H¨¦ctor Abad Faciolince apadrina una editorial para nuevos escritores colombianos

Un taller de escritura que todav¨ªa no tiene fin. Varios j¨®venes que llevan reuni¨¦ndose con el escritor colombiano H¨¦ctor Abad Faciolince desde 2012 se convirtieron en sus aliados y este mes lanzaron la editorial Angosta. Despu¨¦s de varios a?os de leer y volver a leer, el autor de El olvido que seremos (Planeta, 2006) le propuso a uno de los asistentes a sus talleres que crearan una editorial. Abad Faciolince encontr¨® que hab¨ªa muchos autores nuevos que no reciben apoyo. Jos¨¦ Ardila (hoy editor de Angosta) acept¨®. A ellos se uni¨® m¨¢s gente y decidieron apostar por ser la ¡°puerta amplia por la que pasan los rechazados¡±. Los que son rechazados por las grandes editoriales, los que no tienen respaldo.

El escritor colombiano ten¨ªa los ahorros de algunas traducciones de sus obras y, en lugar de comprar una casa en Madrid (como cuentan que lo ten¨ªa pensado), se los dio a Angosta. ¡°Est¨¢ claro que es una empresa con ¨¢nimo de quiebra, que tiene claro que su objetivo no son las ganancias¡±, dice Ardila, el editor. Tiene 30 a?os y asegura que el taller, que termin¨® convertido en una editorial, le ha dado la posibilidad de descubrir el complejo camino que se debe seguir para hacer un libro y lo dif¨ªcil que resulta para los autores in¨¦ditos conseguir apoyo.

La idea es publicar al menos 10 veces al a?o. Empezaron con La corriente, escrito por Juliana Restrepo, una autora desconocida en el ¨¢mbito literario, una mujer que estudi¨® F¨ªsica y que escribe. Que escriban y que lo hagan bien es lo ¨²nico que le interesa a esta editorial. Por eso, no importa que la autora del pr¨®ximo libro (una novela) tan solo tenga 18 a?os y todav¨ªa sea estudiante de colegio. ¡°No vemos la edad, simplemente queremos abrir un espacio a buenos textos¡±, dice el editor, que asegura que esperan incursionar tambi¨¦n en los libros digitales, pero no como unas versiones del impreso sino como la posibilidad de aprovechar lo que brinda el entorno de Internet.

¡°Quise tener una editorial porque he participado en todos los procesos del libro menos en este de fundar una editorial¡±, ha dicho H¨¦ctor Abad. Despu¨¦s de escribir, traducir, corregir y vender libros, intentar¨¢ ahora buscar nuevos escritores en castellano y rescatar¨¢ libros de otras lenguas y otras ¨¦pocas. ¡°Queremos hacer libros que la gente pueda comprar, nuestro principal objetivo es que sea bueno, pero que sean comprables. Nuestra tarea es sacar buenos libros y que est¨¦n a disposici¨®n de un lector¡±, asegura Ardila. El sello tambi¨¦n espera aportar al momento que vive Colombia. ¡°M¨¢s que hablar de paz, creemos que esta clase de proyectos culturales abre campos y siembran semillas. El solo hecho de buscar talentos j¨®venes ya es empezar a formar parte de ese nuevo momento¡±, agrega.

Cuentan que la elecci¨®n del nombre, al que se lleg¨® por descarte, ¡°recoge, aunque sea por accidente, la esencia del proceso editorial: el de los autores es una senda angosta, un paso para unos pocos. Angosta, as¨ª suene estrecha, es capaz de albergar a todas estas l¨ªneas de trabajo. Es una Angosta que aspira a respirar, a ampliarse¡±. En los pr¨®ximos d¨ªas abrir¨¢n una convocatoria p¨²blica para recibir propuestas y a la que mejor est¨¦ escrita editarle un libro.