Qui¨¦n es qui¨¦n
Carl Frode Tiller, llamado el ¡°anti-Knausgaard¡±, ha escrito una gran novela coral
A Carl Frode Tiller (Namsos, 1970) le han llamado el ¡°anti-Knausgaard¡±, aunque los dos escritores son menos opuestos de lo que sugiere esa afirmaci¨®n. Para empezar, los dos son noruegos y escriben sobre peque?os pueblos de provincias. En segundo lugar, utilizan la primera persona. Karl Ove Knausgaard narra en modo ¡°confesi¨®n laica exhaustiva¡±, que dir¨ªa Rousseau, y los ojos que observan son siempre los suyos, mientras que Carl Frode Tiller cambia una y otra vez la posici¨®n del objetivo, alterando por completo la percepci¨®n de un hecho.
Carl Frode Tiller ha escrito la t¨ªpica novela coral sobre un opresivo villorrio en mitad de la nada, y la ha escrito con maestr¨ªa y no poca originalidad. El autor cierra el cerco y se concentra en dos o tres familias, en lugar de dejar hablar a cada votante de Namsos (poblaci¨®n: 12.906 habitantes). En el libro, cuatro individuos se reparten el pastel. El primero de ellos es el ausente: David. Ha perdido la memoria, y las tres personas que le ayudan a recuperarla son su amigo Jon, su padrastro Arvid y su exnovia Silje.
La novela se estructura en tres secciones, cada una de ellas dedicada a una de esas voces. Mediante sus recuerdos y cartas (escritas en segunda persona, pues se dirigen al ausente), vemos emerger la verdadera identidad y naturaleza de los implicados. Y del elusivo y amn¨¦sico David.
Jon es el m¨¢s knausgaardiano de los personajes. Sus reflexiones sobre arte y cultura podr¨ªan haber salido del mag¨ªn de Karl Ove: ¡°A diferencia de nosotros, parec¨ªan incapaces de entender que el arte, la literatura y la m¨²sica eran lo que confer¨ªa sentido a la vida, y lo ¨²nico de lo que merec¨ªa la pena hablar¡±. Esta autodefensa snob de pueblo se une a avinagradas reflexiones sobre la propia familia llenas de culpa y c¨®lera. Carl Frode explica muy bien la infecci¨®n de ¡°la irritaci¨®n, la amargura y una rabia dolorosa¡± cada vez que el personaje tiene que enfrentarse a su madre (una experta en crear mala conciencia) y su hermano (un imb¨¦cil). Carl Frode tambi¨¦n matiza el sesgo snob, situ¨¢ndolo en un contexto de clase social: Jon puede irritarse con la mediocridad y estrechez de miras de su propia familia, porque naci¨® en su seno, pero se ofende cada vez que la clase media arty de Namsos (la familia de Silje) los mira por encima del hombro. Este es un sagaz apunte social, y un buen ejemplo de lo atenta que es la mirada (o autoconciencia) del autor.
El libro pierde potencia seg¨²n cambian las ¨®pticas. Arvid es un personaje menos interesante que Jon, y Silje es menos interesante que Arvid. No ayuda que, en la narraci¨®n de la examiga, el escritor se permita incluir unos di¨¢logos de pelea conyugal en tiempo real (Festen sin pedofilia) que resultan tan frustrantes y angustiosos como una pelea real con tu mujer (lo que, ahora que lo pienso, quiz¨¢s era intencionado). Es, por otra parte, la ¨²nica salvedad que puede hac¨¦rsele a un libro duro, aut¨¦ntico y adictivo. Carl Frode demuestra que la verdad de un suceso es la suma de muchas verdades distintas. Y a menudo contrapuestas.
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Autor: Carl Frode Tiller. Traducci¨®n de Cristina G¨®mez-Baggethun.
Editorial: Sajal¨ªn (2016).
Formato: tapa blanda (334 p¨¢ginas).
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