¡°No somos m¨¢s corruptos que otros pa¨ªses¡±
Con su segunda novela hist¨®rica, reivindica la ¡°realidad hist¨®rica espa?ola en un momento en que se la niega¡±
El historiador Fernando Garc¨ªa de Cort¨¢zar regresa a la novela hist¨®rica, tres a?os despu¨¦s, con Alguien hel¨® tus labios (editorial Kailas), un viaje por la Espa?a de los siglos XVI y XVII que retrata la ambici¨®n del poder, las intrigas palaciegas, los problemas territoriales y la corrupci¨®n de los gobernantes, entre otros males, con evidente proyecci¨®n en la actualidad. Autor de m¨¢s de 60 t¨ªtulos, premio Nacional de Historia, este jesuita nacido en Bilbao (1942), catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad de Deusto (Pa¨ªs Vasco), siempre cr¨ªtico con los nacionalistas, se muestra, pese a todo, optimista con el inmediato futuro pol¨ªtico espa?ol.
Pregunta. ?A qu¨¦ se refiere con el t¨ªtulo del libro, Alguien hel¨® tus labios?
Coordenadas
Un libro. El principito. Est¨¢ cargado de iron¨ªa y de realidad frente al mundo de los adultos. Siempre vuelvo a ese libro.
Una voz. La de la actriz Charo L¨®pez, a la que conoc¨ª en Salamanca.
Una certeza. Dios existe.
Respuesta. Significa que muchas veces nos han impedido hablar de la historia de Espa?a, ensalzarla, y que tenemos una idea pesimista de ella. Hoy estamos pagando una d¨¦bil conciencia nacional, porque nos han explicado mal la historia de nuestro pa¨ªs, o no lo han hecho. Los siglos XVI y XVII, de los que hablo en el libro, no son la historia de una gran decadencia, como se ha dicho. Espa?a era un pa¨ªs hegem¨®nico.
P. Hay entonces un af¨¢n reivindicador en su novela.
R. Reivindico la realidad hist¨®rica espa?ola en un momento en que se la niega. Es la primera vez en nuestra historia que una parte del territorio [por Catalu?a] niega esa realidad. Nos hemos enfrentado en guerras civiles que nos deben avergonzar, pero nunca esos bandos sosten¨ªan que Espa?a no exist¨ªa. En los ¨²ltimos a?os, la gran crisis econ¨®mica, que tambi¨¦n lo es de cohesi¨®n social y de valores, ha promovido en Catalu?a una utop¨ªa, la del sentimiento independentista. Se ha formado con falacias como el "Espa?a nos roba", pero desde el otro lado no ha habido ning¨²n intento para mostrar un sentimiento de "a ver si entre todos podemos sacar adelante el pa¨ªs".
P. ?Por eso define su novela como "la del sentimiento de Espa?a"?
R. Las naciones se construyen a base de hechos y de leyes, y nos deben garantizar la democracia, pero antes que todo eso tiene que haber un sentimiento que recoja nuestra gran historia cultural. A m¨ª me gusta hablar de patriotismo cultural. Es decir, nos adherimos a una idea de Espa?a porque nos emociona su arte, por el realismo justiciero de sus pintores, ¨²nico frente a pa¨ªses donde se ensalzaba a los reyes en los cuadros, por nuestra literatura¡ Y hay que recordar que en el XVI, Espa?a tambi¨¦n se pone a la cabeza porque define la evoluci¨®n que va a tener la libertad del hombre a trav¨¦s de pensadores como Francisco de Vitoria, creador del derecho internacional, pero que aqu¨ª nadie conoce. Hay que tener el sentimiento de las personas que trataron de mejorar Espa?a.
Me gusta hablar de patriotismo cultural
P. Siempre se mostr¨® cr¨ªtico con la novela hist¨®rica, pero ha escrito dos en tres a?os.
R. Bueno, me ayud¨® el premio de Novela Hist¨®rica Alfonso X el Sabio con mi primer libro. Lo que ha habido es una invasi¨®n de novelistas hist¨®ricos que no ten¨ªan ni el soporte de la historia ni el de la narraci¨®n. El problema, quiz¨¢s, es que los historiadores no han cuidado la expresi¨®n, hemos sido muy pesados y los lectores nos abandonaron en beneficio de esa gente. Siempre me ha molestado que los periodistas no nos llam¨¦is escritores a los historiadores. Solo se les dice a los que hacen ficci¨®n.
P. La primera parada de su libro es el a?o 1576, mediado el reinado de Felipe II.
R. Es una de las ¨¦pocas que m¨¢s fomenta la mala imagen de Espa?a. Surge la leyenda negra, que tiene cuatro patas: la Inquisici¨®n y su control ideol¨®gico; Felipe II, presentado incluso como asesino de su hijo; el retrato de los espa?oles como ariscados y soberbios; y lo que hicimos en Am¨¦rica. Es llamativo que hoy, quienes est¨¢n recuperando la idea de un rey admirable en Felipe II son los hispanistas extranjeros. La leyenda negra fue fabricada desde fuera, con la idea de erosionar la hegemon¨ªa espa?ola. Ser¨ªa como la visi¨®n actual de envidia y odio hacia EE UU por su dominio. Luego resurgi¨® en la Ilustraci¨®n, cuando se hizo creer que Espa?a era reacia a esos movimientos. Y otro momento que nos ha hecho mucho da?o es el movimiento rom¨¢ntico desde Francia, que funcion¨® como una agencia de viajes que dec¨ªa que en Espa?a se pod¨ªan vivir emociones y era ex¨®tica. Lo de "?frica empieza en los Pirineos" es expresi¨®n de esa idea.
P. Sin embargo, hay quien sostiene que la expulsi¨®n de los franceses en 1814 fue una ocasi¨®n perdida de modernizaci¨®n.
R. No. Ya exist¨ªa en Espa?a un gran pensamiento liberal, y estaban las Cortes de C¨¢diz. Napole¨®n habr¨ªa convertido Espa?a en otra de sus colonias para exprimirla.
Ha habido una invasi¨®n de novelistas hist¨®ricos
P. Buena parte de la trama del libro est¨¢ narrada con cartas. ?Son reales?
R. En su mayor¨ªa, s¨ª, aunque algunas est¨¢n retocadas, l¨®gicamente. Las cartas refrendan con datos la narraci¨®n. Por otro lado, cuando Felipe II fija la capital del Estado, fomenta la burocracia con todo un sistema de correspondencia.
P. De ah¨ª salta a 1644, con Felipe IV. La novela se centra en el papel de la Inquisici¨®n.
R. El Santo Oficio tuvo un poder muchas veces mal ejercido e incontestado. En aquel momento se plante¨® un problema de herej¨ªa en un convento de Madrid con el llamado alumbradismo. Esto me dio pie a escribir sobre la relaci¨®n de una monja con el rey, del que fue aut¨¦ntica consejera ¨¢ulica. Indudablemente, la Inquisici¨®n perjudic¨® la evoluci¨®n de Espa?a porque provocaba autocensura en el pensamiento y la ciencia, aunque hay que decir que se fund¨® en Francia.
La corrupci¨®n est¨¢ enlazada con algo muy espa?ol: el caciquismo
P. En un Madrid de calles enlodadas y repletas de inmundicias retrata la corrupci¨®n de la corte. Visto desde hoy, ?no tenemos remedio?
P. No creo que seamos m¨¢s corruptos que otros pa¨ªses. S¨ª es verdad que ellos cortan esas pr¨¢cticas en seguida, y los responsables dimiten. Aqu¨ª no. Y luego hay que enlazarlo con algo muy espa?ol: el caciquismo, el sentido de lo privado frente a lo p¨²blico, el "yo hago lo que quiero".
P. A esta situaci¨®n se uni¨® el intento de separaci¨®n de Catalu?a.
R. El conde duque de Olivares [valido de Felipe IV] tiene una idea de Estado: todos los territorios deben sufragar los gastos y problemas militares de la corona, pero se encuentra con la reticencia de la oligarqu¨ªa catalana.
P. Hoy resurge el problema catal¨¢n, cuando hasta hace poco se pod¨ªa pensar que el riesgo de ruptura del Estado estaba en Euskadi.
R. Yo vivo la realidad del Pa¨ªs Vasco y el hecho diferencial es menor que en Catalu?a. Nuestra vinculaci¨®n siempre fue la corona de Castilla. El propio Sabino Arana, al hablar de su proyecto independentista, dec¨ªa que cuando se met¨ªa a estudiar la historia del Pa¨ªs Vasco le daba miedo, porque no pod¨ªa usarla como fundamento. El problema vasco comienza en 1959, cuando se crea ETA. Aunque llev¨¦ escolta 12 a?os, nunca me he sentido marginado, al contrario de lo que est¨¢ pasando con amigos historiadores en Catalu?a.
P. ?Cree que hay soluci¨®n al intento secesionista de la Generalitat?
R. Los nacionalistas no han cumplido el mandato constitucional de fomentar una Catalu?a plural, sino que han ampliado el proyecto independentista. Sin embargo, desde el Estado, la pol¨ªtica no ha sido la mejor. Esa continua apelaci¨®n del Gobierno del PP a la ley y la Constituci¨®n da alas al independentismo, porque deja en sus manos el lirismo de la construcci¨®n nacional. En vez de decir que somos un pa¨ªs con una misma historia, que vuestra literatura es nuestra literatura, vuestro arte nuestro arte¡ se ha dado un discurso trist¨ªsimo. Y se han cometido torpezas. Yo habr¨ªa convocado las elecciones generales el mismo d¨ªa que las catalanas. Ojo, est¨¢ claro que hay una singularidad catalana, y el caf¨¦ para todos de las autonom¨ªas ha sido nefasto. Sin embargo, soy optimista. Espa?a es un Estado s¨®lido, con una construcci¨®n nacional. Creo que en el momento en que la situaci¨®n econ¨®mica mejore, con la de Catalu?a, pensar¨¢n en las ventajas de estar en Espa?a.
P. Pero estamos sin Gobierno desde diciembre y sin acuerdo entre los principales partidos.
R. Es que estos pol¨ªticos son peores que los de la ahora denostada Transici¨®n. Ellos fueron un impulso moral, un ejercicio de responsabilidad, hab¨ªa una ¨¦tica de la convicci¨®n. Ahora eso no existe, solo el deseo de permanencia, y figurar. El objetivo de los nuevos partidos es convertirse en oligarqu¨ªa, son expresi¨®n de la pura banalidad. Podemos viene de la universidad, pero no son catedr¨¢ticos, no nos enga?emos, son el fruto de la comunicaci¨®n r¨¢pida. Frente a pol¨ªticos de la Transici¨®n que ven¨ªan de la c¨¢rcel, del exilio, y que ten¨ªan una idea de consenso, con sacrificio de todos. Es tremenda la mala imagen que est¨¢ dando Espa?a.
P. ?Se atreve a hacer un pron¨®stico de Espa?a en un futuro pr¨®ximo?
R. A peor no podemos ir. Creo que la corrupci¨®n estar¨¢ m¨¢s controlada y que habr¨¢ una recuperaci¨®n de lo pol¨ªtico por los ciudadanos.
Babelia
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