Isabelle Huppert: ¡°Peligro ser¨ªa trabajar en papeles sin inter¨¦s¡±
Mujeres entre la fragilidad y el poder, misteriosas y llenas de matices, la actriz ha vuelto a conmover y mostrar su rigor interpretativo en las dos pel¨ªculas en Zinemaldia
Mujeres entre la fragilidad y el poder, misteriosas y llenas de matices. Melanc¨®licas y perplejas, due?as y defensoras de su destino. Isabelle Huppert (Par¨ªs, 1953) ha vuelto a conmover y mostrar su rigor interpretativo en las dos pel¨ªculas que ha presentado en la secci¨®n Perlas del festival de San Sebasti¨¢n: El porvenir, dirigida por Mia Hanson-Love, y Elle, de Paul Verhoeven. La primera se estrena este viernes en Espa?a mientras que Elle llegar¨¢ el 30.
Delgada, de negro, inteligente, seria y aut¨¦ntica. As¨ª es al natural una actriz que, con 40 a?os de carrera a sus espaldas, est¨¢ considerada una de las int¨¦rpretes m¨¢s impactantes y valientes del cine. ¡°Me parece un poco exagerado. Pienso que es un milagro que mi trabajo, realizado a partir de peque?os toques y momentos, conmueva de esa manera¡±, asegura la musa de directores como Claude Chabrol o Michael Haneke.
¡°Quiz¨¢s es esa forma de entrar en los personajes lo que acaba emocionando al espectador. Siempre intento entrar en la autenticidad y la verdad de una persona y eso nunca puede reducirse a una faceta¡±, a?ade. ¡°Me gusta descubrir los recovecos. Las mujeres fuertes y poderosas son fr¨¢giles y las que aparentemente son m¨¢s tiernas esconden cosas m¨¢s duras. Busco la ambig¨¹edad de los personajes y eso solo se consigue a trav¨¦s de aventuras como las que me han propuesto Verhoeven y Hanson-Love¡±, reconoce.
Con Haneke acaba de finalizar el rodaje de una historia sobre la indiferencia con los emigrantes en Europa: ¡°El filme de Michael es toda una cr¨ªtica pol¨ªtica a la sordera y ceguera de los europeos, la indiferencia de todos nosotros hacia lo que est¨¢ ocurriendo. Tenemos que ser conscientes de que vivimos en una burbuja, rodeados de un mundo de pobreza¡±.
Personajes en la cuerda
No cree que los personajes que acepta resulten m¨¢s comprometidos y dif¨ªciles, por m¨¢s que Verhoeven no encontrase a ninguna actriz en EE?UU que se atreviera a encarnar a la protagonista de Elle, esa v¨ªctima de una violaci¨®n que se enfrenta a la exploraci¨®n del deseo y la venganza, y tuviese que recurrir a Huppert, quien se atreve con todo, a la protagonista de La pianista, por citar un t¨ªtulo que la persigue de por vida. ¡°Hay papeles que te marcan y que contribuyen a que la gente piense que yo soy de una manera o de otra, pero no es as¨ª. Hay personajes que te marcan, pero que no te impiden dormir¡±, incide.
Rechaza categ¨®rica la palabra ¡°riesgo¡± para referirse al cine que ama. ¡°Quiz¨¢s es la palabra correcta en la percepci¨®n del espectador, pero no en la m¨ªa. Arriesgarse para una actriz implica peligro, pero yo no encuentro peligro en lo que hago. Peligro ser¨ªa trabajar con malos directores y papeles sin inter¨¦s. Es verdad que mis personajes est¨¢n siempre en la cuerda floja, pero es que no entiendo el cine sin transgresi¨®n. Me gusta que el cine tenga un punto amoral y transgresor. La percepci¨®n del espectador y el actor no tienen nada que ver. Donde el espectador sufre, el actor disfruta. Yo nunca sufro trabajando¡±.
Huppert no cree en el poder del cine: ¡°Creer que los actores o directores tienen poder es mera ilusi¨®n. Quiz¨¢s en otras esferas, como la pol¨ªtica, el poder representa algo, pero en el cine representa mucho menos de lo que creemos. El poder en el cine es muy vol¨¢til; un d¨ªa lo tienes y al siguiente lo pierdes¡±, dice esta defensora absoluta de la importancia de la filosof¨ªa necesaria para hacerse preguntas y comprender el mundo. Ha trasladado a la pantalla sus reflexiones con El porvenir, donde se enfrenta a una profesora de Filosof¨ªa que sabe encontrar la libertad y la independencia despu¨¦s de que su marido la abandone.
La int¨¦rprete planta cara a todo. ¡°?C¨®mo no voy a estar inquieta y preocupada por las amenazas sobre Europa? Nos tenemos que preguntar por qu¨¦ hemos llegado hasta aqu¨ª. Estamos en un estado de estupefacci¨®n. He le¨ªdo esta ma?ana que Francia es el pa¨ªs europeo m¨¢s afectado por este clima de impotencia. Tengo miedo, claro que s¨ª, pero aqu¨ª estamos; seguimos viviendo¡±.
Babelia
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