Si el hogar de Frankenstein fuese el escenario

En una noche legendaria de 1816, lord Byron, John Keats, Percy Shelley y Mary Shelley se reunieron alrededor de la chimenea en el sal¨®n de Villa Diodati, junto al lago Leman, y jugaron a idear historias de terror. All¨ª naci¨®, fruto de la prodigiosa imaginaci¨®n de Shelley, Frankenstein o el moderno Prometeo. Dos siglos despu¨¦s, un grupo de creadores, autores e int¨¦rpretes llegados del teatro, la narrativa, la m¨²sica o las artes audiovisuales y unidos por su fascinaci¨®n hacia el g¨¦nero fant¨¢stico, se han propuesto preservar lo que representaron magistralmente aquellos escritores. Con esa pretensi¨®n nace Hijos de Mary Shelley, la primera compa?¨ªa espa?ola de teatro fant¨¢stico, que debutar¨¢ el 21 de septiembre en el teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid con el programa doble El hogar del monstruo.

Eso s¨ª, Hijos de Mary Shelley es una plataforma que abarca mucho m¨¢s que las tablas. El primer ide¨®logo fue el escritor Fernando Mar¨ªas, al que se le ocurri¨® convocar a un grupo de literatos para editar un libro al a?o. Vanessa Montfort, dramaturga adem¨¢s de novelista, sugiri¨® que se le diera una cobertura esc¨¦nica a los relatos. "Hicimos un primer libro de antolog¨ªas, que es narrativa. En el segundo y el tercer libro, de repente algunos de los autores nos dimos cuenta que los textos se levantaban en tres dimensiones. Parec¨ªa que ped¨ªan una vida fuera del papel", explica Montfort. Entre otras razones, porque sab¨ªan que hab¨ªa pocas compa?¨ªas que se dedicaran al g¨¦nero. "Nos dimos cuenta de que no se hac¨ªa nada. Como mucho, alguna obra puntual, y se suelen llevar al terror", comenta la directora de la compa?¨ªa.

El resultado ya est¨¢ casi listo para llegar al p¨²blico, y adem¨¢s, lo hace con un formato alejado de los c¨¢nones del teatro actual. El hogar de los monstruos se compone de dos programas divididos en cinco mon¨®logos y un dueto. "Constituimos una especie de circo ambulante que va recogiendo muestras de criaturas especiales", sostiene el impulsor del proyecto y maestro de ceremonias de la obra, el responsable hacer viajar al espectador desde el Londres del siglo XIX a un teatro madrile?o del siglo XXI, con varias paradas por medio. Todos los int¨¦rpretes son protagonistas del espect¨¢culo, en el que se puede ver, por ejemplo, un mon¨®logo de Espido Freire escenificado por ella misma, y otro firmado por Vanessa Montfort llamado Doctor Darwin y Mr. Hyde con Miguel ?ngel Mu?oz.

"El g¨¦nero fant¨¢stico en literatura es absolutamente comercial, y apasionan a un p¨²blico juvenil, que es tambi¨¦n lo que nos interesa", lamenta Montfornt. Por eso, la esencia del show a?ade Mar¨ªas, es lanzar una mirada tierna, alejada de los t¨®picos actuales de las criaturas fant¨¢sticas. "Los monstruos nos dan miedo, nos pueden estremecer, pero tal vez si los miramos y vemos su soledad interior, su tristeza, su incomunicaci¨®n, tal vez los podemos entenderlos un poco". Rescatan sobre todo la esencia de la fantas¨ªa del siglo XIX, una incursi¨®n m¨¢s honda, m¨¢s profunda y m¨¢s interesada en explorar los recovecos del alma, seg¨²n su punto de vista. "Las tendencias actuales son mucho m¨¢s simples, ¨²nicamente interesadas en captar p¨²blico sin entretenerse en ir m¨¢s all¨¢. Aquella literatura sumaba adem¨¢s del horror y la fantas¨ªa, algo que es clave y fundamental, la mirada sobre el ser humano, la ternura sobre la soledad, sobre la desesperaci¨®n".