¡°Ser director es como ser boxeador¡±

El amor, la muerte, la vida, de d¨®nde venimos y hacia d¨®nde vamos, ?habr¨¢ un ser superior?... los grandes temas de la humanidad, siempre recurrentes y desarrollados por autores de cualquier siglo y de cualquier g¨¦nero. No iba a ser menos Luke Scott, ingl¨¦s, nacido en mayo del 68 y que debuta en la direcci¨®n con Morgan, una pel¨ªcula que aborda uno de esos "viejos asuntos que siempre ha estado en la imaginaci¨®n del hombre: crear vida"; desde luego, en la de Scott, s¨ª. Ya lo hab¨ªa tratado en Loom (2012), un corto con una tem¨¢tica similar a la de su nueva pel¨ªcula: la creaci¨®n de seres gracias a avances cient¨ªficos que permiten generar vida a partir de ADN sint¨¦tico.

Scott alude tanto al monstruo de Frankenstein, a Metr¨®polis de Fritz Lang, como al G¨¦nesis donde dice que Dios cre¨® al hombre a su imagen y semejanza. "Eso es Morgan [interpretada por Anya Taylor-Joy], que, adem¨¢s, da un paso m¨¢s en la evoluci¨®n". Scott toma las riendas por primera vez de una pel¨ªcula, ¨¦l es el ser supremo en este caso. Por fin da el salto a la direcci¨®n un hombre que, no pod¨ªa ser de otra manera siendo hijo de Ridley Scott y sobrino de Tony Scott, siempre ha estado vinculado a la industria cinematogr¨¢fica. "Hac¨ªa tiempo que ya hab¨ªa decidido dar ese paso pero estaba ocupado con mis trabajos en publicidad, con ser director de la segunda unidad [lo ha sido de pel¨ªculas de su padre como Exodus: Dioses y reyes y Marte], con mi familia...".

El cineasta, v¨¢stago de un peso pesado del cine, compara esta nueva faceta de su carrera con ser un boxeador. Conoce bien este deporte porque lo practica, aunque no de manera profesional: "Ser director es como ser boxeador. Tienes que entrenar, conocerte bien, aprender a ser m¨¢s humano, tener conciencia de una mismo. Llegar a dirigir una pel¨ªcula no es un hecho habitual, no hay tanta gente que salte al ring y all¨ª no hay ganadores ni perdedores, solo hay uno que se baja del cuadril¨¢tero antes que el otro". Tambi¨¦n la protagonista de su filme va siendo cada vez m¨¢s consciente de lo que es. Quiz¨¢ por su esp¨ªritu deportivo y a pesar de su timidez -hasta ahora apenas hab¨ªa fotograf¨ªas suyas en Internet, no le gusta, "no soy una persona extrovertida", explica-, no siente presi¨®n por su debut. "Eso se lo imagina el p¨²blico, la prensa", asegura. No le pesa su apellido, le ve m¨¢s ventajas que inconvenientes, su padre -productor de Morgan- le ha abierto puertas.

Anya Taylor-Joy y Kate Mara son las protagonistas de Morgan. Las mujeres llevan el peso de la pel¨ªcula, ellas son las l¨ªderes y las fuertes. Estaba en el guion y Scott en ning¨²n momento lo cuestion¨®. De hecho, desvela un tema del que se habla en el filme y que no se llega a aclarar. Se habla de Helsinki, un proyecto anterior de vida artificial que fall¨®. El director revela que los protagonistas de ese programa ten¨ªan caracter¨ªsticas "m¨¢s masculinas", por lo tanto m¨¢s dif¨ªciles de controlar.

Esta pel¨ªcula est¨¢ considerada de ciencia-ficci¨®n, aunque su director comenta una noticia que hab¨ªa visto en un informativo antes de la entrevista con EL PA?S y afirma que negar que se puede crear vida de manera artificial es un absurdo, simplemente es una realidad. Le gusta o¨ªr los comentarios de los que ya han visto Morgan, observar qu¨¦ pistas han ido captando de las que va dejando por el metraje, ver qui¨¦n es capaz de intuir c¨®mo se va a ir desarrollando el argumento. Sabe que es inevitable que se hagan comparaciones con Alien o con Blade Runner, de la que est¨¢ deseando ver la segunda parte, que se estrena en 2017. "No tengo expectativas. Todo el mundo va a comparar, pero es una nueva idea para otra generaci¨®n". Pero, por ahora, no es comparable el unicornio de origami de Blade Runner con el ciervo de una de las escenas de Morgan.