La felicidad del lector
Retorna el mejor Vila-Matas con su magn¨ªfico equipaje literario en 'Mac y su contratiempo', que narra c¨®mo la literatura avanza a partir de variaciones de un primer relato oral
Mac, el protagonista y narrador de Mac y su contratiempo, es un apasionado lector, alegre y chiflado que prefiere la poes¨ªa y el cuento a la novela ¡ªg¨¦nero demasiado alejado de las formas orales¡ª, y que ahora, a sus 60 a?os, sin empleo, decide escribir un ¡°diario de iniciaci¨®n¡± que le sirva de ensayo para debutar en la literatura. Ese cuaderno estar¨¢ repleto de sucesos triviales, dada su condici¨®n de hombre modesto y sencillo, que vive en un barrio barcelon¨¦s sin grandes turbulencias, con los hijos independizados y la vida conyugal pactada. Un d¨ªa coincide con su vecino S¨¢nchez, un ¡°reconocido escritor barcelon¨¦s¡±, en la librer¨ªa que ambos frecuentan, y le oye lamentarse del paso del tiempo, de lo dif¨ªcil que le resulta recordar sus a?os de juventud, especialmente aquel en que ¡°escribi¨® una novela sobre un ventr¨ªlocuo y una sombrilla de Java (que ocultaba un artefacto asesino) y sobre un maldito barbero de Sevilla¡±. Mac recuerda aquella novela, las memorias deliberadamente oblicuas de un ventr¨ªlocuo, como un libro ¡°extra?amente bello a veces¡± y otras ¡°irregular y desquiciado¡±, cuya lectura hab¨ªa abandonado hacia la mitad, cansado de los momentos mareantes que conten¨ªa, seg¨²n censur¨® un cr¨ªtico. Un nuevo encuentro fortuito con S¨¢nchez anima a Mac a reescribir aquella novela imperfecta, Walter y su contratiempo, que fue su lectura inacabada.
Este es el engranaje narrativo de la ¨²ltima novela de Enrique Vila-Matas, que se resuelve en una tensi¨®n de naturaleza especular, con el desdoblamiento del narrador-diarista (escritor) en lector, el contrapunto temporal (esa novela de juventud que retorna como lo hacen los m¨²ltiples recuerdos que son otras tantas historias m¨ªnimas), las simetr¨ªas ¨¤ l¡¯envers que tambi¨¦n afectan a los personajes (la esposa y la novia abandonada, el afamado escritor y su ambicioso sobrino odiador, el mendigo de pelambrera Harpo Marx y el otro mendigo muy bien vestido, los bohemios cuarentones del Baltimore y los contertulios del Tender, etc¨¦tera), el conflicto entre identidad e impostura, las relaciones entre realidad y ficci¨®n ¡ªdos viejos c¨®nyuges¡ª, y tambi¨¦n entre las distintas formas de la prosa e incluso entre lo falsamente po¨¦tico (el manido s¨ªmil ojos azul zafiro-intenso mar de S¨¢nchez) y la l¨ªrica honda y esencial que por momentos destilan estas p¨¢ginas, la superposici¨®n entre novela y metanovela, el reconocimiento y el tributo para con autores-faro y que puede ejecutarse desde el homenaje directo o desde la estilizaci¨®n par¨®dica, el estilo que alcanza un tono propio y una modulaci¨®n singular y que se forja en m¨²ltiples voces (de ah¨ª la figura del ventr¨ªlocuo), lo sencillo y lo complejo, la historia secreta e inadvertida que subyace bajo la trama principal (la teor¨ªa del iceberg), o las historias laterales y su relaci¨®n con la historia central.
La historia central y vertebradora de Mac y su contratiempo es, desde luego, esa relectura-reescritura (casi enteramente mental) de Walter y su contratiempo, la novela de S¨¢nchez compuesta por 10 relatos escritos ¡°a la sombra de¡± Cheever, Djuna Barnes, Borges, Hemingway, Carver, Malamud, Schwob, Rhys, Poe y Chesterton, por orden de aparici¨®n y eludiendo el final. Y ya adivinar¨¢n que en este ejercicio Vila-Matas va desgranando su personal po¨¦tica de la narraci¨®n como una combinatoria de lecturas, experiencias e imaginaciones que retornan. Mac es tambi¨¦n una breve autobiograf¨ªa literaria donde se rescatan los ¡°pasos perdidos¡± de un escritor debutante, junto con todas las v¨ªas y sendas que se le fueron abriendo despu¨¦s. La defensa de la repetici¨®n, entendida como una modificaci¨®n infatigable, es el tema de esta novela, que narra c¨®mo se ha ido construyendo la historia de la literatura a partir de las sucesivas variaciones de un primer relato oral.
Retorna el mejor Vila-Matas, con su magn¨ªfico equipaje literario (el propio y el ajeno), bien seleccionado, medido y destilado; su mirada, que se relaciona m¨¢s con la intensidad y la calidad de los detalles que con el abigarramiento y la acumulaci¨®n, porque el artista, al salir a la calle, ¡°tiene que observar lo que all¨ª ve como si lo ignorara todo, pero luego debe ejecutarlo, pasarlo en limpio en casa, como si lo supiera todo¡±; con sus historias que son ¡°breves l¨¢minas de vida¡±; con su humor inagotable; con una escritura en la que la claridad, el rigor y la belleza son el verdadero compromiso del escritor.
Presten atenci¨®n a ese final, punto de partida y punto de llegada, donde se yuxtapone la imagen del narrador oral de la plaza de Xema¨¢ El-Fn¨¢ y una reflexi¨®n de resonancias proustianas: ¡°Uno siente que, a medida que recorremos el mundo y lo surcamos en todos los sentidos, m¨¢s nos va envolviendo el fantasma de lo familiar que alg¨²n d¨ªa esperamos recobrar (¡). Percepci¨®n de una escritura de a pie, de una geograf¨ªa de la que hab¨ªamos olvidado que somos autores¡±.
Mac y su contratiempo. Enrique Vila-Matas. Seix Barral, 2017. 303 p¨¢ginas. 19,50 euros
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