Las mil vidas de una isla min¨²scula
La peque?a isla de la r¨ªa de Vigo fue inspiraci¨®n de poetas medievales, escenario de guerras hist¨®ricas, leproser¨ªa y c¨¢rcel del franquismo antes de convertirse en sede del festival Sinsal
¡°Sedia-m¡¯ eu na ermida de San Simi¨®n / e cercaron-mi-as ondas que grandes son. / Eu atendend¡¯o meu amigu¡¯! E verr¨¢?¡±. Los versos de esta cantiga de Amigo han sido analizados a lo largo de los siglos con la misma pasi¨®n descabellada que afecta a todo lo relacionado con la isla de San Sim¨®n, situada en la r¨ªa de Vigo, frente a la parroquia de Cesantes, en el municipio de Redondela. Pertenecen a un trovador del siglo XIII, Mendinho, y la cantiga, que sigue: ¡°Estando na ermida, ant¡¯ o altar / cercaron-mi-as ondas grandes do mar / Eu atenden [d¡¯o meu amigu¡¯! E verr¨¢?]¡±, es ¡ª?o era?¡ª lectura obligatoria en los institutos gallegos. La cantiga relata una historia triste: la enamorada que, en la isla, espera a su enamorado bajo la insistente pregunta de duda: ¡°?Y vendr¨¢?¡±. Finalmente, se resigna. ¡°No hay barquero ni remador, morir¨¢ hermosa en el mar mayor; no hay barquero ni sabe remar, morir¨¢ hermosa en el alto mar¡±.
La isla de San Sim¨®n, sede de templarios y despu¨¦s de franciscanos en el Medievo, inspiraci¨®n de trovadores como Mendinho, Johan de Cangas y Mart¨ªn Codax ¡ªlos tres con busto en la isla¡ª es un territorio de 85 metros de largo y 250 de ancho, unido en la actualidad por un puentecito con la isla de San Ant¨®n. Ning¨²n enclave tan peque?o de Galicia acumula tanta historia, tanta belleza y tanto horror: fue asaltada y saqueada por piratas ingleses, entre ellos Francis Drake; fue escenario de la batalla de Rande en 1702, en la Guerra de Sucesi¨®n espa?ola, cuando galeones de la Corona de Castilla cargados con las riquezas robadas en las Indias fueron abordados por nav¨ªos ingleses. Adem¨¢s, la isla tambi¨¦n fue campo de batalla de las Guerras Irmandi?as (revuelta popular contra el feudalismo) y, finalmente, sede de una leproser¨ªa, en el siglo XIX.
La historia de amor, aquella cantiga de Amigo de Mendinho, encontr¨® correspondencia siete siglos despu¨¦s. Fue en el contexto m¨¢s tenebroso, cuando San Sim¨®n se convirti¨® en un campo de concentraci¨®n propiedad del bando franquista en la Guerra Civil. En el libro Episodios de terror durante a Guerra Civil na provincia de Pontevedra: a Illa de San Sim¨®n (Xerais, 2007), de Gonzalo Amoedo y Roberto Gil, se relata la podredumbre moral que envolvi¨® la isla en aquellos a?os: los fusilamientos masivos, las condiciones inh¨®spitas de los presos, las enfermedades y el hambre que convirtieron San Sim¨®n en uno de los m¨¢s famosos centros de reclusi¨®n del franquismo. Miles de personas pasaron por el penal entre 1936 y 1941. El libro pone nombre y apellidos a las v¨ªctimas y tambi¨¦n a los represores. En ¨¦l, tambi¨¦n se recuerda las tres vidas de San Sim¨®n como campo de concentraci¨®n. Hasta 1937 fue un lugar en el que todas las noches se sacaba a gente de sus celdas para fusilarlas, despu¨¦s de ese a?o se produjo una masificaci¨®n que dej¨® a casi 3.000 presos hacinados en la isla, muriendo muchos de ellos de hambre. En su ¨²ltima etapa como c¨¢rcel del franquismo, San Sim¨®n fue el lugar elegido en el que encerrar a los presos de m¨¢s edad.
¡°En memoria dos loitadores antifascistas que sufriron nuestra illa t¨®dalas inclemencias da guerra 1936-39, Concello de Redondela. Xu?o, 1987¡±, dice una placa al llegar a la isla. La pudieron leer este agosto, como otros anteriores, los participantes del festival musical m¨¢s selecto del verano gallego, el Sinsal, que organiza Estrella Galicia, y cuyo cartel es secreto hasta el mismo d¨ªa que se celebra. Este a?o tocaron, entre otros, Pega Monstro, Nico Pastoriza, Iv¨¢n Ferreiro o Pablo D¨ªaz-Reixa. Despu¨¦s de muchas vidas, la isla de San Sim¨®n es el luminoso faro de la memoria hist¨®rica en que lo convirti¨® la Xunta del bipartito (socialistas y nacionalistas) con actos y homenajes a los presos, y una suerte de residencia cultural y creativa en la que se desarrollan eventos como el Sinsal.
A?os oscuros
De los a?os oscuros han sobrevivido historias que se repiten para dar forma al pasado y tenerlo presente. Casi todas ellas terminan con desgracia. El guionista y periodista Alfonso Pato, director del Festival de Cine de Cans, en Porri?o record¨® hace 10 a?os en este diario la de Charo Hermida, una mujer que durante la guerra trabajaba en una fonda que llevaba alimentos a los presos de la isla. All¨ª los recog¨ªa Alfredo Bautista, Rey, caricaturista de los presos y encargado del economato, vecino muy conocido en Ponteareas por su labor art¨ªstica. Tambi¨¦n militaba en las Juventudes Socialistas. Fue detenido el 21 de julio de 1936 y condenado a muerte; se le conmut¨® la pena por 30 a?os de c¨¢rcel. Su novia lo abandon¨® tras la sentencia; a Charo, cuenta Pato, nunca le import¨®: ¡°Era nova, estaba namorada e deixeime levar¡±.
La sentencia de 30 a?os fue revisada y, tras un nuevo juicio, Rey y su hermano fueron liberados tras cuatro a?os encerrados en la isla. Ese d¨ªa, mientras regresaban a su casa de Ponteareas, su padre muri¨® de un ataque al coraz¨®n. 66 a?os despu¨¦s Charo regres¨® a la isla; lo primero que hizo fue buscar el banco en el que se sentaba con Rey y recordar las palabras de amor que le dec¨ªa el preso antes de que ella marchase. Estaban los dos en la ermita de San Sim¨®n, les cercaban las olas, qu¨¦ grandes son.
Babelia
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