Monjas marcadas a fuego por la violencia
Anne Fontaine relata en ¡®Las inocentes¡¯ la violaci¨®n m¨²ltiple que sufrieron las novicias de un convento en Polonia tras la Segunda Guerra Mundial
Un terrible secreto que dej¨® de serlo cuando una joven m¨¦dico fue testigo de aquel horror en tierras polacas. La Segunda Guerra Mundial acababa de finalizar. Un monasterio de religiosas benedictinas, aislado y cercado por el fr¨ªo, sufri¨® el ataque violento y sistem¨¢tico de un grupo de soldados del Ej¨¦rcito sovi¨¦tio que controlaba la zona. Las monjas fueron violadas, algunas de ellas hasta 40 veces seguidas. 20 de ellas murieron asesinadas y otras cinco quedaron embarazadas. Era diciembre de 1945, hab¨ªan pasado casi nueve meses desde el ¨²ltimo ataque y el secreto permanec¨ªa encerrado entre los muros del convento. Fue una joven m¨¦dico, que formaba parte de un destacamento de la Cruz Roja destinado en la frontera entre Alemania y Polonia, quien descubri¨® la situaci¨®n de estas mujeres que se debat¨ªan entre la ignorancia, el miedo, la obediencia, la fe y los deseos de maternidad. Fue un hecho real que cont¨® en un diario aquella doctora, Madeleine Pauliac, y en el que se inspira la pel¨ªcula Las inocentes, dirigida por Anne Fontaine y que se estrena hoy en Espa?a. Protagonizada por Lou De La?ge, Agata Buzek, Agata Kulesza, entre otras, Las inocentes se alz¨® con el premio Fipresci de la cr¨ªtica internacional en la ¨²ltima edici¨®n de la Seminci (Semana de Cine de Valladolid).
Su directora, Anne Fontaine (Luxemburgo, 1959), es una mujer de educaci¨®n cat¨®lica que confiesa no tener fe. Le fascin¨® la historia porque le pon¨ªa en bandeja la posibilidad de explorar sobre la religi¨®n, sobre las dudas de la fe y la maternidad, adem¨¢s de denunciar la violencia y brutalidad que siguen sufriendo las mujeres en todas las guerras en el mundo entero. La historia de Las inocentes le llega a la realizadora de Nathalie X o Coco, de la rebeld¨ªa a la leyenda de Chanel, a trav¨¦s de sus productores franceses, los hermanos Eric y Nicolas Altmayer, que descubrieron el cuaderno de bit¨¢cora en el que la m¨¦dico Madeleine Pauliac fue escribiendo d¨ªa a d¨ªa todos sus trabajos y experiencias en la Cruz Roja. Los sucesos del convento de Polonia, muy poco conocidos, llenaban apenas cuatro o cinco p¨¢ginas de ese diario, en el que la m¨¦dico contaba como ayud¨® a las monjas a dar a luz a sus beb¨¦s. ¡°Me trastorn¨® mucho la idea de c¨®mo ser madre en esa situaci¨®n tan incre¨ªble y aterradora¡±, aseguraba Fontaine en una entrevista realizada durante su visita a la Seminci, donde present¨® el filme.
Poco a poco, la investigaci¨®n exhaustiva en la que siempre se embarca esta realizadora con sus proyectos, le fue descubriendo en este caso que aquel suceso no hab¨ªa sido un hecho aislado, que muchos otros conventos y religiosas hab¨ªan sido v¨ªctimas de violaciones, que la Iglesia polaca los conoc¨ªa pero que lo hab¨ªa mantenido en la oscuridad. A esto se a?adi¨® la rabia y los deseos de denunciar la violencia sistem¨¢tica contra las mujeres en los conflictos b¨¦licos, ya sean monjas o no. ¡°Es un filme que habla de lo que pasa hoy. Hay un equivalente en los pa¨ªses en guerra y en aquellos en los que se vive en medio de un fanatismo atroz. La violaci¨®n de las mujeres parece, en ocasiones, el arma de guerra m¨¢s buscada. Es una pr¨¢ctica corriente. No hubiera nunca hecho una pel¨ªcula sobre este tema si no hubiera sentido la proximidad de esta violencia¡±, a?ade Fontaine, que realiz¨® dos retiros en comunidades benedictinas, uno como simple observadora y otro participando como una novicia real, para experimentar la vida en un convento. ¡°No quer¨ªa ser esquem¨¢tica a la hora de narrar esa vida, quer¨ªa trasladar sus ritmos, sus oraciones, su espiritualidad. Consegu¨ª una gran complicidad con algunas de las religiosas y lo que m¨¢s me sorprendi¨® fueron las dudas con la fe y el desgarro por el abandono de la maternidad. Fui testando el tema con ellas y creo que me proporcion¨® una gran veracidad para acometer la pel¨ªcula. Hay de todo en un convento, es como una familia, en la que algunos se odian y otros se adoran¡±.
Algo se ha revuelto en el interior de Anne Fontaine, una mujer que trasmite una enorme rebeld¨ªa, despu¨¦s de Las inocentes. ¡°Creo cada vez m¨¢s en la fragilidad humana y menos en la experiencia, pero no creo m¨¢s en Dios despu¨¦s de hacerla¡±.
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