Cervantes se disfraza de vedette
El colectivo experimental La pocha nostra y Guillermo G¨®mez-Pe?a disfrazan al escritor de vedette y convierten a un agente de la frontera de EE UU en una diosa azteca
Ni Trump, ni Cervantes, ni tampoco la polic¨ªa fronteriza de Estados Unidos se han librado de la irreverencia que ha tra¨ªdo al Festival Cervantino el colectivo La pocha nostra. Arte experimental, cargado de denuncia que ha transformado al escritor en una vedette y al agente en una diosa azteca, mientras el magnate se ve¨ªa obligado a deambular por un escenario cargado de blasfemias.
Eran los personajes conocidos de una representaci¨®n a la que se han sumado cuerpos desnudos que soportaban la dictadura de la cinta m¨¦trica, quedaban cubiertos de mensajes que reclamaban libertad o se embadurnaban en la sangre que ca¨ªa de un cerdo muerto. Extravagantes representaciones que escond¨ªan una fuerte cr¨ªtica social y lanzaban el mensajes m¨¢s pol¨ªticamente incorrecto que ha habido hasta el momento en el certamen.
¡°Hay una cr¨ªtica a la heteronormatividad, a las pol¨ªticas convencionales de g¨¦nero y raza y a la cultura de la violencia, que en M¨¦xico no solamente incluye a los carteles del narcotr¨¢fico, sino tambi¨¦n a la polic¨ªa, el ejercito y numerosos pol¨ªticos¡±, ha asegurado el director art¨ªstico del grupo Guillermo G¨®mez-Pe?a.
Representaciones hechas para ser ¡°transitadas y no pensadas¡±, en las que el p¨²blico ha pasado a ocupar el escenario y liberarse as¨ª ¡°de la dictadura de la butaca, el silencio y la oscuridad del teatro¡±, ha defendido este 'performer' chicano. El espectador ha dejado de serlo y ha pasado a ser un integrante m¨¢s de la funci¨®n, un miembro activo que interactuaba y transformaba la obra.
¡°Vivimos en un mundo en el que la ciudadan¨ªa es un espectador pasivo, no solo en el teatro Ju¨¢rez y en el Principal, sino tambi¨¦n en el teatro de la violencia, la guerra, el ecocidio, la corrupci¨®n, el feminicidio y la homofobia. Todos ellos son hijos macabros de la globalizaci¨®n descarrilada¡±, ha defendido.
Diez performances no ensayadas que han evolucionado de forma libre durante la funci¨®n. Jugaban a provocar, a lanzar una dura cr¨ªtica a trav¨¦s de un lenguaje pol¨ªticamente incorrecto. Es el ¡°arte del aqu¨ª y el ahora, una cr¨®nica del presente¡± cargada de humor ¨¢cido, en la que los cuerpos se convierten en espacio para la reivindicaci¨®n. Hab¨ªa quien se clavaba agujas, se hac¨ªa piercings durante la funci¨®n o se dejaba vestir por el p¨²blico hasta que el espectador la convirtiese en su mujer ideal.
Una fuerte cr¨ªtica al machismo y la violencia que tambi¨¦n ha alcanzado a la religi¨®n. Una artista completamente desnuda ha repartido entre el p¨²blico la comuni¨®n, mientras la agente fronteriza convertida en diosa azteca portaba una oraci¨®n reclamaba piedad para los migrantes que van a Estados Unidos en tiempos de Trump.
Esa misma l¨ªnea fronteriza que el magnate quiere hacer infranqueable es la que cruza de forma reiterada el propio G¨®mez-Pe?a. A caballo entre San Francisco y la Ciudad de M¨¦xico vive este artista disidente que considera la performance es ¡°la pornogrof¨ªa del arte¡±. Con ella le planta cara al racismo que soporta en Estados Unidos, al candidato republicano o a este mundo ¡°que regresa a un patriotismo feroz¡±.
¡°Nos preocupa mucho este retorno al ultranacionalismo. Desde ISIS y sus propuestas fascistas, hasta Trump y las suyas. La sociedad se est¨¢ creyendo cada vez m¨¢s a los charlatanes de la extrema derecha que les ofrecen soluciones instant¨¢neas como el cierre de fronteras¡±, defiende.
Es precisamente La pocha nostra un colectivo formado por artistas que dejaron atr¨¢s sus pa¨ªses de origen y se vieron obligados a encontrar cobijo en una tierra ajena. De esos procesos migratorios, "de la cultura de fronteras ha nacido esta est¨¦tica".
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