Estetoscopios
Entre lo visto y lo que uno imagina el programa 'Centro M¨¦dico' cumple con creces
Contrita, se comunic¨® con el amante desde el m¨®vil: ¡°Alfredo, lo nuestro no puede continuar¡±. Su novio yac¨ªa en una cama hospitalaria, en aparente estado vegetativo, pero se hab¨ªa enterado de que era cornudo porque sufr¨ªa un ¡°s¨ªndrome de enclaustramiento incompleto¡±: pudo escuchar la conversaci¨®n pero no reaccionar, ni manifestar vida. Un m¨¦dico descubri¨® que era capaz de comunicarse subiendo y bajando el globo ocular. ¡°?Me perdonas mi amor?¡±. El yaciente le dijo que s¨ª, que segu¨ªa queri¨¦ndola, con un movimiento de pupila enamorada. La m¨ªa tambi¨¦n se humedeci¨®. ?Culebr¨®n venezolano? No, un hecho real escenificado en Centro M¨¦dico, que goza de buena salud en TVE desde su estreno hace un a?o,
Mi apego a la adaptaci¨®n espa?ola de The Clinic no tiene mucho m¨¦rito pues soy mediopensionista en hospitales nacionales e internacionales desde que me romp¨ª la crisma en Alicante al tropezar en bici con un cami¨®n aparcado. A?os despu¨¦s, me deshues¨¦ el codo en Cuba despegando de una moto, correg¨ª una diplop¨ªa por trauma en Estados Unidos, y un calambrazo cerebral viendo telebasura me espabil¨®. Como hace poco me reventaron el cristalino, indago sobre la colecci¨®n primavera verano de parches pirata por si falla el ca?oneo de colirios al que estoy siendo sometido.
Pero no hace falta conocer la tesis del italiano Valsalva sobre el cierre de la glotis, ni las causas del hipo incesante, para engancharse a un programa con muchos finales felices para no asustar. Si la lumbalgia y la gastritis le traen al pairo, Centro M¨¦dico cuenta con un adictivo arsenal de broncas, enredos amorosos y seminaristas reacios a la exploraci¨®n testicular.
Abundan los casos ¡°humanos¡±, edificantes: un hijo irrumpe a gritos en la habitaci¨®n de su padre con c¨¢ncer llamando furcia a su segunda pareja, una joven extranjera all¨ª presente. S¨®lo quiere la herencia del moribundo, acusa. Pero resulta que el padre se cura y ella, feliz. Entre lo visto y lo que uno imagina el programa cumple con creces.
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