Otro ¡®Sherlock¡¯

Sherlock ha vuelto. Como regalo de A?o Nuevo y como carta de presentaci¨®n de 2017 no est¨¢ nada mal. Vuelve el Sherlock ir¨®nico, exc¨¦ntrico, a ratos desquiciante y pero siempre inteligente, desafiante y entretenido. Hablamos tanto de la serie como del personaje. Pero algo ha cambiado. ?Ha vuelto el Sherlock de siempre o nos lo han cambiado?

La serie de la BBC ya est¨¢ en su cuarta temporada. Parece que haya pasado un siglo desde que termin¨® la tercera (aunque las pasadas Navidades tuvimos el regalo de La novia abominable, en realidad se trataba de una historia casi al margen). Aquella tercera entrega puso raci¨®n doble de humor a la serie, con dos cap¨ªtulos que enlazaban momentos c¨®micos y gui?os constantes al p¨²blico y al propio mundo de la ficci¨®n. Pero ahora Sherlock ha vuelto diferente a como se fue. (Ojo, spoilers)

Antes de llegar al final del cap¨ªtulo, cuando el cambio de tono de la temporada ya se hace evidente, ya se notaba que est¨¢bamos ante un Sherlock m¨¢s oscuro, argumental y visualmente. El humor escasea, ese tono juguet¨®n de anta?o est¨¢ casi ausente. Preludios de lo que vendr¨¢ al final del episodio y que parece que marcar¨¢ lo que resta de temporada. Arranca otro Sherlock, uno m¨¢s triste, con una relaci¨®n totalmente diferente entre Watson y Holmes.

Pero la serie no solo ha dado un giro en su argumento. El cambio de tono tambi¨¦n se nota visualmente con una luz m¨¢s oscura e incluso un lenguaje visual diferente. M¨¢s superposici¨®n de escenas y de im¨¢genes, efectos visuales, sonidos... Presagios de lo que vendr¨ªa y que marcan el cambio de tono. Y que hacen que parezca que estamos ante una serie diferente a la que conoc¨ªamos

Todav¨ªa queda mucho por delante, dos cap¨ªtulos que son dos tercios de la temporada. Y queda, por ejemplo, que aparezca el villano que interpretar¨¢ Toby Jones. Incluso a¨²n se sigue jugando con el posible regreso de Moriarty. Pero, de cualquier forma, tras el arranque queda la sensaci¨®n de que la serie ha vuelto sin demasiado brillo. El cambio de tono no le ha sentado bien del todo. Vemos a un Sherlock m¨¢s humano, s¨ª, que necesita ayuda, que no sabe c¨®mo enfrentarse a la nueva situaci¨®n. Pero es que a Sherlock en realidad nunca le hemos pedido que fuera humano. Parte de su encanto est¨¢ precisamente en esa insoportable nula humanidad, esa extrema brillantez repelente. En esa sensaci¨®n que genera de amor y odio al mismo tiempo, como le ocurre a Watson.

Ha vuelto Sherlock, pero uno diferente que necesita mejorar. Que me devuelvan mi Sherlock, que me lo han cambiado.