Perales a precio de Beyonc¨¦
Cantantes que triunfaron en Espa?a hace d¨¦cadas y ahora se consideran producto de karaoke entre los m¨¢s j¨®venes siguen llenando salas legendarias en Estados Unidos
La muerte de Juan Gabriel ha encontrado gran eco a un lado y otro del Atl¨¢ntico. En Am¨¦rica, el llanto ha sido inconsolable; en Espa?a ha desempolvado recuerdos en forma de cintas de casete: canciones que uno no recordaba que se sab¨ªa. Dos d¨ªas antes de morir, el cantante mexicano convoc¨® a 20.000 personas en Los ?ngeles y derroch¨® energ¨ªa en el escenario. Son los que llaman artistas ¡°de ayer y de siempre¡±, pero, por alguna raz¨®n, Espa?a ha soltado amarras con muchos de los que triunfaron hace unas d¨¦cadas.
Miles de personas en Estados Unidos pagan el mismo dinero para escuchar esas voces que para un gran concierto de Beyonc¨¦, The Rolling Stones o Madonna. Y los promotores musicales, sin m¨¢s prejuicio que el de los n¨²meros, ten¨ªan preparado el Barclays Center de Brooklyn para Juan Gabriel el 9 de octubre, porque sab¨ªan que la arena rugir¨ªa ante sus exc¨¦ntricos modelitos, su voz rasgada y su personalidad ¨²nica. P¨²blico de todas las edades lo estaba esperando.
La p¨¢gina web de Jos¨¦ Luis Perales anuncia conciertos en M¨¦rida, Logro?o y A Coru?a, antes de recalar, el 9 de noviembre, en el Beacon Theatre de Nueva York, el mismo que en junio acogi¨® la gala de los premios Tony y uno de los espacios con m¨¢s solera de Manhattan. La entrada m¨¢s barata all¨ª cuesta 90 d¨®lares (80 euros) y la m¨¢s cara ronda los 300 (268 euros). Anoche actu¨® en Calasparra, donde las entradas se pusieron a la venta desde 22,95 euros.
¡®?Y c¨®mo es ¨¦l?¡¯
Hace unos d¨ªas, cuando Marc Anthony hizo el primero de sus cinco conciertos con todas las entradas vendidas en un lugar tan legendario como el neoyorkino Radio City Music Hall, no hubo momento m¨¢s vitoreado que su versi¨®n de ?Y c¨®mo es ¨¦l?, de Perales. Sin embargo, el famoso ?Y c¨®mo es ¨¦l? en Espa?a se canta, m¨¢s que se escucha, en los karaokes, donde la nostalgia de una generaci¨®n ha rescatado ¨¦xitos de Julio Iglesias, Camilo Sesto, Roc¨ªo D¨²rcal, Paloma San Basilio...
Por cierto, que muchos de los que escuchaban a Marc Anthony ya esperaban el regreso de Isabel Pantoja tras dejar atr¨¢s la prisi¨®n. Los latinos tiran de esta m¨²sica. Nuria Net, redactora de m¨²sica de Univisi¨®n, apunta tambi¨¦n a la nostalgia: ¡°Escuch¨¦ m¨¢s a Juan Gabriel al llegar a Nueva York, cuando conoc¨ª a un grupo de millenials mexicanos, emigrantes en Estados Unidos. Tienen la nostalgia de la m¨²sica de sus padres, de la cultura mexicana¡±. Y de los espa?oles, como Roc¨ªo D¨²rcal, que triunfaron all¨ª.
El Beacon Theatre tiene una cita ineludible cada a?o con Raphael, quiz¨¢ el ¨²nico que en Espa?a ha conseguido renovar ¨¦xito tras ¨¦xito mientras ¡°sigue siendo aqu¨¦l¡±, por mucho que act¨²e en el Festival de Benic¨¤ssim ante una audiencia indie.
Los m¨¢s j¨®venes y en vanguardia, a muchos de estos artistas los descubren desde lo kitsch, para concluir, una vez conocidos, que tienen gran valor art¨ªstico. El cantante aragon¨¦s Enrique Bunbury citaba al de Linares como una de sus grandes influencias. Otros, como el D¨²o Din¨¢mico, son ahora tambi¨¦n plato fuerte en los festivales veraniegos.
Marcelo B¨¢ez es dj de la fiesta Rico Suave, heredera del Nacoteque (naco significa algo as¨ª como cutre u hortera en M¨¦xico). Es una fiesta itinerante, cuya ¨²ltima sesi¨®n fue el s¨¢bado (dedicada a Juan Gabriel) en la calle Bowery del East Village de Nueva York. B¨¢ez pincha a artistas como Camilo Sesto explotando su lado kitsch. Ha trabajado en salas como RazzMatazz, en Barcelona, y es un habitual del bajo Manhattan.
¡°Estos artistas se mantienen vigentes porque trabajan mucho. Raphael, por ejemplo, hace unas giras locas con much¨ªsimos conciertos todos los a?os¡±. El pinchadiscos atribuye el ¨¦xito tambi¨¦n a la implantaci¨®n de la novela rosa en Latinoam¨¦rica. ¡°Es muy potente, no nos da verg¨¹enza ese lado cursi por alguna raz¨®n y la gente est¨¢ muy entregada con eso. En Espa?a es distinto¡±. ¡°En Latinoam¨¦rica¡±, opina B¨¢ez, ¡°somos admiradores m¨¢s neutros. A los espa?oles les pregunto y les interesan la rivalidad. Si les gusta Isabel Pantoja no les gusta la Jurado. En Latinoam¨¦rica a todos nos gustan todos. Y adem¨¢s, nos encanta ser muy fan¨¢ticos de las cosas¡±.
El fen¨®meno latino, sin embargo, no es nuevo en Estados Unidos, simplemente tiene su p¨²blico. Hace unos a?os, el Ballet Nacional de Cuba dio dos funciones en Miami. La primera de ellas fue lleno total y la segunda, en cambio, estuvo semivac¨ªa. No falt¨® quien atribuy¨® esa escasez de entrada a la actuaci¨®n, el mismo d¨ªa, de Pimpinela, el d¨²o que sigue llenando grandes recintos a un lado del oc¨¦ano, mientras suena a verbena antigua en el otro. Cuando Paloma San Basilio anunci¨® su gira de despedida no par¨® en Nueva York y su p¨²blico se pregunt¨® por qu¨¦.
¡°No canta, no baila...¡±
El ¨¦xito de los artistas espa?oles en Estados Unidos tiene notables precedentes. Dif¨ªcil no citar la famosa sentencia con que The New York Times salud¨® la actuaci¨®n de Lola Flores en el Madison Square Garden de Nueva York: "No canta, no baila, no se la pierdan". Lola Flores tambi¨¦n goz¨® del ¨¦xito hasta el final en Espa?a.
Pero algunos triunfan m¨¢s en Am¨¦rica que en su tierra. Sin embargo, en otros sectores, el ¨¦xito conseguido en Estados Unidos se respeta, es marchamo de calidad. Ocurre con los Oscaren el cine, o con el baloncesto o, incluso, con la ciencia.
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