La Fiesta del cine bate su r¨¦cord: 2,6 millones de espectadores en tres d¨ªas
La XI edici¨®n de la iniciativa con entradas a 2,90 euros llena las salas como nunca Los exhibidores vinculan una reducci¨®n de precios a la bajada del IVA cultural
Michel Conde sali¨® del cine. Esper¨® unos minutos, mir¨® el m¨®vil, quiz¨¢s pens¨® en El contable, el filme que acababa de disfrutar, y volvi¨® a meterse en la sala. Esta vez para ver Un monstruo viene a verme. En cuatro horas del pasado martes en Madrid, vio tantas pel¨ªculas en la butaca de un cine como el espa?ol medio en un a?o. Son cosas que ocurren durante la Fiesta del Cine, cuando las entradas valen 2,90 euros, los espectadores invaden las salas y Espa?a redescubre el s¨¦ptimo arte. La und¨¦cima edici¨®n, que termin¨® ayer mi¨¦rcoles, ha multiplicado el entusiasmo y batido un nuevo r¨¦cord:?2.651.494 entradas vendidas en tres d¨ªas, seg¨²n cifras definitivas de la empresa especializada ComScore (antes Rentrak). Se trata del mejor dato de siempre para la iniciativa, que supera en 400.000 espectadores a la anterior marca hist¨®rica: los 2,2 millones de octubre de 2014.
El r¨¦cord es el resultado de tres d¨ªas extraordinarios en las salas. El lunes, con 637.881 entradas vendidas, supuso el mejor arranque de la historia de la Fiesta del Cine. El martes hubo 925.685 asistentes, la cifra m¨¢s alta para ese d¨ªa de la semana desde que ComScore analiza los datos de taquilla. Y ayer mi¨¦rcoles, a falta de n¨²meros definitivos, entr¨® en el restringido club de los 14 d¨ªas en lo que va de siglo en los que se super¨® el mill¨®n de espectadores en las salas. Las cifras provisionales de ComScore hablan de 1.035.392 entradas vendidas, la mejor jornada para los cines espa?oles desde el 21 de noviembre de 2009. Quedar¨ªa por debajo, eso s¨ª, del r¨¦cord absoluto de asistencia a las salas: 1,3 millones, el 7 de diciembre de 2003.
¡°Si organizas con cari?o una fiesta y no va nadie es un fracaso. En cambio, si tu casa acaba desbordada, supone un ¨¦xito¡±, resume Juan Ram¨®n G¨®mez Fabra, presidente de FECE, la federaci¨®n de los exhibidores. La iniciativa parec¨ªa haber encontrado su equilibrio, entre el mill¨®n y medio y los dos millones de espectadores en sus ¨²ltimas ediciones, hasta esta sorpresa. ¡°Octubre es una ¨¦poca alta, hay cierto incremento en la asistencia a salas en los dos ¨²ltimos a?os [95 millones de entradas vendidas en 2015, siete m¨¢s que en 2014, seg¨²n el anuario de la SGAE] y una oferta variada y de calidad en la cartelera¡±, explica G¨®mez Fabra. Oferta que empieza con Un monstruo viene a verme, el nuevo filme de J. A. Bayona, l¨ªder de taquilla y de esta fiesta.
Entre sus espectadores, estaba C¨¦sar Trigo, quien entr¨® el martes a una sala por primera vez en cuatro a?os. Frente a la misma pantalla se encontraban la joven Clara y cuatro amigas, que hasta se autorretrataron con un selfie antes de entrar, o Mar¨ªa de la Luz Ram¨®n, de 58 a?os, que, tras El hombre de las mil caras, de Alberto Rodr¨ªguez, y el filme de Bayona, iba a volver para Snowden. La Fiesta del Cine re¨²ne a p¨²blicos muy distintos y devuelve, de golpe, la magia de una sala llena donde decenas de personas r¨ªen o suspiran a la vez, lo que dif¨ªcilmente sucede en una sesi¨®n normal, que de media suma 24,5 asistentes.
El problema fundamental
?Por qu¨¦? He aqu¨ª la otra secuencia que se ve cada celebraci¨®n. Valga como ejemplo la encuesta improvisada a unos 25 espectadores en una sala de Madrid el martes. ?Qu¨¦ tiene que cambiar para que usted venga m¨¢s al cine? Y 25 respuestas id¨¦nticas: ¡°El precio¡±. ¡°Es una pena, es el problema fundamental¡±, sosten¨ªa Conde en su pausa entre una cinta y otra. ¡°Es mi queja principal. Eso y que haya pocas proyecciones en versi¨®n original¡±, terciaba Vanesa Mart¨ªn Gallego, de 31 a?os. Muchos asistentes ped¨ªan, de paso, que la fiesta se celebre m¨¢s a menudo, algo que los exhibidores descartan por insostenible. Tampoco resulta ajeno a su ¨¦xito el efecto llamadade cualquier fiesta o evento.
Las m¨¢s vistas de la Fiesta
Estas son las 10 pel¨ªculas m¨¢s vistas en los primeros dos d¨ªas de la Fiesta del Cine, seg¨²n datos de Rentrak:
1_Un monstruo viene a verme
2_La chica del tren
3_Inferno
4_El contable
5_La fiesta de las salchichas
6_El hogar de Miss Peregrine para ni?os peculiares
7_Cig¨¹e?as
8_Ozzy
9_Mike y Dave buscan rollo serio
10_Mechanic: Resurrection
La industria, en realidad, lleva a?os escuchando la rabia del p¨²blico. Y tom¨® nota y medidas. La fiesta pas¨® de anual a semestral y el precio medio de una entrada, tras dispararse por encima de los siete euros, ha ido bajando hasta 6,1 en 2015, seg¨²n el anuario de la SGAE. Es una cifra parecida, a menudo inferior, a la de los principales pa¨ªses europeos.
El cine en Espa?a cuesta menos, de media, que un concierto (12,60 euros, seg¨²n el portal Ticketea) o un partido de f¨²tbol (70 euros, calcula el buscador GoEuro). A ello se suman el d¨ªa del espectador, las tarjetas de fidelidad y decenas de ofertas m¨¢s, quiz¨¢s incluso demasiadas. ¡°Tal vez habr¨ªa que hacer un trabajo de marketing para transmitir a los espectadores los precios reales. Ahora puede ser complicad¨ªsimo orientarse¡±, sostiene Ramon Colom, presidente de FAPAE (la confederaci¨®n de productores audiovisuales). Representantes de la industria suelen recordar que la reducci¨®n del precio afronta otros dos enemigos: la pirater¨ªa en Internet y el IVA cultural del 21% que impuso el Gobierno en 2012.
Aun as¨ª, descuentos y promociones casi siempre excluyen s¨¢bados y domingos, las dos jornadas en que los espa?oles m¨¢s visitan las salas, seg¨²n FECE ¡ªla tercera es el mi¨¦rcoles, el d¨ªa del espectador¡ª. ¡°No se puede hacer una valoraci¨®n del mercado en funci¨®n de unos d¨ªas. No vas a tener abierto el cine solo viernes y s¨¢bado, sino toda la semana, que para eso lo tienes, y hay que compensar¡±, defiende Colom. Pero lo cierto es que en Madrid o Barcelona los espectadores pagan m¨¢s de nueve euros y se quejan. ¡°El precio medio actual es razonable y no creo que baje mucho, pero esa percepci¨®n del p¨²blico es real y nos toca a nosotros trabajar para mejorarla, aunque por debajo de ocho euros una entrada para un fin de semana ya no ser¨ªa sostenible¡±, indica G¨®mez Fabra. Y recalca: ¡°Por supuesto que se pueden reducir los precios: que nos bajen el IVA¡±. Eso s¨ª que ser¨ªa toda una fiesta del cine.
Descuentos de ¨²ltima hora, d¨ªas gratuitos y otros trucos
Las entradas para ver Norma en el Teatro Real de Madrid se agotaron ayer tres minutos antes de las cuatro de la tarde. Si no se hubieran acabado, cualquier menor de 30 a?os podr¨ªa haberlas adquirido por unos 20 euros y haber disfrutado de la ¨®pera en el patio de butacas junto a alguien que pag¨® por su asiento m¨¢s de 200 euros. Ello se debe a los descuentos que ofrece este teatro en el ¨²ltimo minuto, un 90% sobre el precio para los menores de 30 y un 60% para los menores de 35. Por eso, en muchas ocasiones se forman colas que dan la vuelta al edificio, ya que solo se pueden conseguir estos precios en la taquilla y desde cuatro horas antes de la funci¨®n.
Una oferta parecida tiene el Centro Dram¨¢tico Nacional, con descuentos del 70% cuando queda media hora para que suba el tel¨®n, lo que garantiza el lleno de la sala.
Las mismas colas se forman en muchos museos cuando va a empezar el horario gratuito. El Reina Sof¨ªa aumenta sus visitantes entre un 20% y 25% de siete a nueve, cuando la entrada es libre, y eso que el 65% de su p¨²blico no paga para entrar, al acogerse a algunas de las condiciones de gratuidad que ofrecen. Cuando no pagar se debe a una jornada como el 18 de mayo (D¨ªa Internacional de los Museos), las cifras duplican su media de unos 6.000 visitantes diarios. El Guggenheim bati¨® el pasado fin de semana su r¨¦cord de visitas con 27.925 personas. El centro bilba¨ªno celebraba su aniversario, una de las pocas ocasiones en que no hay que pagar. El Musac de Le¨®n multiplic¨® por cinco su asistencia diaria y debi¨® aumentar las visitas guiadas programadas el 12 de octubre. Tambi¨¦n era gratis.
Los museos se desbordan en eventos como las Noches en Blanco. A¨²n se recuerda en el del Traje de Madrid la de 2006, cuando las explicaciones sobre una de las piezas pasaron de atraer a 25 personas en la sala a llenar varias veces las 190 butacas del sal¨®n de actos.
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