Las surrealistas eclipsadas
Victoria Combal¨ªa reivindica el papel de mujeres como Valentine Hugo, Nancy Cunard y Kiki de Montparnasse en el movimiento art¨ªstico de inicios de la pasada centuria
Hay periodos del arte en el que sus protagonistas desbordan intensidad. Uno de ellos es el Surrealismo, donde pintores, escritores y artistas parecen haber vivido la vida al l¨ªmite, sin prejuicios y lejos de convencionalismos. Despu¨¦s de estudiar durante 10 a?os y publicar en 2013 un libro sobre Dora Maar, la fot¨®grafa y amante de Picasso, pero tambi¨¦n una de las creadoras surrealistas m¨¢s intensas e interesantes, parec¨ªa normal que la cr¨ªtica de arte Victoria Combal¨ªa se fijara en sus hermanas peque?as, un ramillete de mujeres que han quedado eclipsadas por sus compa?eros y amigos, pero que desempe?aron un papel destacado en la creaci¨®n de las primeras d¨¦cadas del siglo XX. Valentine Hugo, Nancy Cunard, Peggy Guggenheim, Kiki de Montparnasse ¡ªla ¨²nica de origen humilde de las seis¡ª, Maria-Laure de Noailles y Joyce Mansour son las protagonistas de Musas, mecenas y amantes. Mujeres en torno al surrealismo (Elba), un bello libro en el que queda patente el amor por el arte de este grupo de fascinantes mujeres.
¡°En el entorno de los creadores surrealistas, siempre aparecen mujeres asistiendo a eventos, firmando manifiestos, como novias, amantes, c¨®mplices y compa?eras, pero solo de forma puntual se les nombra en los pies de fotos. Como Valentine Hugo, esposa de Jean Hugo, ¨ªntima amiga de Cocteau y localmente enamorada de Breton; Peggy Guggenheim como mujer de Marx Ernst, Nancy Cunard como la amante de Louis Aragon, por la que quiso suicidarse, o Kiki de Montparnasse, la m¨¢s simp¨¢tica y gamberra, que fue amante de Man Ray que la fotografi¨® en m¨²ltiples ocasiones y acab¨® siendo el s¨ªmbolo de la bohemia parisina. Me interesaba investigar sus vidas y comprobar que hicieron muchas cosas por ellas mismas¡±. Por eso, Combal¨ªa no ha incluido en su libro a personajes como Gala. ¡°Cae muy antip¨¢tica a casi todo el mundo. Era muy perversa, una persona que no deslumbraba por su bondad y solo era generosa con Salvador Dal¨ª, su marido, del que fue su gerente, pero no hizo nada m¨¢s. Es una musa cl¨¢sica¡±, explica.
Por el contrario, las protagonistas del libro son mujeres superactivas. Como Valentine Hugo, ilustradora de libros y escen¨®grafa con su marido que acab¨® llev¨¢ndose todo el reconocimiento. ¡°Kiki de Montparnasse era una reconocida cantante, una gran profesional y la ¨²nica por la que sinti¨® celos ?dith Piaf¡±, apunta la autora. La mecenas m¨¢s activa, aparte de Peggy Guggenheim, que dec¨ªa que hab¨ªa que comprar un cuadro cada d¨ªa, ayud¨® a muchos artistas a salir del yugo nazi, como a Breton al que pag¨® una mensualidad durante su exilio americano, descubri¨® a Pollock y reuni¨® una gran colecci¨®n de arte que puede verse en lo que fue su casa de Venecia (en cuyo jard¨ªn est¨¢ enterrada junto a sus perros), fue, seg¨²n la autora, Maria-Laure de Noailles. ¡°Ella y su marido adelantaron el pago de una obra a Dal¨ª que utiliz¨® el dinero para comprar su barraca de Portlligat. Tambi¨¦n ayud¨® a Picasso y financi¨® a Luis Bu?uel La edad de oro con 260.000 francos tras ver en 1929 Un perro andaluz. Un apoyo que llev¨® a la pareja a ser expulsada de los c¨ªrculos sociales de la alta burgues¨ªa parisina¡±. Pero la que m¨¢s simpat¨ªa despierta a la autora es Nancy Cunard. ¡°Era poeta y periodista y durante la Guerra Civil destac¨® por su militancia a favor de la Rep¨²blica, escribiendo cr¨®nicas como las de Hemingway. Critic¨® los campos de refugiados y ayudo a los exiliados. Era una enamorada de la cultura africana y fue desheredada por su relaci¨®n con el m¨²sico negro Henry Crowder¡±.
Libertad sexual
Las seis comparten aficiones: casi todas beben, fuman opio y todo tipo de drogas y son bastante libres sexualmente. ¡°Es lo normal, ya que el ambiente art¨ªstico y la creaci¨®n estaban muy unidos a las drogas. Peggy no beb¨ªa pero sus maridos eran unos borrachos y ella, seg¨²n se da a entender en sus biograf¨ªas, era casi ninf¨®mana¡±.
Algunas fueron tachadas incluso de locas, como Kiki de Montparnasse y Nancy Cunard. ¡°Eran mujeres muy independientes y ten¨ªan mucho car¨¢cter, con comportamientos contrarios a los que se consideraban normales dentro de la burgues¨ªa, la clase a la pertenec¨ªa la mayor¨ªa¡±, explica la autora que considera que no existen mujeres como ellas hoy en d¨ªa. ¡°Que cumplan todos sus requisitos, no. La sociedad de los a?os veinte y treinta no es la de ahora. Quiz¨¢ Francesca Thyssen, la hija del bar¨®n. Me consta que hace mucho por los artistas, pero desconozco si su vida sentimental es tan intensa como la de ellas¡±, remacha.
Babelia
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