La agenda de Himmler muestra a una ¡°bestia repleta de contradicciones¡±
Hallado en Rusia un cuaderno escrito por los colaboradores del sanguinario jefe de las SS
Cuando el historiador alem¨¢n Peter Longerich present¨®, hace ocho a?os, en la Feria del Libro de Fr¨¢ncfort, su extensa biograf¨ªa sobre Heinrich Himmler, se formul¨® una pregunta capital: "?C¨®mo pudo un personaje mediocre alcanzar tanto poder?". Longerich necesit¨® m¨¢s de 1.000 p¨¢ginas para reconstruir la vida del hombre que pas¨® a la historia como el "genio del mal" del III Reich y buscar una respuesta adecuada para explicar la metamorfosis criminal de un joven b¨¢varo, solitario, t¨ªmido y mis¨®gino, que se convirti¨® en un monstruo que so?¨® con eliminar de la faz de la tierra a todos los seres indeseables, para poder construir los cimientos de un nuevo imperio: la gloriosa Germania.
Himmler era algo m¨¢s. Gracias al descubrimiento de una agenda, escrita por colaboradores del sanguinario jefe de las SS, en el archivo central del Ministerio de Defensa ruso, en la ciudad de Podolsk, los alemanes ahora saben c¨®mo actuaba este genocida falto de escr¨²pulos.
La agenda escrita por los colaboradores de Himmler y que describe casi al minuto las actividades que desempe?¨® el l¨ªder nazi en los a?os 1938, 1943 y 1944, lleg¨® a manos del peri¨®dico alem¨¢n Bild, que inici¨® el lunes pasado la publicaci¨®n por entregas de los documentos. La agenda est¨¢ siendo analizada por el Instituto de Historia de Alemania de Mosc¨², que tiene previsto editar un libro con el material, m¨¢s de 1.000 p¨¢ginas mecanografiadas.
"Son documentos de una gran importancia hist¨®rica", dijo el director del instituto, el profesor Nikolaus Katzer, citado por el Bild. "Himmler era una bestia repleta de contradicciones", admiti¨® al peri¨®dico el historiador Matthias Uhl. "Por una parte era el ejecutor de fusilamientos masivos y planific¨® hasta el m¨ªnimo detalle el Holocausto. Pero tambi¨¦n era un personaje hip¨®crita, que se preocupaba de su ej¨¦rcito, de su familia y sus amigos¡±.
La agenda permite saber qu¨¦ lugares visit¨® Himmler, con qu¨¦ gente se reuni¨® y qui¨¦n pertenec¨ªa a su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo. Por ejemplo, lo que hizo Himmler el 3 enero de 1943. Ese d¨ªa, desayun¨® tarde, se hizo dar un masaje y habl¨® por tel¨¦fono con su esposa y su hija. Termin¨® la jornada ordenando la ejecuci¨®n de 10 polic¨ªas polacos que se negaron a repeler un ataque contra una comisaria. Las familias de los agentes fusilados fueron enviadas a campos de concentraci¨®n.
Sus notas tambi¨¦n describen algunas ¨®rdenes dadas a los soldados que custodiaban los campos de exterminio y c¨®mo les instaba a usar sus perros: "Deben ser capaces de desgarrar a todo el mundo, menos a sus adiestradores". El 12 de febrero de 1943, Himmler visita el campo de Sobibor, donde presencia la ejecuci¨®n de unas 400 mujeres y ni?as en las c¨¢maras de gas. Despu¨¦s, pone fin a su visita al campo con un banquete con los oficiales de las SS.
Otro pasaje de la agenda revela que Himmler, descrito por su c¨ªrculo ¨ªntimo como una ¡°persona quisquillosa¡± a la hora de ver sangre, estuvo a punto de desmayarse cuando la masa encef¨¢lica de un jud¨ªo fusilado en Minsk le manch¨® el uniforme.
Despu¨¦s del suicidio de Hitler, el fanatismo de Himmler le impuls¨® a buscar una segunda carrera pol¨ªtica, esta vez al lado de los aliados, para combatir la amenaza sovi¨¦tica. Cuando fue hecho prisionero por las tropas brit¨¢nicas, solicit¨® una entrevista con el comandante en jefe de las fuerzas aliadas, Dwight D. Eisenhower. La entrevista nunca se celebr¨® y Himmler se suicid¨® el 23 de mayo de 1945? con una c¨¢psula de cianuro que ten¨ªa escondida entre los dientes. Su cad¨¢ver fue enterrado en alg¨²n lugar en las cercan¨ªas de L¨¹neburg.
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