¡°En Polonia vivimos tiempos de Ub¨²¡±

El director teatral polaco Krystian Lupa (Jastrzebie Zdroj, 1943), una de las grandes voces actuales de la cultura europea, denuncia la ofensiva ultraconservadora en su pa¨ªs contra cualquier artista que no se pliegue a las directrices oficiales del partido en el poder, Ley y Justicia (de siglas PiS), del controvertido Jaroslaw Kaczynski. Con el caso del Teatr Polski de Wroclaw ¡ªcuyo director, asegura, ha sido sustituido por otro af¨ªn al Gobierno¡ª como ejemplo m¨¢s flagrante, Lupa dibuja una situaci¨®n dram¨¢tica en la cultura polaca, v¨ªctima, subraya, de una oleada de ¡°rancio nacionalismo patri¨®tico¡± que llega a comparar con el fascismo y el nazismo de los a?os treinta. Krystian Lupa est¨¢ en Barcelona preparando el montaje de Davant la jubilaci¨®, la obra de Thomas Bernhard que, precisamente, aborda las ra¨ªces totalitarias de una sociedad ¡ªen este caso la austriaca¡ª, y su pasado nazi. La pieza se estrena el 14 de octubre en el festival de Girona Temporada Alta y se representar¨¢ luego en el Lliure.

Lupa recibe en la casa que ha alquilado en la falda de Montju?c, en cuyo porche abierto a un peque?o jard¨ªn habla de lo que ocurre en su pa¨ªs mientras va cayendo la tarde y la luz disminuye hasta que casi ya no se ve nada, como una met¨¢fora de su discurso. El lugar, por el que deambula una gata negra, Nina, tiene una poderosa atm¨®sfera teatral. Antes de comenzar, Lupa est¨¢ a punto de envenenarnos al confundir una botella de producto de limpieza con la de agua.

¡°La situaci¨®n es muy triste¡±, dice entrando de cabeza en el conflicto del Polski de Wroclaw, la ciudad de Grotowski y Tomaszewski. ¡°Solo nos queda contar con la solidaridad de Europa, del mundo. La expulsi¨®n de Krzystof Mieszkowski del que era el mejor teatro polaco es un hecho. Se ha realizado con gran descaro. Miezskowski es incuestionablemente uno de los mejores directores polacos del momento¡±.

Lupa subraya que al director ya trataron de asfixiarle econ¨®micamente en un conflicto que dura a?os y que ha culminado con la llegada del nuevo gobierno del PiS. ¡°Se aprovech¨® para montar un falso esc¨¢ndalo por el estreno, el pasado noviembre, de la puesta en escena en el Polski de La muerte y la doncella de la Nobel Elfriede Jelinek, que inclu¨ªa la presencia de dos actores porno. El ministro de Cultura Piotr Slinski, prohibi¨® el espect¨¢culo por amoral, sin verlo, en un caso flagrante de censura, y se orquestaron manifestaciones de c¨ªrculos cat¨®licos nacionalistas radicales y de skinheads de Resurrecci¨®n Nacional de Polonia¡±.

Mieszkowski, finalmente, ha sido sustituido, ¡°en un concurso ama?ado¡±, por el actor Cezary Morawski, favorito de Slinski. ¡°Morawski es un profesional que no est¨¢ a la altura del teatro, que ha hecho su carrera en series populares de televisi¨®n y que arrastra procesos judiciales por mala gesti¨®n al frente de la asociaci¨®n de artistas polacos¡±. El proyecto de Morawski, recalca Lupa, es ¡°transformar el Polski en un teatro comercial, llenarlo de estrellas populares tra¨ªdas de Varsovia y representar solo obras patri¨®ticas de exaltaci¨®n del sentimiento nacional¡±. Entre los espect¨¢culos que prepara est¨¢ uno sobre Juan Pablo II. Lupa alerta que el relevo en el Polski y en el teatro polaco es una de las l¨ªneas del ¡°Buen Cambio¡± para la cultura y la sociedad polacas acometido por Ley y Justicia. ¡°Un cambio que se hace ignorando absolutamente lo que es el mundo cultural y teatral real de Polonia¡±. Lupa califica de ¡°devastaci¨®n¡± lo que est¨¢ haciendo el nuevo gobierno y le acusa de ¡°odio¡± por todo aquello que no siga sus directrices.

En el ¨¢mbito cultural ¡°rechazan como falsificaci¨®n todo lo que, a su modo de ver, ensucie la imagen del pueblo polaco, que consideran inmaculada. Eso les ha llevado a pleitear por las revelaciones de los asesinatos de jud¨ªos por sus vecinos polacos en Jedwane en 1941 o por el tono del filme Ida, de Pawlikowski. Solo quieren pel¨ªculas, obras de teatro y novelas sobre la heroicidad y el honor de los polacos¡±.

?No estaba Polonia vacunada contra eso, por su historia? ¡°Es lo que pens¨¢bamos todos. Que las naciones que han sufrido el nazismo est¨¢n a salvo. Pero no es cierto. Basta con ver c¨®mo crece el antisemitismo en Polonia¡±.

Lupa explica que Kaczynski, presidente del PiS, ha creado un mito y una ret¨®rica en torno a la cat¨¢strofe a¨¦rea de Smolensk de 2010 en la que muri¨® su hermano gemelo, Lech, entonces presidente de Polonia. ¡°Consideran que el accidente fue fruto de una conspiraci¨®n y no resultado del empe?o obstinado de aterrizaren condiciones adversas. Y alrededor de ese mito ha surgido un fen¨®meno de fanatismo que ha arrastrado a todo tipo de personas y cuyos elementos m¨¢s extremistas desean empezar una guerra con Rusia¡±. El PiS, dice ¡°da alas a esos grupos, que son sus votantes¡±.

Para Lupa, en el fondo de lo que ocurre en Polonia hay ¡°ignorancia supina, mala voluntad y resentimiento¡±. Es ¡°una situaci¨®n grotesca, en la que Kaczynski quiere abrir camino para un gobierno totalitario. Es Ub¨²¡±, afirma, en referencia al ambicioso, innoble y corrupto personaje de la obra de Alfred Jarry de 1896. ¡°Est¨¢ cubriendo de rid¨ªculo a Polonia, y acabar¨¢ ahogado en eso¡±.