De cuando Miquel Barcel¨® 'tore¨®' a la ver¨®nica para el Roland Garros

La Universidad de Sevilla y la Fundaci¨®n de Estudios Taurinos de la Real Maestranza de Sevilla han publicado una tesis doctoral que revisa 76 obras de tema taurino del pintor mallorqu¨ªn Miquel Barcel¨® y revela la influencia que la fiesta de los toros ha tenido en su creaci¨®n art¨ªstica.

Firmado por Ignacio Antonio S¨¢ez, ¡®La tauromaquia en la obra de Miquel Barcel¨®¡¯ parte de un trabajo universitario que este autor present¨® en la Universidad de Granada, y ahora ha sido editado en tama?o folio con la reproducci¨®n en color de esas 76 obras, entre las que se encuentran diez carteles, nueve de ellos de otras tantas ferias taurinas y otro que pint¨® para el torneo de tenis Roland Garros, que fue rechazado por la organizaci¨®n del evento deportivo.

En 1995, para la edici¨®n de aquel a?o, Roland Garros encarg¨® el cartel a Barcel¨® y el artista compuso la imagen de un matador toreando a la ver¨®nica, lo que el autor del estudio denomina como ¡°la Tauromaquia, como hecho provocador o, sencillamente, fuera de lugar¡±.

Curiosamente, seg¨²n se?ala S¨¢ez, en la pintura que Barcel¨® compuso para aquel cartel fue "la primera ocasi¨®n en que el artista muestra inter¨¦s por dotar de relevancia y protagonismo a toro y torero en su obra", ya que hasta esa fecha "sus obras se hab¨ªan basado en la perspectiva a¨¦rea y en mostrar el espect¨¢culo de la corrida desde la distancia y el an¨¢lisis de los movimientos y los terrenos".

En ese cartel "se adentra ya en aspectos puramente est¨¦ticos de la faena y los lances que anteriormente no eran apreciables y que no volver¨¢ a retomar hasta su serie de Lanzarote en 2002, en la que se aprecian pases naturales, ayudados por alto, trincherazos y medias ver¨®nicas".

El estudio tambi¨¦n se detiene en el cuadro que Barcel¨® ide¨® para el cartel de la Feria de Sevilla de 2008 ¡ªla Maestranza de Sevilla encarga cada a?o su cartel a figuras del arte contempor¨¢neo¡ª que mostraba a un toro desnutrido en plena voltereta atravesado por una flecha roja.

Aquel cartel suscit¨® pol¨¦mica entre quienes lo consideraron antitaurino y quienes lo aceptaron como un gui?o primitivista que remit¨ªa al arte rupestre y enlazaba la tauromaquia moderna con sus m¨¢s remotos or¨ªgenes.

S¨¢ez recoge unas declaraciones de Barcel¨®: "Me gustar¨ªa que dentro de dos mil a?os mis obras provocasen la misma excitaci¨®n que nos provocan algunas obras primitivas, de cuyos artistas no sabemos nada". Esa excitaci¨®n, a?ade S¨¢ez, "le produjo la visita de las cuevas de Chauvet y Lascaux, donde pudo sentir el ansia de sangre de los leones y dem¨¢s animales salvajes representados en las paredes de esas cavernas¡±.

Y S¨¢ez concluye que ante los toros de Lascaux "se tiene la impresi¨®n de poder estar observando el toro retratado por Barcel¨® para el cartel de la Maestranza entre las escenas de caza y sacrificiales que alberga la cueva".

Sobre la posici¨®n de Barcel¨® frente a los toros, el autor aclara: "La frecuente utilizaci¨®n del tema t¨¢urico por parte de un artista en su obra no es en absoluto prueba, justificaci¨®n o adhesi¨®n de afici¨®n a la fiesta de los toros, aunque no sea ¨¦ste el caso de Miquel Barcel¨®, el cual ha mostrado abierta y p¨²blicamente sus simpat¨ªas hacia la 'Fiesta' por antonomasia en unos momentos en los que la afici¨®n taur¨®fila no se entiende dentro de lo pol¨ªticamente correcto".

De Goya a Picasso, el motivo de los toros y la fiesta es recurrente en los pintores espa?oles, y Barcel¨® lo abord¨® por primera vez -lo recuerda la presidenta de la Fundaci¨®n de Estudios Taurinos, F¨¢tima Halc¨®n, en la introducci¨®n a este estudio- tras su primera estancia en Mal¨ª, y la primera serie de sus tauromaquias las pint¨® en su estudio mallorqu¨ªn en 1990, si bien las gest¨® en tierras africanas, donde ley¨® obras de los antrop¨®logos Marcel Griaule y Michael Leiris.