¡®Do?a Clara¡¯, el filme que empez¨® el combate
El director Kleber Mendon?a Filho lidera desde el pasado Cannes la lucha del cine brasile?o contra el Gobierno de Michel Temer
Cuando en el pasado festival de Cannes, en mayo, el equipo de Do?a Clara -su t¨ªtulo espa?ol, que el original es Aquarius- pis¨® la alfombra roja, convirti¨® el estreno de gala en un acto pol¨ªtico. Su director, el excr¨ªtico de cine Kleber Mendon?a Filho, ya hab¨ªa realizado declaraciones previas sobre el tema, pero el certamen franc¨¦s llev¨® sus protestas a todo el mundo. Ah¨ª se emprendi¨® la mecha de una protesta que ha puesto a la mayor parte de los cineastas brasile?os en contra de su Gobierno, y que ha continuado de festival en festival: hace un mes en la Berlinale, los creadores de la brasile?a Joachim, comandados por su director, Marcelo Gomes, presentaron un manifiesto firmado por los 12 principales cineastas compatriotas suyos en el que insist¨ªan en que "Brasil est¨¢ viviendo una grave crisis democr¨¢tica". En el combate ha habido da?os colaterales: sorprendentemente Do?a Clara no represent¨® a su pa¨ªs en los Oscar.
As¨ª que cuando la semana pasada Mendon?a Filho (Recife, 1968) aterriz¨® en Madrid, sab¨ªa que iba a hablar m¨¢s de pol¨ªtica que de cine. "De verdad, no creo que mi pel¨ªcula haya sido devorada por el ambiente pol¨ªtico. Ya ha ocurrido antes, en la historia del cine y de la m¨²sica, que el arte captura el momento social. Como ciudadanos tenemos que reflejar lo que ocurre, aunque sea un peligro muy grande". Justo lo que le ocurre a su protagonista, do?a Clara, interpretada con finura y contundencia por Sonia Braga, la ¨²ltima inquilina de un bello edificio, Aquarius, al pie de la playa de Recife. Cuando ella abandone su apartamento, una inmobiliaria lo derrumbar¨¢ para levantar un bloque de pisos. La veterana cr¨ªtica musical se opondr¨¢ a un monstruo empresarial. "?Sabes? A veces creo que me hubiera gustado haber hecho Bambi y poder colar el mensaje sin que nadie me preguntara. Pero hoy en d¨ªa, todo es tan dram¨¢tico que un sencillo no como el que pronuncia mi protagonista se convierte en un asunto pol¨ªtico gigantesco. Y ocurre lo mismo en EE UU, Europa, Brasil... Creo que Do?a Clara refleja el triunfo del sarcasmo como modelo ideol¨®gico imperante".
Para Mendon?a Filho, su pa¨ªs vive ¡°tiempos muy extra?os¡±. La situaci¨®n ¡°es tan mala que no puede ir a peor¡±. Y cree que tras una larga dictadura y una democracia ¡°ni brillante ni mala¡±, ha llegado una quiebra ¡°brutal¡±. ¡°El Gobierno ha roto la democracia¡±.
El brasile?o ha realizado un filme m¨¢s narrativo que su primer largometraje, O Som ao Redor (2013). "Todos me dec¨ªs lo mismo. Pero porque la primera era muy coral. Aqu¨ª hay un personaje principal, sobre el que gira la acci¨®n. S¨ª creo que en su interior se asemejan en la lucha simb¨®lica". Y no tiene dudas para dilucidar qu¨¦ fue m¨¢s complejo: si encontrar el edificio en el que se desarrolla la acci¨®n o convencer a Sonia Braga de que protagonizara el drama. "De lejos, lo dif¨ªcil fue localizar el edificio. Le envi¨¦ el guion y a los dos d¨ªas me respondi¨® que aceptaba el proyecto. Tras el rodaje me dijo que le hab¨ªa venido muy bien la pel¨ªcula, y es cierto que ha vuelto a rescatarla en el mercado internacional. Ahora somos amigos. Yo solo la conoc¨ªa, antes de filmar, como una estrella. Vamos, como conozco a Al Pacino. Sonia y yo hablamos la primera vez por Skype y fue como si charlaras con un amigo sobre un libro con el que ambos hab¨¦is conectado". Cuando lleg¨® el encuentro personal, al cineasta le llam¨® la atenci¨®n lo peque?a que es, "y lo que llena en pantalla".
Un Recife que ya no existe
Otra cosa fue el edificio. Mendon?a Filho ten¨ªa uno controlado, que le inspir¨® el guion, en los nueve kil¨®metros de playa de Recife. ¡°Lo derribaron y llegamos a tiempo a filmar en el ¨²ltimo que quedaba de otra ¨¦poca, el Ocean¨ªa, y de otro tama?o: es m¨¢s horizontal que vertical, lo que le hace perfecto para el cinemascope¡±.
¡°El Gobierno ha roto la democracia¡±
Clara est¨¢ inspirada por la madre de Mendon?a Filho. Su Recife es que el que recuerda el cineasta de su ni?ez, y adem¨¢s con el ¨¦xito de este filme el director deja claro que no volver¨¢ a su anterior profesi¨®n: cr¨ªtico de cine. ¡°En realidad, no me sent¨ªa c¨®modo haciendo cr¨ªticas. Empec¨¦ a pedirle a mi director no redactar textos sobre directores que conoc¨ªa, y hubo un momento en que tuve que dejar de escribir¡±. De Do?a Clara a su creador le preocupaba que el personaje pareciera una abuelita, "que no lo es", y el sexo: "En Hollywood, por culpa de las pel¨ªculas de superh¨¦roes, el sexo es considerado de mal gusto. En realidad, en mi pel¨ªcula hay un minuto y 40 segundos de sexo en 140 minutos... ?y el p¨²blico me dice que hay mucho! Por favor, es parte de la vida".
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