Chicas de hoy en d¨ªa

A quien se alarme ante la proliferaci¨®n de pel¨ªculas recientes que, al levantar acta de las diversas formas de violencia ejercidas contra la mujer, impugnan el orden patriarcal se le podr¨ªa decir lo mismo que a quien perpet¨²a el falso mito de que en el cine espa?ol hay demasiadas pel¨ªculas sobre la Guerra Civil: nunca ser¨¢n suficientes, mientras sigamos hablando de una herida abierta o una cuenta pendiente. Esa voluntad de denuncia ha inspirado trabajos incontestables -especialmente en el contexto del cine iran¨ª-, pero, ¨²ltimamente, tambi¨¦n se manifiesta en pel¨ªculas con clara vocaci¨®n de seducir a un p¨²blico mayoritario: en ese contexto ha habido trabajos discutibles en sus formas y estrategias -Mustang, Siete diosas (2015)- y otros que han logrado conciliar su vocaci¨®n de comercialidad con un discurso que no rehu¨ªa las aristas del problema y, as¨ª, esquivaba los riesgos del manique¨ªsmo. Era el caso de La estaci¨®n de las mujeres (2015) y es tambi¨¦n el caso de Bar Bahar, primer largometraje de Maysaloun Hamoud.

El punto de partida de Bar Bahar podr¨ªa recordar a la esquem¨¢tica situaci¨®n base de una telecomedia: dos palestinas modernas, residentes en Tel Aviv, reciben a una nueva compa?era de piso que llega ataviada con hiyab y que parece firme creyente en los valores tradicionales de su religi¨®n. No es lo ¨²nico que parece televisivo en el trabajo de Hamoud: tambi¨¦n lo parecen la mec¨¢nica estructura narrativa con alternancia de tres subtramas y, sobre todo, ese espantoso plano congelado al final. No obstante, junto a la buena descripci¨®n de tipolog¨ªas femeninas poco vistas en el cine israel¨ª que ha llegado a nuestras pantallas, la pel¨ªcula se crece pulsando algunas notas complejas -la fr¨¢gil modernidad del novio de la abogada, estudiante de cine- y logra perturbar con una secuencia de violaci¨®n registrada con una brutal sequedad.