Nacho Duato: ¡°Berl¨ªn tiene algo de provinciano, me esperaba m¨¢s¡±
El bailar¨ªn no ser¨¢ renovado al frente del Staatsballet, el m¨¢s importante de Alemania Ataca a sus cr¨ªticos, sus sucesores y al alcalde de la capital alemana
Nacho Duato entra canturreando en su austero despacho del Staatsballet. El core¨®grafo y bailar¨ªn valenciano (Valencia, 1957) est¨¢ satisfecho con la acogida del p¨²blico a su Cascanueces, con el que ha tratado de ¡°quitar el polvo¡± de los cl¨¢sicos. Pero al director del ballet m¨¢s importante de Alemania se le nota dolido con los pol¨ªticos que lo nombraron, con los cr¨ªticos y, en general, con el trato recibido desde que lleg¨® a Berl¨ªn en 2014. El ¨²ltimo mal trago se lo propin¨® el alcalde, Michael M¨¹ller, que en septiembre convoc¨® una rueda de prensa para anunciar la no renovaci¨®n de su contrato en 2019 y su sustituci¨®n por Sasha Waltz y Johannes ?hman.
Es bochornoso que tenga que gobernar Rajoy, el de Luis s¨¦ fuerte. En Alemania ser¨ªa impensable
A Duato no le agrada recordar ese momento. Se queja de que le han cortado las alas en un a?o decisivo. ¡°Yo estaba de acuerdo en irme en 2019, pero les ped¨ª que no lo anunciaran todav¨ªa. Con esta sensaci¨®n de inestabilidad, mucha gente no viene a hacer audiciones. Pero todos sabemos que ten¨ªan que decirlo antes por las elecciones berlinesas [celebradas pocos d¨ªas despu¨¦s de la rueda de prensa]. Y porque si no, no firmaba esa se?ora que quer¨ªan cueste lo que cueste¡±. Tambi¨¦n reprocha al alcalde no haber asistido a ninguno de sus espect¨¢culos y fiarse solo de las ¨Cmuy malas- cr¨ªticas.
M¨¹ller s¨ª fue al estreno del Cascanueces, ?no? ¡°S¨ª, y le di la bienvenida. Hay gente que infravalora a los bailarines. Se creen que somos tontos. Y de tontos, nada¡±, asegura con una media sonrisa.
Los cr¨ªticos son otros de sus caballos de batalla. Dice que las rese?as negativas no le molestan. ¡°Al contrario, me dan marcha¡±. Pero s¨ª protesta por haber sido recibido ¡°de u?as¡± desde el primer momento. Y por las mentiras. La prensa le acusa de carecer de una visi¨®n para una compa?¨ªa con un presupuesto anual superior a 11 millones de euros y de estar poco presente en Berl¨ªn. ¡°?Esa es una de las mentiras! Estoy todo el d¨ªa aqu¨ª. No s¨¦ qu¨¦ m¨¢s puedo hacer. ?Limpiar el estudio en lugar de la chica turca que viene por las ma?anas? Tambi¨¦n escriben que el ¨²ltimo estreno fue un aburrimiento. Y fue un ¨¦xito apabullante. No s¨¦ qu¨¦ es lo que quieren¡±.
Cuando habla, se refiere a un ¡°ellos¡± indeterminado que parece englobar a todos los que le est¨¢n haciendo su estancia m¨¢s dura. ¡°Que no se preocupen, que ya me voy en 2019¡±, les reta. Y recuerda que lleg¨® a Berl¨ªn porque le ofrecieran el puesto varias veces. ¡°A m¨ª me llamaron. No vine a quitar nada a nadie¡±. Pese a todo, dice no arrepentirse de su experiencia alemana. ¡°Todo esto no interfiere en mi trabajo. Vengo cada ma?ana con muchas ganas¡±.
Los pol¨ªticos de derecha son m¨¢s cultos. Van m¨¢s al teatro, leen m¨¢s.. Excepto Sempr¨²n. ?l era otra cosa
Los sentimientos encontrados reaparecen al hablar de Berl¨ªn. Admite que es una ciudad maravillosa -¡°la ¨²nica de Alemania donde podr¨ªa vivir¡±-. Pero tambi¨¦n una cierta decepci¨®n. ¡°Tiene algo de provinciano. Me esperaba un poquito m¨¢s. Esto no habr¨ªa pasado ni en Londres ni en Par¨ªs¡±. ?A qu¨¦ se refiere con ¡°esto¡±? ¡°El nombramiento de Waltz, por ejemplo. Es una estrella local, pero no internacional¡±, responde.
No lo tendr¨¢ f¨¢cil Waltz. Su nombramiento ha desatado una guerra en el Staatsballet, cuyos bailarines se oponen con u?as y dientes al desembarco de una core¨®grafa de danza contempor¨¢nea en un ballet cl¨¢sico. Ya han recogido m¨¢s de 18.000 firmas contra la berlinesa. ¡°Es muy raro poner a dos personas a dirigir la compa?¨ªa. Me parece una animalada. Aunque en el fondo es una buena decisi¨®n. Ninguno de los dos podr¨ªa hacerlo solo. No tienen la experiencia suficiente¡±, dispara Duato, que adem¨¢s sugiere la posibilidad de que Waltz acabe renunciando. ¡°Ya es dif¨ªcil dirigir una compa?¨ªa con los bailarines a tu lado. Imag¨ªnate en contra¡±.
Hacer pensar
Dos a?os y medio antes de irse, el hombre que dirigi¨® la Compa?¨ªa Nacional de Danza durante 20 a?os, defiende el legado que dejar¨¢ en Berl¨ªn. ¡°La afluencia de p¨²blico no ha bajado. Y se ha rejuvenecido. Pero lo m¨¢s importante es poder hacer pensar al p¨²blico. Y contradecir esa idea de que los bailarines somos unos fr¨ªvolos¡±.
Desde Berl¨ªn, Duato ve un panorama desolador en Espa?a. ¡°Es bochornoso que tenga que gobernar Rajoy, el de Luis s¨¦ fuerte, con un partido imputado. En Alemania ser¨ªa impensable¡±, dice. Y, pese a sus conocidas simpat¨ªas por la izquierda, asegura que los pol¨ªticos de derecha que ha tratado son m¨¢s cultos. ¡°Van m¨¢s al teatro, leen m¨¢s, han viajado m¨¢s. Son m¨¢s pijos. Menos Jorge Sempr¨²n, con el primero que trabaj¨¦. Era otra cosa¡±. La pol¨ªtica cultural no se salva de sus cr¨ªticas. ¡°Solo Berl¨ªn se gasta m¨¢s en danza que toda Espa?a. Madrid es la ¨²nica capital de Europa que no tiene un teatro con compa?¨ªa propia¡±.
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