros, y, segundos despu¨¦s, los seis dejan atr¨¢s a los cabestros, que cierran la manada, como si los gaditanos hubieran llegado con el camino aprendido.
Un americano corneado en la pierna en la plaza del Ayuntamiento. https://t.co/NOOXWBn7rn pic.twitter.com/pFIbtKcGL4
— Sanfermin.com (@sanferminlive) July 13, 2016
Un toro casta?o cambia de marcha, adelanta a sus hermanos, y corre vertiginosamente cuesta arriba, mientras otro de la misma capa, resbala y muerde el duro asfalto. Ese primero es el que hiere a un mozo cerca ya de la zona del Ayuntamiento, lo que no era, aparentemente, su intenci¨®n, pues su loca carrera m¨¢s bien parec¨ªa de hu¨ªda que de b¨²squeda, pero se encontr¨® con el obst¨¢culo de dos corredores y se defendi¨® con su ¨²nica arma: los pitones. Poco ocurri¨® para lo que pod¨ªa haber sido.
La manada rota llega a la curva de Mercaderes-Estafeta con velocidad, y el antideslizante demuestra que no es infalible, de modo que son varios los animales que se estrellan contra las tablas. Y algo m¨¢s: una persona aparece por all¨ª y se pierde por un momento entre las capas negras. Pod¨ªa haber quedado como una tortilla, pero parece que el capotico de San Ferm¨ªn lo salv¨® del m¨¢s que probable aplastamiento.
Comienza la recta de Estafeta, con mucha prisa los toros, en fila india cuatro de ellos, se nota la afluencia de corredores, algunos atropellados inevitablemente por los animales. No decae la velocidad de la carrera como suele ser habitual en esta zona, cuatro toros permanecen en cabeza, y as¨ª llegan -cada vez m¨¢s gente que estorba el paso, muchos corredores que tocan a los toros- al tramo de Telef¨®nica, donde dos animales resbalan y solo producen sustos de los que duran unos d¨ªas y se recuerdam toda la vida.
Un toro negro es el primero que pisa la arena del ruedo; le siguen tres m¨¢s y los cabestros. Finalmente, aparecen en la lejan¨ªa los dos restantes, que se unen con rapidez a los primeros en la falsa creencia de que la hierba crece m¨¢s all¨¢ de las tablas. El reloj marcaba los dos minutos y treinta y dos segundos, una carrera r¨¢pida, como corresponde a los entrenados y nobles toros de N¨²?ez del Cuvillo. Y limpia, por su contrastada nobleza.
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