La segunda vida en vi?etas
Connor MacLeod, el Inmortal, volver¨¢ en formato c¨®mic. No es el primero. El tebeo es, a veces, la mejor manera de resucitar
Hay una escena, en esa peli mala llena de ideas buenas que es Los Inmortales II. El desaf¨ªo, en la que Connor MacLeod le cuenta a la chica de la peli (Virginia Madsen) todas las esposas que ha tenido a lo largo de cinco siglos. Es una escena en la que las irregulares dotes dram¨¢ticas de Christopher Lambert hacen clic y vemos en poco minutos lo que significa cargar en la mochila el peso de los siglos.
Esa escena es en s¨ª una o varias pel¨ªculas. Es uno de esos momentos aleph borgianos en los que una ficci¨®n expande su dimensi¨®n temporal y es capaz de condensar en breves p¨¢ginas/minutos/fotogramas todo un universo. Pues bien, en esa capacidad de las historias de ser mucho m¨¢s grandes de lo que parecen reside el motivo de este art¨ªculo. Esa secuencia que recordamos de Los Inmortales II ser¨¢ ahora c¨®mic.
Hace una semana, IDW ¡ªuna de las editoriales independientes de tebeos que se reparten las migajas dejadas por Marvel y DC en Estados Unidos¡ª anunciaba que en 2017 lanzar¨¢, de manera oficial, una nueva historia de Higlander. Esta historia, de la que a¨²n no se ha revelado el t¨ªtulo, nos invitar¨¢ a descubrir c¨®mo fueron esos siglos de vida de MacLeod, c¨®mo vivi¨® la Guerra Civil Americana en Pennsylvania o qu¨¦ fue de sus aventuras en el Manhattan de los cincuenta. Brian Ruckley (curiosamente, escritor escoc¨¦s) y Andrea Mutti ser¨¢n, respectivamente, pluma y plumilla de esta resurrecci¨®n.
Highlander lleva al menos una d¨¦cada queriendo renacer como pel¨ªcula de Hollywood. Hasta tuvimos a un espa?ol, el tinerfe?o Juan Carlos Fresnadillo, cerquita, cerquita de dirigir el remake de esta cinta. Sin embargo, su nueva vida cuajar¨¢ en vi?etas. Y esto tiene mucho que ver con una cualidad del tebeo que comparte con la literatura. Solo se necesita una hoja en blanco para conquistar el Universo. Cualquier historia, da igual la escala de su ambici¨®n, cuesta exactamente lo mismo. Est¨¢, por as¨ª decirlo, al alcance del talento.?
Los cineastas se han ido percatando de esta cualidad del tebeo y han decidido que sus fracasos comerciales no mueran. Joss Whedon ha sido uno de los pioneros. Buffy, la Cazavampiros sumaba 144 episodios a la espalda cuando alcanz¨® el cl¨ªmax de su s¨¦ptima temporada. Hollywood le puso el sem¨¢foro en rojo y Whedon, hombre resistente a las cat¨¢strofes por haber vivido muchas, decidi¨® que su historia pod¨ªa contarse en otro medio. Buffy no viaj¨® al c¨®mic como mera expansi¨®n de sus universos. Buffy cont¨® con la temporada 8, temporada 9 y temporada 10 en formato de vi?etas. As¨ª se llamaron para dejar muy claro que eran la continuaci¨®n oficial de la historia. Con la ventaja ya comentada de que los tebeos no entienden de presupuesto.
Lo mismo ha pasado con la reimaginaci¨®n de Star trek. Este a?o, hemos visto que Star trek beyond no acababa de cuajar en la taquilla. 343 millones de d¨®lares para un presupuesto de 185 significa n¨²meros rojos ¡ªcomo regla general, las pel¨ªculas tienen que doblar su presupuesto (y un poquito m¨¢s) para ser rentables¡ª. Ser¨¢ dif¨ªcil que volvamos a ver a Chris Pine, Zachary Pinto, Zoe Saldanha y c¨ªa a bordo de la Enterprise. Pero s¨ª podremos verlos en vi?etas. IDW anunci¨® que, con motivo del 50? Aniversario de Star trek, se animaba a continuar las aventuras de esta encarnaci¨®n de la saga en formato vi?eta. Star trek bodly go arranca justo donde termina Beyond. Otro ejemplo m¨¢s de c¨®mo el tebeo insufla vida all¨ª donde el cine falla.
Michael Dougherty sabe bien cu¨¢nto puede ayudar el c¨®mic a continuar de manera viable un fracaso comercial. Nunca me cansar¨¦ de decir que su Trick r' treat es una de las mejores pel¨ªculas de esta ola de nostalgia ochentera que estamos viviendo. Pero lleg¨®, tal vez, adelantada a su tiempo, antes de que las Super 8 o Stranger things encandilaran al p¨²blico. Trick r' treat nos sit¨²a en un peque?o pueblo de Ohio en el que colisionan todas las criaturas halloweenescas que imaginemos. Vampiros, hombres lobo, ni?os calabaza, espectros... La pel¨ªcula, claramente, supone un primer vistazo a un universo f¨¢cilmente ampliable a una saga.
La pel¨ªcula no cuaj¨® porque ni lleg¨® a estrenarse en condiciones debido a la desconfianza de Warner Bros en que aquello tuviera alg¨²n inter¨¦s. Sin embargo, se convirti¨® en cl¨¢sico de culto en DVD, y a finales de 2013 se anunciaba que una secuela estaba en marcha. Tres a?os despu¨¦s, nada sabemos de ella. Pero s¨ª tenemos Trick r' treat: Days of the dead, cuatro nuevas historias en formato tebeo que nos permiten visitar este pueblito de Ohio en el siglo XVII, en el XIX o en los cincuenta.
Darkman, el Snake Plissken de John Carpenter, el Ash de El ej¨¦rcito de las tinieblas, el universo expandido de Star wars, 2001. Una odisea en el espacio, El club de la lucha 2... La lista es interminable. Y, sin embargo, no llegan todos los que quieren. La realidad es que Hollywood es implacable. Business is business es todo su mantra. Y as¨ª se explica que creadores como Daniel Knauf, que nos fascin¨® con su cancelada Carniv¨¤le, no haya podido terminar su historia. Esta an¨¦cdota, que cuenta en una excelente entrevista A.V. Club, me parece el mejor colof¨®n posible a estas l¨ªneas.
"Carniv¨¤le es eso que... Odio decirle a la gente que no puedo. Hice una campa?a de Kickstarter para BlackBxx [una miniserie online de terror que no consigui¨® la financiaci¨®n por crowdfunding] y una persona me don¨® 1.500 d¨®lares, una donaci¨®n muy generosa, y ten¨ªa como recompensa lo t¨ªpico de KickStarter, 'te invitar¨¦ a cenar'. Y lo hice, lo invit¨¦ a cenar. Era el cumplea?os de su mujer y me dijo: '?Podr¨ªas enviarle a mi mujer un email? Le dar¨¢s un alegr¨®n'. As¨ª que me sent¨¦ y pens¨¦: 'Voy a conseguir que este t¨ªo se lo pase hoy bien en la cama'. Le iba a regalar mi email por su cumple, por navidades o por lo que fuera, y quer¨ªa que le escribiera esta nota. Me sent¨¦ y escrib¨ª una escena con Jonesy y Samson [personajes de la serie Carniv¨¤le] en navidades, y fue como calzarme el par de zapatos m¨¢s c¨®modos que haya tenido en mi vida. Fue como si, [suspira]. 'No me puedo creer lo bien que se siente caminar en estos zapatos'. El di¨¢logo sal¨ªa solo, y estaban vivos, tridimensionales. Los personajes a¨²n estaban vivos y ten¨ªan tanto que decir y fue un aut¨¦ntico placer escribirlo. Y envi¨¢rselo a otra persona que iba a tener un inmenso placer ley¨¦ndolo... Y fue como si [pausa incr¨¦dula]. '?Qu¨¦ co?o! Vale, no ten¨ªa ning¨²n sentido gastarse 3,5 millones de d¨®lares por episodios. Hagamos una novela gr¨¢fica. ?Contemos la historia!'. Pero son sus juguetes ahora [se refiere a Hollywood que ostenta los derechos de Carniv¨¤le]. Es como hacer negocios con ese chico que vive calle abajo, al que sus padres le dan todo tipo de juguetes y el los deja, rotos y abandonados, sobre el jard¨ªn. Hollywood me enloquece".
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