Metallica publican su nuevo disco y proclaman: ¡°?Estamos vivos!¡±
La banda de 'heavy' lanza, tras ocho a?os de silencio, un doble ¨¢lbum con sonido reconocible pero no rutinario
No parece casual que Metallica decidiera hacer la primera escucha oficial de su primer ¨¢lbum en ocho a?os, Handwired... to self-destruct, en los Electronic Lady Studios de Nueva York. Los hab¨ªa creado Jimmi Hendrix en 1970 para poder grabar m¨¢s a su imagen y semejanza, pero se le complicaron las obras y el presupuesto y al final acab¨® disfrut¨¢ndolos solo unos meses antes de su muerte prematura.
La banda de heavy metal tambi¨¦n se ha alargado mucho en la gestaci¨®n de su primer disco desde Death Magnetic. Vamos, que han sobrevivido a la crisis sin publicar. El 18 de noviembre sale a la venta y regresan sin mirar lo que ha cambiado la industria musical estos a?os, con una fidelidad a s¨ª mismos que est¨¢ por ver si sigue siendo relevante. En las letras y en el directo se preguntan (y se contestan) sobre si, tras 35 a?os de trayectoria y despu¨¦s del par¨®n, est¨¢n muertos o vivos.
En el lado de los vivos, la expectaci¨®n es enorme a juzgar por la emoci¨®n de muchos de los periodistas/fans de todo el mundo que hacen cola en las afueras del estudio, algunos de ellos no se quitan las gafas de sol en las estancias tenues del estudio y la mayor¨ªa se pregunta si toca una de Metallica experimental o una de Metallica de toda la vida. Tambi¨¦n hay periodistas que nunca fueron m¨¢s all¨¢ del Nothing Else Matters y jam¨¢s se han sometido a dos horas de metal seguidos. Curiosamente, todos salen contentos, porque Hardwired... To self-destruct es reconocible pero no rutinario. Es puro Metallica pero no es exactamente lo de siempre. Y se escucha con relativa facilidad.
Por si acaso, al presentar el nuevo material en directo, horas m¨¢s tarde, en el Webster Hall, aunque una de las canciones diga "ahora que estamos muertos, my dear, podemos estar juntos" ellos gritaron: "?Estamos vivos!". Y su directo, desde luego, no puede ser m¨¢s indiscutible.
Todos los temas han sido compuestos por el d¨²o James Hetfield-Lars Ulrich, aunque en uno de los temas, ManUNkind, tambi¨¦n particip¨® Robert Trujillo. Sin embargo, la pregunta que se lanza al viento es, ?por qu¨¦ han tardado tanto y le han dado tantas vueltas? Llevaban a?os hablando de este trabajo y se empez¨® a grabar hace a?o y medio. "Ten¨ªamos muchas cosas que hacer", dice Lars Ulrich, la cabeza economico-pensante de la banda y quien muestra sus pocas ganas de hablar en serio sin ning¨²n tipo de disimulo. Cambia la conversaci¨®n con los medios por una foto para Instagram. Advierte, eso s¨ª, de que todo lo que se escucha est¨¢ "reci¨¦n horneado" y que cambiaron a ¨²ltima hora el orden de las canciones. El resultado son dos CD con seis pistas cada uno. Muchas largu¨ªsimas, como es costumbre en la banda. Y ah¨ª es donde los m¨²sculos de Metallica quiz¨¢ puedan tener algo de gangrena.
La victoria ante Napster
Quienes llevaron al banquillo a Napster en el a?o 2000 logrando vencer un modelo de consumo del ocio que ha acabado por instalarse, parecen haber decidido conscientemente no perder las viejas costumbres. Escuchar su nuevo trabajo de casi dos horas y sin prisa, con los tel¨¦fonos m¨®viles secuestrados y en sof¨¢s acolchados de cuero, tuvo algo de meter la cinta en el casete del coche y tirar millas. El primer disco es casi impecable: la adrenalina de Hardwire y Atlas, Rise! deja hueco a la letra m¨¢s melosa de Now The We Are Dead (es bien sabida la pureza del romanticismo heavy y esto es sobre el papel casi un My Heart Will Go On, de Celine Dion) y muy parecido a la ¨²nica balada del disco, la emocionante Halo of Fire.
Tras un descanso para ir al ba?o o pedir otra cerveza, que para eso es una escucha metal, la fanaticada empez¨® a dar se?ales de cansancio en el segundo CD. Aunque termina en alto escupiendo el hueso (Spit Out of the Bone), pes¨® cierta sensaci¨®n de flacidez en t¨ªtulos que promet¨ªan garra como Murder One, Am I Savage? o Here Comes Revenge. "T¨² pides perd¨®n, yo busco venganza", dice esta ¨²ltima. Este disco, grabado y mezclado en San Rafael, en California, es cierto que no pide perd¨®n, pero, ?es una venganza? "Si t¨² quieres que lo sea, lo ser¨¢", explica sin ganas Ulrich mientras pone sonrisa de cheese para la prometida foto.
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