Trump: ¡°Meryl Streep es una actriz sobrevalorada y una lacaya de Hillary Clinton¡±

Los Globos de Oro del domingo eran el primer gran evento de Hollywood en la era Donald Trump. A principios de 2016, Trump era un divertimento de telediario mientras la ¨¦lite art¨ªstica angelina se otorgaba premios ignorante, como el resto del pa¨ªs, de lo que se estaba cociendo en algunos Estados del interior. El pr¨®ximo 20 de enero la broma ser¨¢ real, Trump, ser¨¢ presidente de Estados Unidos. La sensaci¨®n de?algo habr¨¢ que decir plane¨® sobre la ceremonia.

El presentador, Jimmy Fallon, hizo alg¨²n intento, demasiado prudente. Hugh Laurie (el doctor House) fue un poco m¨¢s lejos, al notar que el anfitri¨®n de la gala, la Asociaci¨®n de la Prensa Extranjera de Hollywood, ten¨ªa los d¨ªas contados: ¡°Hollywood, prensa y extranjeros¡±.

Entonces subi¨® al escenario Meryl Streep, quiz¨¢ la mejor actriz viva (19 nominaciones a los Oscar, r¨¦cord hist¨®rico) para recoger el premio a toda su carrera. Su discurso fue a la retransmisi¨®n lo que La La Land a los premios, el gran triunfador de la noche. Un imprescindible de YouTube.

Streep ten¨ªa la voz entrecortada, seg¨²n dijo porque estaba af¨®nica. El sonido apagado y quebrado a?adi¨® dramatismo a sus palabras. Habl¨® de que una interpretaci¨®n de este a?o la hab¨ªa impactado especialmente. ¡°Clav¨® sus ganchos en mi coraz¨®n¡±, dijo. ¡°Fue el momento en que la persona que buscaba sentarse en el puesto m¨¢s respetado de nuestro pa¨ªs imit¨® a un periodista discapacitado¡±. Trump, en uno de los d¨ªas m¨¢s infames de su campa?a, se burl¨® de la discapacidad de un reportero de The New York Times en un mitin en noviembre de 2015. ¡°A¨²n no me lo quito de la cabeza. No era una pel¨ªcula, era real¡±.

¡°El instinto de humillar, cuando lo hace alguien en una plataforma p¨²blica, se filtra en la vida de todos, porque de alguna forma da permiso a otros para hacer lo mismo¡±, dijo Streep. ¡°La falta de respeto lleva a la falta de respeto, la violencia incita violencia¡±. Para entonces, el sal¨®n del hotel estaba completamente mudo. La retransmisi¨®n mostraba las caras de Denzel Washington, Gina Rodr¨ªguez, Sarah Paulson o Warren Beatty acongojados, mirando al escenario sin pesta?ear. Streep, mientras, de vez en cuando miraba directamente a la c¨¢mara, a los espectadores en sus casas. ¡°Cuando los poderosos utilizan su posici¨®n para faltar al respeto a los dem¨¢s, todos perdemos¡±. Kerry Washington estaba al borde de las l¨¢grimas.

¡°Esto me lleva a la prensa¡± dijo entonces. ¡°Necesitamos que la prensa le controle, que le llame la atenci¨®n por cada esc¨¢ndalo¡±. Ah¨ª es cuando la sala arranc¨® a aplaudir. ¡°Por eso nuestros fundadores elevaron a la prensa y su libertad en nuestra Constituci¨®n¡±. El nombre de Trump no fue pronunciado.

Estados Unidos se levant¨® por la ma?ana esperando la respuesta de un presidente electo que no puede dejar sin respuesta nada. A las seis y media de Nueva York, ya hab¨ªa tuiteado: ¡°Meryl Streep, una de las actrices m¨¢s sobrevaloradas de Hollywood, no me conoce pero me atac¨® anoche en los Globos de Oro. Es una lacaya de Hillary que perdi¨® a lo grande [Streep estaba nominada esa noche y no gan¨®]¡±. Entonces repiti¨® que no se estaba burlando del reportero. Vean el v¨ªdeo y decidan.

La prensa mundial esperaba a Streep detr¨¢s del tel¨®n para sacarle punta a sus palabras. Entonces se anunci¨® que no comparecer¨ªa. Hab¨ªa perdido por completo la voz, explicaron. Daba igual, ya hab¨ªa dicho suficiente.