Tsunami en Madrid

Est¨¢n saltando chispas en el cine en Madrid. En realidad en buena parte de todo el pa¨ªs porque, la Filmoteca Espa?ola no es tema exclusivamente madrile?o aunque su sede est¨¦ en la capital, y el deterioro que est¨¢ sufriendo afecta nada menos que al patrimonio y conservaci¨®n de la historia f¨ªlmica de nuestro pa¨ªs. ?Por qu¨¦ se est¨¢ permitiendo que la Filmoteca llegue al estado calamitoso en que se encuentra y que los pocos empleados que le quedan vienen denunciando? Aunque el tema viene de antiguo, ning¨²n ministro de Cultura ha tomado cartas en el asunto, ni de este partido ni tampoco del PSOE. Ning¨²n pol¨ªtico ha parecido interesarse por la grave dolencia que padece la Filmoteca y que la propia pol¨ªtica ha condicionado. Entre todos la vienen matando desde hace a?os. El experto equipo de profesionales que la Filmoteca ten¨ªa se est¨¢ quedando en los huesos entre los que han dimitido y los que se jubilan, al tiempo que la gesti¨®n se ha ido burocratizando sin criterios cinematogr¨¢ficos solventes.

?Y qu¨¦ pasa, por su lado, con el cine regido por el Ayuntamiento de Madrid? Algo parecido. Por no s¨¦ qu¨¦ criterios han decidido limpiar de un plumazo al magn¨ªfico equipo de expertos que hab¨ªan aupado el festival Documenta Madrid a cotas hasta ahora desconocidas, as¨ª como la programaci¨®n de la Cineteca del Matadero. Ahora, una gestora municipal que se responsabiliza de la cultura y el turismo de la ciudad toma cartas en el asunto ampliando su presupuesto y actividades, pero, para empezar, descabezando a quienes lo hab¨ªan hecho hasta ahora mucho m¨¢s que bien. Partiendo de cero, pues, con un nuevo equipo de esta sociedad Madrid Destino.

Nada que objetar a que las cosas se renueven, faltar¨ªa m¨¢s, pero las maneras en este caso no parecen haber sido las oportunas ni las m¨¢s inteligentes. Cuesta a?os crear un buen equipo y de cara a la pr¨®xima edici¨®n de Documenta Madrid, que debe celebrarse en abril, no parece haber tiempo para ello. El caso de Filmoteca Espa?ola es similar pero tambi¨¦n lo contrario; ah¨ª no hay renovaci¨®n, ni tampoco se ha venido formando a t¨¦cnicos especializados que puedan reemplazar a los que ahora se jubilan. En este suelo nuestro se suele derribar en lugar de construir, se reemplaza a expertos por funcionarios y los gestores se quedan tan contentos sin oler siquiera su responsabilidad hist¨®rica. ?Pa¨ªs!