Una maleta al Kurdist¨¢n
'Las plumas' es una de las grandes novelas ¨¢rabes contempor¨¢neas. Ahora se reedita en Espa?a
Salim Barakat, novelista y poeta sirio de origen kurdo, conmocion¨® en 1990 a la nada acomodaticia literatura ¨¢rabe con Las plumas, una obra m¨ªtica. Escrita en ¨¢rabe, y tenida por una de las grandes novelas en esta lengua, es, sin embargo, una suerte de epopeya kurda contempor¨¢nea, que en estos tiempos resulta a¨²n m¨¢s necesaria que cuando se public¨® en Chipre y se prohibi¨® en Siria.
El Kurdist¨¢n de Salim Barakat es tan real como inaprensible, es la pluma que sale volando de la maleta de Mem y Dino, los gemelos protagonistas de la novela, cada vez que se disponen a emprender el viaje a su tierra. Es un Kurdist¨¢n mitol¨®gico e hist¨®rico, por el que pululan el legendario jeque Said o Qazi Muhammad, el l¨ªder de la fallida Rep¨²blica de Mahabad, abandonado a su sue?o por los sovi¨¦ticos entre falsas fronteras nacionales, ¨¦tnicas, religiosas y pol¨ªticas. Un Kurdist¨¢n que une su suerte a la de una familia de la peque?a ciudad de Qamishli, en la frontera de Siria con Turqu¨ªa, muy cerca de Irak, donde confluyen las tradiciones ¨¢rabes y kurdas con las asirias, armenias y turcomanas. All¨ª naci¨® Barakat, cuya biograf¨ªa se barrunta en Las plumas, si bien en modo alguno es una obra autobiogr¨¢fica, como s¨ª lo son El saltamontes met¨¢lico y Toca fuerte, toca bien fuerte la trompa, dos obras anteriores.
Salim Barakat abandon¨® Siria con veinte a?os, en 1971, tras haber completado la secundaria pero no haber ingresado en la universidad por falta de ¡°papeles¡±. Beirut, Argel, T¨²nez y Nicosia fueron sus lugares de residencia durante casi tres d¨¦cadas, un ¨¦xodo en estrecha relaci¨®n con el de los palestinos, otros parias de los designios coloniales. En ese tiempo fue redactor jefe de Al-Karmel, considerada la revista cultural m¨¢s prestigiosa en lengua ¨¢rabe y dirigida por el poeta palestino Mahmud Darwix. Estocolmo le acogi¨® en 1999 en el programa del PEN Club de ciudades asilo para escritores perseguidos, y desde all¨ª ha continuado una obra amplia y transgresora. Barakat es, en cualquier caso, un tipo de sirio que la actual guerra pretende extinguir: ajeno a las identidades cerradas, el sentimentalismo naif y la militancia ciega.
Las plumas no es una lectura f¨¢cil. No es un panfleto novelado ni una recreaci¨®n rom¨¢ntica de una Arcadia kurda. Su t¨ªtulo original da una idea de la ambici¨®n de la obra y la inscribe en la tradici¨®n mediooriental de la per¨ªfrasis: ¡°Razones que Mem Azad olvid¨® de su grotesco viaje aqu¨ª, o: Las plumas¡±. Es un recurso cl¨¢sico del que se han servido los grandes novelistas ¨¢rabes contempor¨¢neos para dar cuenta del absurdo de una realidad social y pol¨ªtica sofocante, como el palestino-israel¨ª Emil Habibi o el egipcio Gamal al-Ghitani. Pero Barakat supera la mera pretensi¨®n de hacerse entender por encima de lo aparente y somete toda la narraci¨®n a una tensi¨®n m¨¢gica mediante la superposici¨®n de voces y significantes. Los ¨¢rboles hablan, los p¨¢jaros discuten, los muebles deciden, los muertos comen y los vivos asumen ¡°la unidad de la existencia f¨ªsica y metaf¨ªsica que¡±, en expresi¨®n de Salim Barakat, ¡°es caracter¨ªstica de Oriente¡±.
Las plumas. Salim Barakat. Traducci¨®n de Carolina Fr¨ªas Ort¨ªz y Almudena Garc¨ªa Algarra. Navona, 2017. 302 p¨¢ginas. 23 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.