Las ignoradas mujeres que impulsaron la arquitectura
Un libro analiza el papel de las art¨ªfices de edificios desde la Antig¨¹edad hasta el siglo XIX
Las palabras las carga el g¨¦nero, o el machismo. Patronazgo, patrocinio, patronato. El padre como responsable de la ayuda o el apoyo financiero. Y, s¨ª, durante siglos el hombre asumi¨® esa funci¨®n como algo propio. La esfera c¨ªvica para el hombre, la dom¨¦stica para la mujer. No obstante, esa realidad se ha encontrado con frecuencia a mujeres que han luchado por quebrarla. C¨¢ndida Mart¨ªnez, catedr¨¢tica de Historia Antigua de la Universidad de Granada, ha codirigido el libro Matronazgo y arquitectura, en el que se repasa la historia de algunas de estas mujeres que, desde la Antig¨¹edad hasta el siglo XIX, intervinieron en un ¨¢mbito tan masculino como el de la arquitectura y la planificaci¨®n urbana. El volumen re¨²ne aportaciones de 13 investigadores y est¨¢ publicado por la Editorial Universidad de Granada en su colecci¨®n Feminae. Felipe Serrano Estrella, de la Universidad de J¨¢en, es el otro autor.
El primer descubrimiento est¨¢ en el t¨ªtulo, matronazgo, lo que Mart¨ªnez define como ¡°la acci¨®n c¨ªvica de mecenazgo ejercida por las mujeres; mujeres con capacidad econ¨®mica, con la posibilidad de gestionar esos recursos, con buena formaci¨®n cultural y con redes de poder, a lo que suman el deseo de perpetuar su memoria dejando su impronta en la ciudad¡±. Mujeres con dinero y contactos que, a¨²n as¨ª, estaban alejadas de la toma de decisiones hasta hace bien poco.
Uno de los primeros ejemplos de impulsora de una ciudad es Octavia, hermana peque?a del emperador romano Augusto. Su empuje sirvi¨® para construir el P¨®rtico de Octavia, junto con su hijo menor, en el 27 antes de Cristo. Para la investigadora Margaret Woodhull, de la Universidad de Colorado (Denver), se trata de la primera construcci¨®n p¨²blica construida por una mujer en Roma en ocho siglos. Esta mirada cient¨ªfica contradice, por ejemplo, la visi¨®n masculina de la historia que aparece, sin ir m¨¢s lejos en Wikipedia. Esta asigna su construcci¨®n a Augusto, que decidi¨® dedicarla a su hermana menor. "El reconocimiento de las mujeres como parte de la memoria de las ciudades siempre ha sido un asunto complicado", reconoce Mart¨ªnez.
El P¨®rtico de Octavia, situado en el Campo de Marte romano, fue un gran espacio con templo, biblioteca, pinacoteca... y su puesta en pie se incardin¨® en la gran reconstrucci¨®n de Roma tras a?os de conflicto, que hab¨ªan dejado la ciudad en ruinas.
Matronazgo y arquitectura revisa otros casos similares. En Roma, el p¨®rtico de Livia ¡ªesposa de Augusto¡ª o el templo de Divino Claudio, promovido por Agripina, esposa del emperador Claudio. Fueron mujeres excelentes que decidieron, y pudieron, intervenir en la vida p¨²blica. Con la mirada actual parece sencillo pero, como recuerda Mart¨ªnez, que tambi¨¦n dirige la revista Arenal, dedicada a la historia de la mujeres, "la idea colectiva del feminismo no aparece hasta el siglo XIX", muchos siglos despu¨¦s. En Espa?a, por ejemplo, C¨¢rtama (M¨¢laga) y T¨ªjola (Almer¨ªa) tienen edificaciones romanas impulsadas por mujeres.
Con esas acciones individuales transcurren los siglos. Isabel de Farnesio, en el siglo XVIII, esposa de Felipe V, tuvo un papel relevante en la reforma de numerosos sitios reales. Uno de sus objetivos fue dotar de la debida magnificencia a esas residencias, entre ellas el Palacio del Buen Retiro.
El libro explica c¨®mo la acci¨®n de todas estas mujeres sirvi¨® para "construir y cambiar ciudades" en momentos en que, aparentemente, no les tocaba, cuenta Mart¨ªnez. Porque no solo mandaron construir de nueva planta, sino que dedicaron su patrimonio e influencia a la reconstrucci¨®n, ornamentaci¨®n o mejora de espacios ya levantados, entre ellos, monasterios, acueductos, palacios o mercados. Mujeres que consideraron que ten¨ªan algo que decir en el bien com¨²n, ese que hay fuera de la puerta de la casa ¡ªo palacio¡ª propio.
Babelia
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