Autoayuda para letraheridos

La posteridad de Roberto Bola?o vive un momento complicado. Por una parte, se acepta su canonizaci¨®n en el mercado y los estudios acad¨¦micos, a veces como caricatura posmoderna del artista maldito. Tambi¨¦n, como consecuencia de lo anterior, cada vez m¨¢s escritores y cr¨ªticos se atreven a enmendarle la totalidad con una extra?a (y mezquina) maniobra de compensaci¨®n de la fama: Bola?o es un bluf, dicen ¨¦stos, cuya popularidad ocult¨® a los verdaderamente buenos. Adem¨¢s, Bola?o sigue siendo un autor con una legi¨®n de imitadores. Se imita, sobre todo, su capacidad para reconciliar, con una mezcla de compasi¨®n y orgullo, a escritores y lectores con el ¡°fracaso sublime¡± de una comunidad secreta: en cierto sentido toda la obra de Bola?o podr¨ªa considerarse una especie de autoayuda para letraheridos. Por ¨²ltimo, a?adamos otro prejuicio que ata?e a la recepci¨®n de sus libros p¨®stumos, a las suspicacias que despierta el trabajo de los herederos con los materiales in¨¦?ditos de un autor de ¨¦xito. Por todas estas razones, probablemente se espere de esta rese?a un juicio contundente y desmesurado, no estrictamente literario: quiz¨¢ saludar una ¡°obra maestra desconocida¡± o bien se?alar un ¡°fraude de los herederos¡±.

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El esp¨ªritu de la ciencia-ficci¨®n no es ninguna de las dos cosas. Sintetizando, es una novela primeriza (fechada en Blanes en 1984 y, a juzgar por las notas que acompa?an esta edici¨®n, abandonada) que anticipa temas, personajes y modos de dos de sus obras m¨¢s logradas: Estrella distante y Los detectives salvajes. Porque El esp¨ªritu de la ciencia-ficci¨®n es una novela con buena escritura y momentos brillantes, pero que a¨²n no ha dado con la clave (una iluminaci¨®n formal ligada a las tramas detectivescas) que har¨¢ sostenerse su mundo en las dos novelas citadas.

Avancemos algunos detalles de su trama que resultar¨¢n familiares a los lectores de Bola?o: Jan y Remo, dos jovenc¨ªsimos poetas chilenos emigrados durante la dictadura, viven en una buhardilla de Ciudad de M¨¦xico en los a?os setenta. El peso de la narraci¨®n recae en Remo, que describe en primera persona a su rom¨¢ntico amigo y sus aventuras en horas inciertas, talleres literarios, amaneceres de la ciudad y fiestas imprevistas con otros tantos j¨®venes hermosos y vencidos: el poeta motorista Jos¨¦ Arco, las hermanas Torrente y Laura, femme fatale de la que Remo se enamora. Abundan las f¨®rmulas duales para definir su vida de bohemia: ¡°miserables y luminosos¡±, pose¨ªdos por ¡°el virus de la tristeza y de la exaltaci¨®n¡±, uno de ellos ¡°superdeprimido pero tambi¨¦n superfeliz¡± por una mezcla de ¡°bellecita y miserita¡±.

Mientras Remo narra y vive en el exterior de la Ciudad de M¨¦xico una pesquisa detectivesca (el misterioso caso de la proliferaci¨®n de revistas literarias a finales de los setenta), Jan (alias Roberto Bola?o), encerrado en la buhardilla, manda cartas a sus escritores predilectos de ciencia-ficci¨®n en las que, ir¨®nicamente, pide ayuda para la Latinoam¨¦rica abandonada, oprimida por la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos.

A la narraci¨®n de Remo y las cartas de Jan a?adamos la entrevista a un escritor reci¨¦n premiado: la trama de la novela galardonada se convierte en la excusa para una deriva enso?ada que comienza en la Universidad de la Papa (s¨ª, de la patata) y termina con las campa?as rusas de Guderian y los tanques alemanes de la Wehrmacht como fondo impreciso.

Si hacemos caso a las notas de Bola?o, otras tramas quedaron sin desarrollarse en un hipot¨¦tico final: un cap¨ªtulo dedicado a los poetas motoristas y otro a la participaci¨®n de los dos protagonistas en la guerrilla.

Pero con los materiales de que disponemos es evidente que algo no cuaja. La d¨¦bil trama detectivesca de las revistas literarias, por un lado, y el tratamiento de la guerra, casi siempre perif¨¦rico, por otro, no ayudan a apuntalar la historia de formaci¨®n de Remo y Jan, cuyos mejores momentos se leen como escenas aisladas: Remo aprendiendo a montar en moto con Jos¨¦ Arco por la desordenada Ciudad de M¨¦xico, entre una lluvia nocturna y un amanecer, por ejemplo, o el hermoso fragmento en que Remo despierta a la sexualidad con Laura en una cartograf¨ªa de los ba?os p¨²blicos de la ciudad, titulado Manifiesto mexicano y posteriormente incluido con leves variaciones en La universidad desconocida, recopilaci¨®n de la obra po¨¦tica temprana de Bola?o.

Estas y otras escenas bastar¨¢n para satisfacer a los bola?istas, pero, puestos a so?ar qu¨¦ sorpresas podr¨ªan salir en el futuro de la chistera de los in¨¦ditos, uno hubiera preferido la rotundidad de alguna obra breve con m¨¦rito propio (pienso en Amuleto) y no el anuncio del autor que ser¨ªa y de los tics m¨¢s imitados por sus ep¨ªgonos: la conciliadora sublimaci¨®n de la vida miserable como obra literaria, las subtramas de nazis y conspiraciones, chistes para lectores eruditos, reivindicaci¨®n de la cultura popular y un romanticismo cercado por la violencia y la insignificancia.

El esp¨ªritu de la ciencia-ficci¨®n. Roberto Bola?o. Alfaguara, 2016. 256 p¨¢ginas. 18,90 euros