La arquitectura sin tiempo de Cruz Ortiz
Un transformado Museo ICO repasa la trayectoria de los autores del Rijksmuseum y del futuro estadio Atl¨¦tico
La ampliaci¨®n del museo m¨¢s importante de Holanda ¡ªel Rijksmuseum de ?msterdam, al que dedicaron casi tres lustros¡ª; la primera estaci¨®n para el Ave ¡ªSanta Justa en Sevilla¡ª o el antiguo Estadio de la Peineta convertido, tres d¨¦cadas despu¨¦s, en agosto de 2017, en el nuevo campo del Atl¨¦tico de Madrid. Pruebe a ponerle fecha a alguno de estos proyectos. Que los edificios de los sevillanos Antonio Cruz (1948) y Antonio Ortiz (1947) no parecen tenerla es lo que los define como arquitectos. ?C¨®mo se consigue hacer una arquitectura fuera del tiempo? ¡°Forma parte de nuestra manera de ser y de entender la profesi¨®n. No hemos estado nunca obsesionados con la ¨²ltima discusi¨®n del momento¡±.
Adem¨¢s de l¨®gica, la decisi¨®n de evitar las modas hoy puede parecer f¨¢cil. Pero mantenerla cuarenta a?os no debe de haberlo sido. ¡°No fue a priori. No planificamos un libro de estilo. Nuestro trabajo sale del cine y la literatura que nos gusta. Todo comparte unos valores asentados por el tiempo. Nos interesan los creadores que hablan de sus propias experiencias con mucha independencia¡±.
Una exposici¨®n en el Museo ICO de Madrid repasa esa trayectoria que los socios fundadores de este estudio ¡ªde 30 personas en Sevilla y 7 en ?msterdam¡ª explican en 50 proyectos, 70 maquetas, 100 croquis y solo cuatro grandes fotograf¨ªas. ¡°No se trata de impresionar con los dibujos. Quer¨ªamos sentar al visitante a la mesa de trabajo¡±, cuenta el comisario, Jes¨²s Ulargui. Las cuatro grandes im¨¢genes las tom¨® un artista, Jos¨¦ Manuel Ballester, de cuatro interiores. Y esa es otra de las claves que definen a estos arquitectos: sus interiores son por lo menos tan importantes como sus fachadas. Seguramente m¨¢s. ¡°Jaulas metaf¨ªsicas all¨ª donde hab¨ªa patios¡±, resume Rafael Moneo en el cat¨¢logo para describir el Rijksmuseum. Eso se traduce en ponerse al servicio del usuario y de la ciudad por delante de defender la singularidad de su creaci¨®n. En coherencia con ese proceder, su exposici¨®n en el ICO es, por encima de una muestra, una cura. Los arquitectos deshicieron la separaci¨®n entre los dos principales espacios de exposici¨®n y han transformado ese centro ¡ªuna sucesi¨®n de salas¡ª en un lugar nuevo. Es el de siempre pero tiene m¨¢s entidad. Es dif¨ªcil explicar arquitectura o transmitir lo que uno hace con mayor econom¨ªa: demostrando c¨®mo se hace en el espacio donde a uno le toca exponer. En lugar de decorar, adornar o aclimatar para mostrar su obra, Cruz y Ortiz han mejorado el Museo ICO: sus conexiones, su l¨®gica, su iluminaci¨®n, su organizaci¨®n y su imagen.
Finalistas de la nueva ampliaci¨®n del Museo del Prado, para contestar si creen haber experimentado lo suficiente y si adem¨¢s de responsables han sido tambi¨¦n osados, Antonio Cruz remite al futuro Estadio del Atl¨¦tico de Madrid. ¡°El de la Peineta ¡ªbueno, en el Atl¨¦tico ya no quieren que le llamemos as¨ª¡ª el? de la Comunidad de Madrid era un estadio con un solo grader¨ªo. Si eso no es arriesgado¡¡±, Cruz cuenta que el saltador de vallas Edwin Moses dijo que no hab¨ªa corrido nunca en un sitio tan raro. ¡°Por lo menos se dio cuenta de d¨®nde estaba¡±.
Ambos arquitectos admiten que en su profesi¨®n es muy f¨¢cil equivocarse. De los m¨¢s de medio centenar de proyectos realizados, ellos creen no haber errado ¡°en por lo menos unos 16¡±. Algunos, como el Pabell¨®n para la Expo de Hannover o el Estadio sevillano de la Cartuja ¡°son historias tristes¡±. El primero porque naci¨® para ser desmontado y sigue en pie y vac¨ªo. El segundo, porque est¨¢ abandonado. ¡°Mirando hacia atr¨¢s no vemos grandes vaivenes, ni grandes cambios de actitud. Pero tampoco sentimos verg¨¹enza¡±.
Babelia
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