En la Luna no hay atascos ni ladrones
Tom Gauld imagina en su ¨²ltima novela gr¨¢fica a un polic¨ªa que vive solo y desocupado en el sat¨¦lite de la Tierra
Ni un solo robo. Cero atracos, tiroteos, secuestros. Nada de nada. Por m¨¢s que el polic¨ªa circule en busca de alguna misi¨®n, los criminales parecen haberse volatilizado. Lo m¨¢s emocionante de su d¨ªa a d¨ªa se reduce a perseguir un perro desaparecido. Y ni siquiera lo encuentra: el can regresa solito. Desde luego, la Luna ya no es lo que era. La ¨²ltima moda consiste en volver a la Tierra. De ah¨ª que el agente se quede abandonado a su aburrimiento. ¡°La imagen de la que part¨ª fue la de una Luna vac¨ªa, donde un coche diera vueltas sin sentido¡±, relata el dibujante Tom Gauld (Aberdeenshire, 1976). A?adi¨® iron¨ªa, melancol¨ªa y surrealismo para cocinar las 90 p¨¢ginas de la novela gr¨¢fica Un polic¨ªa en la Luna (Salamandra Graphic).
¡°Me gusta el humor triste. Me sale natural verlo en la vida y no puedo imaginar mis c¨®mics sin eso¡±, agrega Gauld. Ni tampoco las vi?etas semanales que publica para el diario The Guardian y la revista The New Scientist. Este ox¨ªmoron atraviesa toda su obra y especialmente este tebeo. Entre robots rid¨ªculos, distribuidores de donuts averiados, y el 100% de eficiencia del protagonista ¡ªcr¨ªmenes denunciados: cero. Investigados: cero. Resueltos: cero¡ª, Un polic¨ªa en la Luna es un viaje espacial hacia lo absurdo. Y hacia la sencillez: resulta que cuatro colores (gris, azul, blanco, negro) y muchos silencios bastan para sonre¨ªr.
¡°Algunas de mis primeras historietas iban de astronautas. Y encontr¨¦ en Internet un juguete antiguo llamado ¡®Patrulla espacial¡¯ que era un coche de los cincuenta con un peque?o robot y un ca?¨®n. Me hizo pensar en ese tiempo en que cre¨ªamos que alg¨²n d¨ªa vivir¨ªamos en la Luna y no parec¨ªa una locura. Y quise retratar la tristeza del fracaso de ese sue?o¡±, explica el Big Bang de su obra Gauld. As¨ª que Un polic¨ªa en la Luna bebe tanto de la fiebre mundial posalunizaje de 1969 como de la pasi¨®n de su autor por la ciencia-ficci¨®n y 2001. Una odisea en el espacio. ¡°Quer¨ªa que el libro fuera una carta de amor a todo eso¡±, afirma el escoc¨¦s.
Cierta adoraci¨®n es lo que siente tambi¨¦n por el dibujo. De peque?o se pasaba las tardes tirado en el suelo dando rienda suelta a sus l¨¢pices y su fantas¨ªa. Sigue dibujando todos los d¨ªas, incluso los fines de semana, y lo considera ¡°un placer¡±. A la vez, contin¨²a fiel a sus manos. ¡°Uso el ordenador para el texto y el color. Pero me gusta pensar que el hecho de que lo que sale en la p¨¢gina est¨¦ realizado por m¨ª tiene algo de magia. No quiero que resulte fr¨ªo, dibujado por una m¨¢quina, sino que se perciba el calor que ha volcado en ¨¦l un ser humano con sus fallos¡±.
Lo realmente complicado del asunto, para Gauld, es la otra parte: ?qu¨¦ narrar en las vi?etas? ¡°Escribir es un trabajo duro, me genera miedo hacerlo mal. Lo m¨¢s dif¨ªcil es encontrar algo que merezca la pena contar¡±, defiende. Tanto que buena parte de los tres a?os que pasaron entre el germen de Un polic¨ªa en la Luna y su punto final fueron engullidos por un agujero negro: ¡°Estaba sentado ante la mesa y la recog¨ªa, porque no pod¨ªa pensar en nada¡±. Por m¨¢s que todos le recomienden escribir cada d¨ªa, para adquirir m¨¢s oficio, Gauld no lo consigue: ¡°Empiezo algo. Luego lo aparto. Me deprimo. Y no hago nada durante meses¡±.
¡°Mi miedo es que la gente diga: es bonito pero in¨²til¡±, agrega el dibujante. De ah¨ª que, ante el v¨¦rtigo de crear una novela gr¨¢fica entera, el artista agradezca la seguridad de sus vi?etas. Dos entregas semanales, con fecha clara, un texto ya decidido y obligaci¨®n de cumplir. ¡°Un c¨®mic te ofrece libertad de oportunidades pero tambi¨¦n asusta. Est¨¢ bien tener un trabajo fijo¡±, defiende. Aunque al fin y al cabo tambi¨¦n considera su inseguridad como algo positivo, que le obliga a esmerarse en sus trabajos, ya sea una ilustraci¨®n de tres vi?etas o un tebeo como Goliath o Todo el mundo tiene envidia de mi mochila voladora. ¡°No creo que la novela gr¨¢fica sea literatura. Me gusta que sea el hermano joven, divertido y dif¨ªcil que hace sus propias cosas. No entiendo cuando la gente se empe?a demasiado en intentar que el c¨®mic sea m¨¢s respetado¡±, a?ade el artista.
Feliz con su profesi¨®n, Gauld nunca so?¨® con ser astronauta, ni de peque?o. Pero, ?le fascina el espacio? ¡°Tuve la idea de que visitar la Luna no fuera algo disparatado. Ahora, en realidad, pienso que estar¨ªa bien para un fin de semana, una escapada. No debe de haber mucho all¨ª¡±. En concreto, solo un polic¨ªa, dando vueltas con su coche.
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