El disc¨ªpulo se estrena, la maestra se divierte

Puede que pocos artistas encarnen el futuro de la danza y el baile flamenco como David Coria y Ana Morales, citados de forma conjunta en tanto que, en sus respectivas carreras, han mostrado un s¨®lido apoyo rec¨ªproco y una cierta identidad formal en las formas expresivas. Su preparaci¨®n los puede capacitar para abordar cualquier disciplina danc¨ªstica desde las m¨¢s diversas ¨®pticas. Han optado por el flamenco, por la antigua ceremonia de celebrar este arte bailando, mas con una nueva piel, como dej¨® escrito el maestro Cohen. Hay una tremenda fidelidad al canon en sus manifestaciones, pero su interpretaci¨®n es actual, depura la vieja herencia y se distingue por una pulcritud formal que no resta calor a un movimiento que se plasma con singular elegancia.

En la creaci¨®n con la que Coria se presenta en gran formato, tras ser solista o destacado bailar¨ªn en muchas compa?¨ªas ¡ªla ¨²ltima el Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa, bajo la direcci¨®n de Rafaela Carrasco¡ª, hay coreograf¨ªas a ¨¦l debidas, pero que firma con la colaboraci¨®n de Morales. Poco importa a quien remitan, sean solistas o de grupo. La unidad en la expresi¨®n se extiende al escueto cuerpo de baile que funciona en una misma clave. Y cuando se trata de bailar por derecho, a entregarse.

La ca?a, en un prodigioso paso a dos. La farruca de David tras una creativa lectura del estilo por Jes¨²s Torres, los tangos de Ana, que se eleva del suelo al cielo cuando Londro canta la milonga Vino amargo, y remata con un equilibrio entre la fuerza y la sensualidad del estilo y su elegante marca personal. Los tanguillos, las ton¨¢s, los romances y la albore¨¢. La nueva expresi¨®n no ser¨ªa entendible sin figuras como la del guitarrista Jes¨²s Torres, que contribuye a crear la atm¨®sfera precisa con sus composiciones, ni sin el cante de Londro y Campos, que hacen que suenen nuevos los viejos cantes. Cohesi¨®n grupal para una est¨¦tica de caja negra desnuda. Sin m¨¢s concesiones. No hacen falta. Solo baile.

Una alegre 'performance' para Lola

Llov¨ªa a cantaros la ma?ana del s¨¢bado en Jerez. Ni el agua ni el fuerte viento que la impulsaba arredraron a los m¨¢s de cuatrocientos aficionados que se acercaron a la Bodega Gonz¨¢lez Byass para ver lo que la bailaora Rafaela Carrasco hab¨ªa preparado en recuerdo de Lola Flores. La inclemencia clim¨¢tica s¨ª oblig¨® a los organizadores a situar el espect¨¢culo a cubierto, en la anchurosa nave de Los Gigantes. A ella llegaron los artistas despu¨¦s de compartir una copa y tras la llamada de atenci¨®n que efectu¨® Miguel Cubero recitando a Miguel Hern¨¢ndez.

Sobre el escenario, situado en el centro de un bosque de arcos de medio punto, tres mujeres se encontraron, cada una con las voces que las distinguen. Dulce y enso?adora la de Silvia, rozada como flamenca que es la de Carmen. La tercera voz se expresaba con los pies, poniendo acento a las canciones, y con todo el cuerpo para subrayar la m¨²sica y hasta las propias palabras en off de Lola en el tramo final. Ay, pena, penita, pena, La zarzamora, Limosna de amores, tres canciones y dos poemas. Todo compartido con complicidad y recibido con cercan¨ªa en un espacio tan singular. Y la conciencia de vivir un momento irrepetible. La misma que deb¨ªan de tener los asistentes ante el derroche de arte en un espect¨¢culo que se ha concebido como ef¨ªmero. Una performance alegre para un d¨ªa gris.