P¨¦rfida Albi¨®n
'Fuera de cobertura' emiti¨® un efectista reportaje sobre los veintea?eros que viajan a Londres o Manchester para aprender ingl¨¦s y son tratados como fregonas por las familias de acogida
Ojito con las im¨¢genes porque el paisanaje suele ser de trazo grueso y embiste al bulto. Las perrer¨ªas denunciadas por un grupo de au pairs espa?oles en el Reino Unido claman al alt¨ªsimo porque trabajan doce horas al d¨ªa por quinientos euros al mes y una extra de humillaciones. La nueva entrega de Fuera de cobertura, de Cuatro, emiti¨® esta semana un efectista reportaje sobre los veintea?eros que viajan a Londres o Manchester para aprender ingl¨¦s y son tratados como fregonas por las familias de acogida. Universitarios y decentes, daba pena verlos penando como sirvientes multiuso.
Poco que objetar porque la periodista Alejandra Andrade quiso hablar con los esclavistas del siglo XXI y casi todos le dieron con la puerta en las narices, y las fuentes oficiales saben, pero no contestan. Despu¨¦s de escuchar el pliego de calamidades de los compatriotas vapuleados en la ¡®p¨¦rfida Albi¨®n¡¯ al manso de coraz¨®n le hierve la sangre y el patio de vecinos echa espuma por la boca. ?D¨®nde hay que alistarse?
El batido de anglofobia y burricie es trilita: pero qu¨¦ se han cre¨ªdo estos ingleses de eme, si son unos guarros y unos borrachos, y se duchan una vez el mes. Nos ven como unos muertos de hambre que nos hemos bajado del carro hace cuatro d¨ªas, etc¨¦tera. Agitando el debate con pericia y picante hist¨®rico, citando por ejemplo Gibraltar, al corsario en n¨®mina y a los hooligans del Chelsea, los m¨¢s alborotadores del bar se manifiestan dispuestos a secundar la majader¨ªa del bardo de la Gran Guerra Wilfred Owen: morir por la patria es dulce y honroso.
La mayor¨ªa de los au pairs alcanza el objetivo de aprender ingl¨¦s sin llegar a las manos con las familias contratantes, que se ahorran mil euros mensuales, o encari?¨¢ndose con ellas, pero la muestra doliente servida en im¨¢genes inflama los esp¨ªritus proclives a la inflamaci¨®n, abundantes en Espa?a. Imagino a la parroquia consumiendo el reportaje por cap¨ªtulos.
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