Los h¨¦roes tambi¨¦n mueren, y generalmente de mala manera
Carlos Garc¨ªa Gual repasa en su nuevo libro el final de 25 famosos personajes de los mitos griegos. ¡°No abunda la bella muerte¡±, subraya el escritor, cr¨ªtico y traductor
La ¨²ltima aventura del h¨¦roe es su muerte, y a menudo no resulta acorde con su vida. Grandes h¨¦roes cl¨¢sicos han tenido muertes malas, miserables, infames, extra?as y hasta risibles. Al aventurero Jas¨®n, el l¨ªder de los Argonautas que consiguieron el Vellocino de Oro, lo mat¨® su propio barco, el viejo Argo, cuando un d¨ªa que el h¨¦roe descansaba a la sombra del nav¨ªo varado y carcomido le cay¨® en la cabeza el m¨¢stil, que ya es muerte tonta cuando has lidiado con una serpiente monstruosa y con los guerreros spartoi nacidos de los dientes del drag¨®n de Ares.
A Perseo, vencedor de la gorgona Medusa, una fuente le atribuye haber muerto de una forma a¨²n m¨¢s absurda: enfurecido con su suegro Cefeo, extrajo la cabeza del monstruo y la alz¨® para que la mirada petrificara al padre de Andr¨®meda, olvidando que este era ciego; sorprendido porque la cabeza no produjera el acostumbrado efecto, la volvi¨® para observar porqu¨¦ fallaba y se convirti¨® en piedra ¨¦l mismo.
Son algunas de las historias sorprendentes que cuenta Carlos Garc¨ªa Gual (Palma, 1943) en su ¨²ltimo libro, La muerte de los h¨¦roes, un breve ¡ªun centenar y medio de p¨¢ginas¡ª pero absolutamente apasionante compendio de mitos griegos en torno al final de 25 personajes cl¨¢sicos que el escritor, cr¨ªtico, traductor y catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Griega de la Universidad Complutense acaba de publicar en Turner. El libro se divide en tres apartados: en el primero se recogen las muertes de h¨¦roes m¨ªticos (Edipo, Heracles, Teseo, Belerofonte...), en el segundo las de h¨¦roes hom¨¦ricos (Agamen¨®n, Aquiles, Ulises, los dos ?yax...) y en un tercero se a?aden las muertes de tres hero¨ªnas tr¨¢gicas: Clitemnestra, Casandra y Ant¨ªgona.
¡°Me ha quedado m¨¢s trist¨®n que el libro de las sirenas, ?verdad?¡±, reflexiona Garc¨ªa Gual. ¡°Estos h¨¦roes son viejos amigos en sus ¨²ltimos momentos, cuando cae el tel¨®n. En los mitos y leyendas a menudo la muerte queda aparte y no se cuenta, solo salen las haza?as. Yo he espigado textos y autores, ac¨¢ y all¨¢, en busca de datos literarios sobre esas muertes de h¨¦roes, muchas veces poco conocidas. En alg¨²n caso, la muerte se cuenta en fuentes primeras, como la de Edipo en Edipo en Colono. En otros he usado fuentes muy secundarias o tard¨ªas¡±.
As¨ª acabaron...
Las muertes de los h¨¦roes griegos son muy variadas y algunas pintorescas. Esta es una sucinta lista de algunas de ellas:
Orfeo: Descuartizado por las bacantes. Su cabeza sigui¨® cantando.
Alcme¨®n: Asesinado por su suegro y sus cu?ados.
Teseo: Empujado a un barranco. Seg¨²n otras fuentes, tropez¨®.
Belerofonte: Derribado del caballo (volador).
?yax Telam¨®n: Suicidado con su propia espada.
?yax el Menor: Ahogado en el mar.
Ulises: Atravesado por la lanza marina (con punta de espina de raya) del hijo que tuvo con Circe y al que no conoc¨ªa.
Aquiles: Muerto por las flechas de Paris (o del mism¨ªsimo Apolo).
Paris: Asaeteado por Filoctetes; quien a flecha mata...
Asclepio: Fulminado por un rayo de Zeus por resucitar a un muerto.
Menelao: Uno de los pocos que muri¨® en la cama (otro es N¨¦stor, rey de Pilos). Desde luego no lo mat¨® Eric Bana (H¨¦ctor) como en el filme Troya.
¡°Lo interesante del h¨¦roe¡±, medita el autor, ¡°es su fragilidad, que no sea de una pieza. El h¨¦roe al final se rompe. Muere y cae¡±. Garc¨ªa Gual resalta que se dan muy pocas ¡°bellas muertes¡± entre los h¨¦roes griegos y apunta que en el momento final se destaca m¨¢s el p¨¢thos, el sufrimiento, que el kl¨¦os, la gloria.
Hay muchas muertes malas, en cambio. ¡°S¨ª, quiz¨¢ la peor la de Heracles, H¨¦rcules, que se lanza a una pira atormentado por la t¨²nica envenenada que le regala, ignorante de lo que provoca, su amada Deyanira. Morir por culpa de quien te ama... qu¨¦ tr¨¢gico es eso. O la de Ulises ¡ªque no se cuenta en la Odisea¡ª, muerto a manos del hijo que tuvo con Circe, Tel¨¦gono, que lo mata sin saber que es su padre¡±. Lo mata con una lanza que tiene por punta una espina de raya. ¡°Con eso cumple la profec¨ªa de que la muerte le vendr¨ªa del mar. Es curioso, ?no es cierto? He le¨ªdo que algunos pueblos en Ocean¨ªa usan esas espinas o dardos como armas¡±.
La muerte de Jas¨®n en cambio, apunta el estudioso, resulta ir¨®nica, como la de Perseo. La de Agamen¨®n, muerto como una res sacrificial bajo el hacha que esgrime su esposa Clitemnestra tambi¨¦n es mala mal¨ªsima. ¡°Pero estaba justificada, hab¨ªa inmolado a su propia hija Ifigenia para propiciar a Artemisa y que la flota griega pudiera partir contra Troya, y regresaba a casa con una princesa troyana cautiva como amante, Casandra¡±. ?No prefigura Clitemnestra, ¡°de ojos de perra¡±(Homero), a Lady Macbeth en su sangrienta decisi¨®n? ¡°Puede ser, pero Lady Macbeth no mata a su marido, lo de Clitemnestra es m¨¢s grave¡±.
El escritor tiene una debilidad por la muerte de H¨¦ctor. ¡°Es el h¨¦roe m¨¢s moderno y humano de la Il¨ªada, el m¨¢s querido por Homero. No lucha por la gloria sino por los suyos y por su patria: es un h¨¦roe c¨ªvico. Aquiles, en cambio, aunque un pedazo de h¨¦roe ¨¦pico sin duda, es un h¨¦roe de corte m¨¢s primitivo: ego¨ªsta, soberbio¡±. H¨¦ctor vence a su miedo para afrontar la muerte segura a manos de Aquiles. ¡°S¨ª, cumple su deber. Hay algo en ese episodio muy conmovedor, la Il¨ªada es tanto la tragedia de H¨¦ctor como la c¨®lera de Aquiles¡±. Algunas muertes de h¨¦roes cl¨¢sicos recuerdan aquella frase de Batman en El caballero oscuro: ¡°O mueres como un h¨¦roe o vives lo suficiente para verte convertido en villano¡±.
?Hay ecos de los h¨¦roes griegos en los de ahora? ¡°S¨ª, sin duda; pero los h¨¦roes actuales, que se refugian en el c¨®mic o en el cine de g¨¦nero, en La guerra de las galaxias, por ejemplo, son como calderilla en comparaci¨®n. Les veo poca personalidad propia. Los antiguos ten¨ªan m¨¢s car¨¢cter individual, Aquiles, H¨¦ctor, Ulises. ?Eso son palabras mayores! Los de ahora me parecen algo aburridos, todos tienen que echar mano de la ambig¨¹edad, la traici¨®n, la maldad incluso. ?Superman? Un birrioso, es m¨¢s lista su novia¡±. Por Lobezno ya ni le pregunto.
Garc¨ªa Gual sostiene que ¡°los h¨¦roes hoy no est¨¢n en boga¡± y que vivimos ¡°una ¨¦poca sin grandes h¨¦roes¡±, de ¡°h¨¦roes menores¡±. Puesto a citar un h¨¦roe moderno que le guste, tras pensarlo mucho, nombra a Lawrence de Arabia. Reconoce que ha escrito su libro, adem¨¢s de para mostrar ¡°qu¨¦ variados son los caminos que los conducen al Hades¡±, para recordar y reivindicar a los viejos h¨¦roes. Lo hace ¡°con cierto ardor, con la intensidad de quien visita a antiguos amigos en el momento de la despedida¡±.
Babelia
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