¡°El PP ha perdido la impronta de la honradez¡±
Con 19 a?os, Borja S¨¦mper era ya concejal del PP en Ir¨²n, en una ¨¦poca en la que a los pol¨ªticos se les asesinaba. Si hubiera sido mayor, tal vez lo hubiera pensado dos veces antes de aceptar el cargo
Se lanz¨® al foso de los cocodrilos con 19 tiernos a?itos. No tan tiernos. A esa edad ya era concejal del PP en Ir¨²n (Guip¨²zcoa). Entonces, a los concejales del PP y a los del PSOE, en Euskadi, se les asesinaba. Los guardaespaldas y los insultos formaron parte de su paisaje cotidiano. Hoy, superada o casi la pesadilla, preside el PP guipuzcoano y es portavoz popular en el Parlamento Vasco. Pero tiene pinta de ir a m¨¢s. No hay AVE entre San Sebasti¨¢n y Madrid, pero S¨¦mper se las arregla para ir en alta velocidad.
Pregunta. Una vez me dijo El Juli: ¡°Yo soy torero todo el d¨ªa¡±. ?Usted es pol¨ªtico todo el d¨ªa o trata de ser tambi¨¦n persona?
Respuesta. Una pregunta jodida de responder, he pensado en eso muchas veces. Huyo de la condici¨®n de pol¨ªtico de 24 horas, creo que hay que romper ese espacio cerrado, porque al final se traduce en que los pol¨ªticos somos unos marcianos. As¨ª que intento no ser pol¨ªtico 24 horas al d¨ªa.
P. Con 17 a?itos se meti¨® en Nuevas Generaciones, la rama juvenil del PP¡ Y con 19 a?os ya era concejal de Ir¨²n. ?Qu¨¦ demonios hace alguien de 19 a?os siendo concejal? ?Es esa una edad para ser concejal?
R. Probablemente no. Yo, con 19 a?os no hubiera sido concejal en Murcia o en Madrid, eso est¨¢ claro. Pero en Euskadi, si te produc¨ªa un sarpullido lo que estaba ocurriendo ¡ªy hablo del nacionalismo obligatorio y de ETA, y separo las dos cosas, ?eh?¡ª pues te implicabas. Yo estaba fascinado por la figura de Gregorio Ord¨®?ez y ¨¦l nos ofreci¨® a un grupo de j¨®venes ser concejales, no porque fu¨¦ramos listos ni la esperanza blanca de Occidente¡ sino porque no hab¨ªa nadie. Si entonces hubiera sido un padre de familia con tres hijos habr¨ªa dicho ¡°?Hostia, que aqu¨ª te matan, que esto va en serio!¡±.
P. No ten¨ªa hijos pero ten¨ªa padres. ETA estaba matando a diestro y siniestro. ?C¨®mo fue ese momento de llegar a casa y soltarles ¡°Voy a presentarme a concejal del PP¡±?
Hostia, que aqu¨ª te matan, que esto va en serio
R. Gener¨¦ sorpresa y angustia. Un d¨ªa me plant¨¦ en la sede del PP y me afili¨¦ al partido. Mis padres fueron muy generosos conmigo. Porque en aquella ¨¦poca desde luego si eras del PP en Euskadi no eras precisamente el t¨ªo al que le invitaban a las fiestas.
P. Enterrar a amigos y a familiares debe de unir. Hasta tal punto que el PP y el PSOE de Euskadi en aquellos d¨ªas eran casi la misma cosa, ?no?
R. Pues s¨ª¡
P. Pero ser del PP ten¨ªa como peor prensa que ser del PSE¡
R. En el hit-parade de los malos-malos el top ¨¦ramos nosotros. El PP era la derechona, era la caspa. Pero lo bueno fue que tambi¨¦n se fue forjando un volumen de afecto entre personas ideol¨®gicamente separadas pero que las estaba pasando igual de putas con el terrorismo.
P. Eso es emotivo pero es terrible.
R. Terrible. Yo creo que el germen social del inicio del fin de ETA empez¨® con los atentados contra concejales. Y decir eso es terror¨ªfico, porque ETA ya hab¨ªa asesinado a much¨ªsima gente que no era pol¨ªtica.
P. La gente no se manifestaba para condenar el asesinato de un guardia civil, pero s¨ª para condenar el de un pol¨ªtico¡
R. Y eso dice muy poco de la sociedad vasca.
P. ?Se han cerrado todas las heridas?
Aqu¨ª no se pod¨ªa hablar de pol¨ªtica en un bar
R. Bah, yo creo que s¨ª, creo que no hay heridas abiertas¡ lo que s¨ª hay es una sociedad necesitada de pasar p¨¢gina y dejar de mirarse en el espejo examinando sus grandes defectos y su actitud mezquina en muchas ocasiones con el tema de la violencia. Es una sociedad que sabe que si ETA aguant¨® 40 a?os fue, en buena medida, porque esa misma sociedad se dej¨® avasallar por una minor¨ªa que defend¨ªa a los asesinos. Te recuerdo que aqu¨ª no se pod¨ªa hablar de pol¨ªtica en un bar.
P. ?No cree que hubo en aquellos d¨ªas negros y en los de despu¨¦s, y sigue la cosa, lo que podr¨ªamos llamar profesionales de la paz? Negociadores, intermediarios, periodistas¡
R. S¨ª, claro. Esto ha movido mucho en todos los sentidos. Y en cierto modo es l¨®gico que as¨ª sucediera¡ aunque esa profesionalizaci¨®n de la paz produjo intereses no confesables. Y todav¨ªa lo estamos viendo hoy.
P. Es usted donostiarra del PP, del Madrid¡ y poeta. La mezcla es, como poco, extravagante. ?Qu¨¦ le da la poes¨ªa?
R. ?Del Real Madrid y del Real Uni¨®n de Ir¨²n! Y la poes¨ªa es una parte de mi vida¡ aunque ya era consciente de que me iba a convertir en un blanco f¨¢cil: del PP y poeta, uff¡
P. Pues no corren buenos tiempos para la l¨ªrica, y el Gobierno del PP no ha ayudado mucho a que corran, con el 21% de IVA cultural y dem¨¢s¡
R. A m¨ª eso me duele mucho. Tenemos que entender la cultura como un eje estrat¨¦gico de nuestro desarrollo como pa¨ªs y por lo tanto de la acci¨®n pol¨ªtica, y como un bien exportable. Y yo tengo la amarga sensaci¨®n de que, nosotros por dejadez y otros por habilidad, se ha llegado a ver la cultura como algo ajeno al PP.
P. Muchos espa?oles no entienden que el PP haya vuelto a ganar las elecciones despu¨¦s de todo lo que ha pasado con la corrupci¨®n y despu¨¦s de todo lo que se ha robado. ?Qu¨¦ van a hacer ustedes?
El PP solo demostrar¨¢ que ha entendido la situaci¨®n cuando no sean otros los que destapen la corrupci¨®n, sino el propio partido
R. Primero, es una cuesti¨®n de selecci¨®n de personal, aunque eso tampoco garantiza nada porque el ser humano se puede convertir en un sinverg¨¹enza ante la tentaci¨®n, y al final la pol¨ªtica la hacemos seres humanos. Pero el PP solo demostrar¨¢ que ha entendido la situaci¨®n cuando no sea ni la Guardia Civil, ni la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, ni un medio de comunicaci¨®n los que destapen la corrupci¨®n, sino el propio partido. Yo me met¨ª en este partido porque cre¨ªa que era honrado, y hoy el PP ha perdido la impronta de la honradez. Tenemos que recuperar ese perfil.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.