Un ej¨¦rcito femenino en el Estadio Ol¨ªmpico
A las mujeres que acudieron a ver a Beyonc¨¦ les segu¨ªan en n¨²mero los grupos de chicos gais
Llegar al Estadio Ol¨ªmpico Lluis Companys de Barcelona en coche era misi¨®n imposible. Desde las seis de la tarde, casi cuatro horas antes de que comenzase el concierto de Beyonc¨¦, todas las v¨ªas que rodean Montjuic estaban atascadas. La gente decid¨ªa bajarse de los taxis en Plaza de Espanya y unirse a la marea de quienes decidieron subir a pie a lo m¨¢s alto de la monta?a. La mayor¨ªa, grupos de chicas, todo un ej¨¦rcito que acud¨ªa a la llamada de la artista femenina m¨¢s influyente del momento, en el que ha calado el mensaje feminista y combativo de su ¨²ltimo trabajo y que tambi¨¦n monopoliza este Formation World Tour, cuya etapa europea cerr¨® anoche.
A las mujeres les segu¨ªan en n¨²mero los grupos de chicos gais. El Circuit Festival acaba de empezar y Barcelona es estos d¨ªas el escenario del mayor evento para los homosexuales, un p¨²blico que no dud¨® en incluir el espect¨¢culo de la diva de Houston en la lista de citas imprescindibles entre las numerosas fiestas de m¨²sica electr¨®nica que tienen por delante.
Fuera tambi¨¦n se agolpaban varios centenares de seguidores que siguieron el concierto gratis por los recovecos que permite el recinto. Para llenar un estadio ol¨ªmpico hacen falta muchas m¨¢s personas de las que suelen acudir a escuchar a los artistas de moda, de los que lo mismo pagan por ver tocar la guitarra a Bruce Springsteen que por menear las caderas a Shakira.
Beyonc¨¦ demostr¨® en Barcelona su capacidad de atraer a ese sector al tiempo que al joven hipster que conoce a la mayor¨ªa de grupos de un festival indie como el Primavera Sound. Al fin y al cabo, es un reflejo del momento actual de la carrera de la diva, de enorme ¨¦xito en lo comercial y con la cr¨ªtica m¨¢s purista metida en el bolsillo gracias a su giro hacia lo alternativo en lo musical.
Durante las dos horas de concierto no se vio sobre el escenario ni a un hombre. Beyonc¨¦ se rodea exclusivamente de mujeres. Ellas dominan solas. El espect¨¢culo transcurr¨ªa y el p¨²blico parec¨ªa apabullado por lo descomunal de la producci¨®n. Beyonc¨¦ apost¨® por el popurr¨ª de ¨¦xitos y muchos de sus seguidores se quejaban de que no cantase enteras la mayor¨ªa de las canciones, como la emblem¨¢tica Crazy in Love. Los m¨®viles y los palos de autorretratos se convirtieron una vez m¨¢s en protagonistas, impidiendo que un p¨²blico que acud¨ªa rendido de antemano se entregase del todo. Sin embargo, a la salida los comentarios del p¨²blico reflejaban satisfacci¨®n. De nuevo el mejor reflejo del abrumador despliegue del show de Beyonc¨¦ son sus fans, esos grupos de chicas que se ense?an unas a otras las fotos y v¨ªdeos que han hecho con sus tel¨¦fonos. Satisfechas, pero no derrengadas ni sudadas. Impecables, con el maquillaje intacto, como su ¨ªdolo.
Babelia
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