El debut descarnado de Otto Dix en M¨¦xico
¡®Violencia y pasi¨®n¡¯, la primera exposici¨®n dedicada al pintor alem¨¢n en el pa¨ªs, se estrena en el Museo Nacional de Arte


Combates encarnizados al l¨ªmite de la vida y la muerte. Postales de cabaret en las que convive lo sacro con lo profano. Lienzos que lanzan un grito de denuncia contra las injusticias sociales m¨¢s habituales y m¨¢s absurdas. La obra del alem¨¢n Otto Dix (Gera, Alemania; 1891 ¨C Singen, Alemania; 1969), uno de los pintores m¨¢s reconocidos del siglo pasado, vio el sufrimiento a los ojos y retrat¨® como pocos una ¨¦poca marcada por la guerra, la barbarie y las pasiones humanas m¨¢s desencajadas y contradictorias. Esto es lo que encontrar¨¢ el p¨²blico en Violencia y pasi¨®n. La primera exposici¨®n dedicada a Dix en M¨¦xico arranca este 12 de octubre en el Museo Nacional de Arte (Munal) y recoge 174 trabajos de las etapas m¨¢s significativas de su trayectoria art¨ªstica.
Dix se hizo artista en el frente de batalla de la Primera Guerra Mundial, su carrera se proyect¨® en la etapa de entreguerras y despu¨¦s fue degradado por los nazis como un "artista degenerado". Su estilo, que fue influido por Vincent van Gogh y Friedrich Nietzsche en sus inicios, fue criticado porque oscilaba entre el realismo y el expresionismo, sin querer encasillarse en una sola corriente. "Ambas formas de expresi¨®n art¨ªstica son igual de importantes en su recorrido, podr¨ªamos hablar de un ¡®realismo expresivo¡¯, que buscaba superar la capa m¨¢s superficial y llegar a los fundamentos de la realidad", explic¨® la curadora de la exposici¨®n, Ulrike Lorenz. "El p¨²blico mexicano se va a reconocer en su obra", a?adi¨®.
"Era un testigo de su tiempo y del mundo en el que vivi¨®, y su mensaje est¨¢ vigente porque la violencia, las inequidades sociales y la discriminaci¨®n siguen presentes", coment¨® Leander Dix, nieto del artista, durante la inauguraci¨®n. "El principal legado de mi abuelo es que el p¨²blico y los nuevos artistas podr¨¢n disfrutar de su trabajo y replantearse su forma de ver la vida", agreg¨® el joven, quien agradeci¨® que se honrara a su familia con esta exhibici¨®n.
La muestra, que forma parte de las celebraciones por el a?o dual de Alemania y M¨¦xico, est¨¢ presentada como un estrecho laberinto que confronta al espectador en un ambiente ¨ªntimo y lo conduce a trav¨¦s de siete ejes tem¨¢ticos. Un autorretrato de un Dix joven, que fuma un cigarro en su tiempo como estudiante, da la bienvenida a los asistentes. En la exposici¨®n se pueden apreciar paisajes, grabados y retratos originales, as¨ª como r¨¦plicas de algunas de sus obras m¨¢s importantes.
La tem¨¢tica de pasi¨®n y violencia, en apariencia dicot¨®mica, se hace presente en toda la exhibici¨®n y utiliza el sufrimiento como hilo conductor, tal como la etimolog¨ªa de Leidenschaft, la palabra alemana para pasi¨®n, que viene de leiden (sufrir). La ¨²ltima obra de la exposici¨®n es un autorretrato ¨²nico y poco exhibido, en el que Dix cambia el semblante serio y posa sonriente con una de sus nietas. "Todo lo que he visto es bello", afirm¨® hacia el final de su vida el pintor, en un giro a su mirada cr¨ªtica de la sociedad, pero que confirma su propuesta est¨¦tica y pl¨¢stica.
Antes de llegar al Munal, Violencia y pasi¨®n estuvo del 17 de junio al 18 de septiembre en el Museo de Arte Contempor¨¢neo (Marco) de Monterrey. La exposici¨®n est¨¢ abierta a todo p¨²blico y cuesta 60 pesos (tres d¨®lares), y es gratis para estudiantes y profesores, as¨ª como los domingos. Tambi¨¦n est¨¢n previstos talleres y conferencias sin costo durante la estancia de Dix en la Ciudad de M¨¦xico.
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