Solito
Los responsables de entretener a la gente que ni en esta ¨¦poca t¨®rrida puede concebir su existencia sin encender la tele, tendr¨¢n graves problemas para llenar la siempre infame programaci¨®n
Aunque los medios de comunicaci¨®n se hayan centrado durante el verano en ese trascendente, aunque aburrid¨ªsimo, esperpento sobre la identidad de los que van a gobernar o desgobernar la patria, o sobre su imposibilidad, admito que los responsables de entretener a la gente que ni en esta ¨¦poca t¨®rrida puede concebir su existencia sin encender la tele, tendr¨¢n graves problemas para llenar la siempre infame programaci¨®n.
S¨¦ que la meteorolog¨ªa, las entra?ables fiestas populares, el adictivo Tour y los azarosos desplazamientos del personal pueden ocupar las tres cuartas partes de las noticias del mundo. Pero este a?o me ha sorprendido la desaparici¨®n de un cl¨¢sico de los telediarios veraniegos, y es esa noticia tan repetida como intolerable que certifica el abandono en las gasolineras de esos perritos que ya te aburren. Y quien abandona al animalito de su alma tambi¨¦n puede dejar en la carretera a ese abuelo que se ha convertido en un fastidio. Nos escandalizamos, decidimos que nosotros jam¨¢s lo har¨ªamos. Y nos sentimos mejor.
Lo que me han contado no ha salido en la tele, pero les dar¨ªa juego para llenar medio telediario. Ocurri¨® en Islandia, esa geograf¨ªa deslumbrante, de belleza ininterrumpida y salvaje. Y hay parajes mosqueantes, donde supondr¨ªa un grave problema quedarte sin gasolina, ya que no pasa ni dios por ese aislado paisaje. A uno de esos desiertos volc¨¢nicos llegan mi prima y su marido y se encuentran con un ni?o de 10 a?os que est¨¢ solo. Les cuenta que ha dado una vuelta y al regresar su familia ya no estaba. Telefonean a sus padres, una estonia y un israel¨ª, pero no contestan. Pasan varias horas esperando que regresen. Al final, reciben una llamada de estos. Les narran la ins¨®lita situaci¨®n. Ellos la niegan. Su ni?o est¨¢ con ellos, aseguran. Viaja detr¨¢s, en la caravana. No est¨¢. Flipan. Se hab¨ªan olvidado de comprobarlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.