A?os de orde?o y rosas
El p¨²blico tiene la sensaci¨®n de haberse colado en el despacho de Blesa: a cada ejemplo de codicia, le sigue otro mayor
Una selecci¨®n de los correos que Miguel Blesa cruz¨® mientras era presidente de Caja Madrid, ordenados, puestos en boca de sus protagonistas y comentados agudamente. La realidad, supera al arte. En Hazte banquero (lema publicitario con el que se endos¨® una operaci¨®n ruinosa a legiones de ahorradores), el p¨²blico escucha at¨®nito una selecci¨®n de las operaciones financieras que condujeron al descalabro de la anta?o ejemplar caja, mientras escruta el comportamiento de los consejeros que deb¨ªan velar por su buena marcha.
HAZTE BANQUERO
Autores: Simona Levi y Sergio Salgado.
Int¨¦rpretes: Josep Julien, Albert P¨¦rez, Elies Barber¨¤, Agn¨¦s Mateus.
M¨²sica: Revolution Void, Antony Raijekov.
Luz: Albert Mosoll.
Creaci¨®n audiovisual: Jordi Soler Quintana, Marta Felipe.
Director audiovisual:
Moreno.
Direcci¨®n: S. Levi.
Creaci¨®n: Xnet y 15MpaRato.
Madrid: Teatro Fern¨¢n G¨®mez, del 5 al 9 de octubre.
Tan importante como el que se coc¨ªa es el c¨®mo: catando la olla a trav¨¦s de regalos por asistir a los consejos de administraci¨®n, dietas aparte, cuyo incremento a seis mil euros por reuni¨®n Jos¨¦ Antonio Moral Sant¨ªn, vicepresidente de Caja Madrid, negoci¨® a cambio de votar la aprobaci¨®n de ciertos asuntos. Si la dieta de un solo d¨ªa equivale al salario m¨ªnimo de un a?o, ?cu¨¢ntos a?os de esperanza de vida median entre un obrero y un consejero?
La informaci¨®n llega al p¨²blico con la potencia, velocidad y continuidad de un g¨¦iser: a cada ejemplo de codicia, le sigue otro mayor, en una cuesta abajo moral sin fin. ?C¨®mo iba a fiscalizar Caja Madrid una pl¨¦yade de consejeros designados por partidos y sindicatos, si sus fundaciones se beneficiaban de ayudas sustanciosas?
De rato en rato, los actores nos recuerdan que estamos oyendo palabras textuales, por si no damos cr¨¦dito. Simona Levi, su directora, crea un espect¨¢culo a caballo entre el documental, el cabar¨¦ pol¨ªtico y el didactismo brechtiano, sin cuarta pared que valga. El p¨²blico tiene a veces la sensaci¨®n de estar asistiendo al juicio por las tarjetas opacas, pero otras, las m¨¢s, la seguridad de haberse colado en el despacho de Blesa, de cuyas mangas todos tiran. Albert P¨¦rez hace una interpretaci¨®n formidable del excompa?ero de colegio de Aznar, aturdido ante la avalancha de segundones que llegan a comerle la oreja con las pretensiones m¨¢s desahogadas que imaginarse pueda.
Fant¨¢stico, Josep Julien, en el papel de Enrique de la Torre, secretario del Consejo de Caja Madrid y urdidor, a lo que se ve, de sugerencias a cu¨¢l m¨¢s atrevida. El¨ªas Barber¨¤, gracios¨ªsimo, encarna al resto del reparto financiero con un simple cambio de chaqueta. Agn¨¦s Mateus, imprime de salida el ritmo endiablado que la funci¨®n requiere. Vayan y sepan.
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