Adi¨®s con una tarde gris, gris ceniza

La ¨²ltima tarde de la feria de Bilbao fue gris. Despu¨¦s de los infernales calores de la semana, lleg¨® el d¨ªa gris; gris el cielo y gris la corrida. El gris de las cenizas de los aficionados bilba¨ªnos que se han quemado con la espantosa semana de toros que han vivido.

Otra descastada y floja corrida, la en¨¦sima. Le toc¨® el turno a Jandilla, que ven¨ªa de buenos a?os en esta plaza, pero en esta ocasi¨®n no result¨®. Con el trap¨ªo justo, los de Borja Domecq no se movieron en la muleta porque llegaron moribundos al ¨²ltimo tercio. No tuvieron fuerzas desde la salida, apenas fueron picados y su transmisi¨®n para la faena fue nula.

Con esos mimbres poco se pod¨ªa rascar en medio de la desesperaci¨®n de unos tendidos que protestaron varios toros hasta que el tercero fue devuelto a los corrales. Pero los toreros echaron el resto y no dejaron que se escapara nada de lo que ten¨ªan los de Jandilla, salvo tercero y quinto, con buena clase.

Los de Urdiales no transmitieron y el riojano, ovacionado al finalizar el pase¨ªllo por su triunfo de esta semana, vio su labor difuminada.

Iv¨¢n Fandi?o lo intent¨® todo y ray¨® a una gran altura. En su primero se hizo valedor a una oreja que habr¨ªa tenido mucha m¨¢s fuerza que otras de las cortadas en la feria, pero el palco no vio mayor¨ªa de pa?uelos. El vizca¨ªno se gust¨® al natural ante un ejemplar de muy poquita fuerza, pero supo medirlo y hacer una faena ligada y con calidad. Lo remat¨® con unas manoletinas de rodillas por si a alguien le quedaban dudas de su deseo de triunfo.

En el quinto se estrell¨® con un marmolillo al que recibi¨® con una vibrante larga cambiada de rodillas y con el que no cedi¨® ni un ¨¢pice. Una de las tardes m¨¢s maduras del de Ordu?a en Vista Alegre.

David Mora tuvo en sus manos el triunfo. Si con el sobrero no lleg¨® a entenderse, con el sexto, el mejor de los ejemplares de Jandilla, aprovech¨® en el inicio de la faena la clase del toro, siempre por abajo, largo y con la transmisi¨®n que no tuvieron sus hermanos.

Pero al toledano le falt¨® fondo para prolongar esa calidad y su labor se vino abajo demasiado pronto; adem¨¢s mat¨® mal y su ¨¦xito se qued¨® en unos pobres saludos.

La de ayer tambi¨¦n fue una tarde para olvidar, como varias de las vividas esta semana, aunque los t¨ªmidos pitos finales desde los tendidos debieran servir para que no caigan en el olvido y se recuerde lo harta que est¨¢ la afici¨®n de Bilbao y lo quemada que se encuentra la feria en estos momentos. Quiz¨¢s por eso la tarde fue tan gris, tan gris ceniza.