Cercas regresa a la Guerra Civil con la historia de un familiar falangista
El escritor publicar¨¢ en febrero ¡®El monarca de las sombras¡¯, una novela que el autor considera ¡°complementaria¡± de su gran ¨¦xito ¡®Soldados de Salamina¡¯


Javier Cercas regresa a la Guerra Civil. 16 a?os despu¨¦s del impactante Soldados de Salamina (Tusquets), el escritor retoma el conflicto b¨¦lico y con una implicaci¨®n personal y afectiva mucho mayor: El monarca de las sombras, que Literatura Random House publicar¨¢ el 16 de febrero pr¨®ximo, narra la historia de un t¨ªo de su madre, falangista y alf¨¦rez del ej¨¦rcito rebelde, fallecido a los 19 a?os en la batalla del Ebro y que durante un tiempo fue el h¨¦roe de la familia. No puede ser el libro de la 68? Feria de Libro Fr¨¢ncfort porque ninguno de sus editores internacionales suelta al autor y porque algunos incluso desconocen a¨²n su existencia, pero ayer empezaba a ser la comidilla en los mentideros m¨¢s se?alados con un denominador com¨²n: est¨¢ a la altura, en forma y fondo, de la obra que elogiaron desde Mario Vargas Llosa a Sontag y de Coetzee a Steiner.
¡°Es el libro que quer¨ªa escribir desde que soy escritor y antes incluso; he tenido esa historia siempre en la cabeza porque es un episodio que nos marc¨® en casa, que me contaba mi madre de ni?o y que no sab¨ªa si podr¨ªa abordar porque era afrontar el pasado falangista de mi familia¡±, comenta desde Espa?a el escritor, reacio a dar ya demasiados detalles sobre su nueva novela.
¡°En Espa?a, somos incapaces de afrontar el pasado¡±
Cuatro meses antes de publicarse, Javier Cercas ya intuye qu¨¦ pasar¨¢ con El monarca de las sombras. "Como vuelvo a tocar a un falangista, dir¨¢n que hago revisionismo; pero no es cierto: todo el mundo con dos dedos de sentido com¨²n sabe que los republicanos ten¨ªan raz¨®n y los otros, no; aqu¨ª la pregunta es si todos los republicanos eran moralmente buenos y todos los franquistas moralmente perversos. ?Este pariente m¨ªo era moralmente mejor que yo?", plantea Cercas. En su libro aborda por vez primera la emigraci¨®n y el desarraigo a partir del pueblo extreme?o de su familia, Ibahernando, donde naci¨® en 1962 y que dej¨® para vivir en Catalu?a. "Hablo del pasado porque el presente actual empieza all¨ª. Este libro habla de la necesidad de asumirlo, aunque no guste: somos incapaces de afrontar el pasado. Yo, teniendo en la familia un pasado falangista, tampoco lo hab¨ªa hecho hasta ahora", asegura.
El retorno al conflicto civil pill¨® de sorpresa al propio autor. ¡°Tras Soldados¡ me dije que no volver¨ªa a escribir sobre la Guerra Civil porque cre¨ª agotado el tema; pero me di cuenta de que esa historia dom¨¦stica era complementaria y ten¨ªa relaci¨®n directa, culminaba la pregunta con la que arrancaba Soldados...: la herencia de la violencia de la guerra, esa presencia abrumadora del pasado sobre el presente¡ En el fondo, de eso tratan la mayor¨ªa de mis libros: Anatom¨ªa de un instante; El impostor¡¡±, confiesa.
Si de algo se muestra satisfecho Cercas es de haber exorcizado la historia, la de Manuel Mena, falangista, alf¨¦rez del ej¨¦rcito franquista que acab¨® falleciendo en septiembre de 1938 con s¨®lo 19 a?os. ¡°Mi madre, protagonista secreta de esta historia, era una ni?a de siete a?os; viv¨ªan en la misma casa; el episodio dej¨® en la familia esa herencia de dolor, ese punto de supuesto hero¨ªsmo¡ El libro intenta entender por qu¨¦ era visto en casa como h¨¦roe¡±. Y ha tardado a?os en comprenderlo. ¡°La devoci¨®n no era por lo pol¨ªtico, era por lo vital, era como un hermano mayor¡ En cualquier caso, quedaban abiertas las preguntas de siempre: ?Qu¨¦ fascin¨® a ese chico para hacerse falangista y llegar hasta la violencia de la guerra, a militar en el lado equivocado de la historia, a defender con su sangre una causa injusta que quiz¨¢ entonces no se ve¨ªa as¨ª?¡±.
T¨ªtulo con trastienda
Como siempre en su obra, el t¨ªtulo escogido por Cercas tiene trastienda literaria y moral. ¡°Era inevitable porque sale de las propias entra?as del libro: es en el ¨²nico momento de La Odisea en el que aparece Aquiles, el h¨¦roe perfecto que cae en combate, joven, paradigma de la ¨¦tica griega; Ulises se encuentra con ¨¦l en el Hades y le dice que ah¨ª abajo debe ser "el monarca de las sombras"; Aquiles le responde que preferir¨ªa seguir siendo el ¨²ltimo siervo del ¨²ltimo vivo¡ Aquel t¨ªo de mi madre era una especie de Aquiles familiar¡±. La naturaleza equ¨ªvoca del h¨¦roe, como en El impostor o en Soldados¡ reaparece.
Tambi¨¦n en lo formal El monarca de las sombras remite a Soldados¡ y a buena parte de su bibliograf¨ªa al difuminar las barreras entre realidad y ficci¨®n. As¨ª, la novela mantiene dos l¨ªneas, la biograf¨ªa del familiar y el trabajo de investigaci¨®n sobre el mismo. En esta ¨²ltima admite Cercas que ha jugado con mayor libertad, con apariciones de personajes reales como su amigo (y director de la versi¨®n cinematogr¨¢fica de Soldados¡ en cine), David Trueba o el editor y periodista Ernest Folch. ¡°El libro tiene quiz¨¢ un tres por ciento de ficci¨®n, luego es una novela: s¨®lo que haya un gramo novelado ya es ficci¨®n; aqu¨ª hay una batalla entre ficci¨®n e historia¡±, explica. En cambio, la reconstrucci¨®n de la vida de Manuel Mena la ha hecho ¡°con un af¨¢n de historiador casi mani¨¢tico¡±, puntualiza Cercas, que ha debido trabajar duro ya que la familia quem¨® todo rastro del falangista. ¡°Apenas han sobrevivido una foto y alg¨²n papel; para no sufrir m¨¢s, no dejaron nada¡±. Pura guerra civil espa?ola.
Turqu¨ªa y Hong Kong, sin palabras
No todo en la Feria de Fr¨¢ncfort es negocio ni espectaculares presentaciones de libros, como la que realiz¨® ayer de su gigantesco y exclusivo libro el artista David Hockney, que con sus nuevas diabluras con el iPad (como ya hiciera d¨¦cadas atr¨¢s con las im¨¢genes de Polaroid) promueve estos una de las novedades de este a?o, los cerca de 2.000 metros cuadrados de The Arts+ para crear sinergias entre el mundo del libro y la creaci¨®n art¨ªstica y la industria cultural. Tambi¨¦n hay tiempo para la reivindicaci¨®n pol¨ªtica.
Y ah¨ª encabeza tristemente el r¨¢nking Turqu¨ªa. El presidente de la Asociaci¨®n Internacional de Editores, Richard Charkin, alert¨® ayer de la dram¨¢tica situaci¨®n que vive la libertad de expresi¨®n en Turqu¨ªa por la represi¨®n que el presidente Erdogan ha lanzado tras el fallido intento de golpe de Estado a, entre otros sectores, el de los escritores, periodistas y editores. Las cr¨ªticas referencias ya hab¨ªan aflorado en la ceremonia oficial de una feria que se celebra en un pa¨ªs con una notable emigraci¨®n turca. No es para menos: se cifran en 140 las empresas culturales y period¨ªsticas que han sido cerradas, 30 de las cuales editoriales, algunas incluso de libros infantiles. M¨¢s de 130 escritores y periodistas estar¨ªan hoy en las prisiones turcas.
Por ello, es usual encontrar entre los largos pasillos de la feria alg¨²n que elemento publicitario de la campa?a Free Words Turkey, lanzada por el PEN Club alem¨¢n y Reporteros sin Fronteras, para que el gobierno alem¨¢n exija a la Comisi¨®n Europea que no se acepte esa situaci¨®n en las negociaciones de Turqu¨ªa para su entrada en la UE como mal menor o puro cambalache ante la pol¨ªtica del flujo de inmigrantes o el uso militar de sus bases. Llevan recogidas 80.000 firmas.
No es, desgraciadamente, la ¨²nica situaci¨®n de dram¨¢tica libertad de expresi¨®n. Tambi¨¦n se ve estos d¨ªas a Angela Gui, hija del editor de Hong Kong Gui Minhai detenido, junto a cuatro colegas m¨¢s, por las autoridades chinas en octubre del a?o pasado, por publicar (Mighty Current) y vender (Causeway Bay Books) libros cr¨ªticos con el r¨¦gimen. Pa¨ªses sin palabras en la gran feria de las palabras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
