Bienvenidos a casa de Ner¨®n
La Domus Aurea de Roma, enorme residencia del emperador, lanza una visita con realidad virtual que permite descubrir su majestuosidad original
Roma acababa de arder. De las llamas sali¨® una urbe destruida. Pero, tambi¨¦n, una oportunidad. O as¨ª lo vio Ner¨®n en el 64 d. C: la reconstrucci¨®n de la citt¨¤ eterna empezar¨ªa¡ en su casa. Privilegios de ser emperador. As¨ª que expropi¨® parte del centro hist¨®rico y encarg¨® una residencia de 80 hect¨¢reas, con paredes de m¨¢rmol y b¨®vedas de oro, rodeada de bosques, un lago artificial y hasta una colosal estatua del propio princeps. No por nada fue bautizada Domus Aurea, la casa ¨¢urea. Cuando Ner¨®n la pis¨®, se mostr¨® satisfecho: ¡°Por fin puedo vivir como un hombre¡±. Y ahora, por primera vez, cualquiera puede comprobar la humildad del emperador: la Domus Aurea ha inaugurado una visita con realidad virtual que permite sumergirse en su esplendor original.
¡°Te vas con la sensaci¨®n de haber vivido una experiencia en lugar de haber visitado un museo. La realidad virtual me hizo sentir como una ni?a. Te lleva autom¨¢ticamente a la Roma cl¨¢sica: puedes caminar por los salones, los ninfeos, contemplar desde la terraza la ciudad, tan majestuosa¡±, contaba tras la experiencia Sara, una joven turista espa?ola. Porque, hacia la mitad de un itinerario de 75 minutos, el grupo de 25 visitantes alcanza la Sala de la B¨®veda Dorada, se coloca un casco y viaja por el tiempo. ¡°La oscuridad se va de un plumazo y el espacio se transforma: las paredes se caen y vuelve a entrar la luz originaria¡±, relataba Amaya, otra turista espa?ola.
"Ner¨®n fue un buen emperador"
¡°Nos ha llegado una imagen fuertemente distorsionada de Ner¨®n¡±, asegura Alessandro D¡¯Alessio. El arque¨®logo cree que el Senado, marginado por completo en la fase final de su reinado, se veng¨® del emperador: su recuerdo fue manchado, primero, y luego destruido. Y as¨ª qued¨® para la posteridad la leyenda, que hoy los estudiosos tienden a desmontar, de que incendiara ¨¦l mismo la ciudad. A la vez, buena parte de los historiadores de la ¨¦poca, afines al Senado, contribuyeron a retratarle como un ¡°loco mani¨¢tico¡±, seg¨²n D¡¯Alessio. Lo que el arque¨®logo s¨ª reconoce es la megaloman¨ªa del emperador: ?c¨®mo se explicar¨ªa si no una residencia de 80 hect¨¢reas?
¡°Podemos decir que fue un buen emperador. Tom¨® medidas importantes para el pueblo y la ciudad tras el incendio, como normativas edilicias que limitaran el riesgo de fuegos. Sac¨® adelante la primera reforma monetaria, para combatir la inflaci¨®n. Mostr¨® cierta indulgencia con las clases menos ricas. Y fue un gran amante de la cultura griega¡±, enumera D¡¯Alessio.
Sus afirmaciones har¨ªan feliz a Alessandro D'Alessio, arque¨®logo y responsable cient¨ªfico de la Domus Aurea. ¡°La luz era el aspecto fundamental, perdido para siempre. Reintroducirla era posible solo as¨ª. Es una reconstrucci¨®n muy rigurosa, no un dibujo animado. Ense?amos la Domus Aurea como era, dentro de la Domus Aurea como es¡±, defiende. En efecto, sin la realidad virtual costar¨ªa imaginar aquel monumento al ingenio y la egolatr¨ªa. El resto de la visita transcurre en la sombra, entre muros y columnas pr¨¢cticamente desnudos, que apenas narran el pasado glorioso que presenciaron.
Cosas de la damnatio memoriae, el castigo que el Senado infligi¨® a Ner¨®n: su recuerdo ser¨ªa borrado de la faz de la tierra. El Coliseo cubri¨® el lago artificial; la estatua fue derribada; y los preciosos salones, expoliados y enterrados en el 109 d.C. bajo las termas de Trajano. Hasta que, con el Renacimiento, la Domus Aurea tambi¨¦n resucit¨®. Fueron artistas tan c¨¦lebres como Rafael o Pinturicchio quienes redescubrieron aquel tesoro: cre¨ªan introducirse en unas grutas, pero se encontraron con la Historia sepultada.
¡°El propio Rafael escribi¨® al papa Le¨®n X que de la arquitectura antigua solo percib¨ªa los huesos y la carne, pero faltaba la piel. Quiz¨¢s hayamos logrado devolver la sensaci¨®n de ese mundo¡±, se sincera Stefano Borghini, arquitecto y coordinador del proyecto virtual. Con un coste de unos 300.000 euros, esa tecnolog¨ªa juntaba tres virtudes: una inmersi¨®n emotiva, la correcci¨®n cient¨ªfica y el ¡°menor impacto posible¡± en una estructura subterr¨¢nea y con su propio microclima, seg¨²n Borghini. Aun as¨ª, optaron por una experiencia de pocos minutos, ante la duda de c¨®mo reaccionar¨ªa el p¨²blico. Ni a Sara ni a Amaya les hubiera importado que durara m¨¢s. Y no son las ¨²nicas, a juzgar por las visitas ya reservadas al menos hasta mayo ¡ªsolo los s¨¢bados y domingos, por 14 euros; durante la semana contin¨²an las obras de restauraci¨®n¡ª. Tanto que a posteriori Borghini cree que se podr¨ªa haber prolongado ¡°un pel¨ªn¡±.
Eso s¨ª, mientras la Domus Aurea no muestre s¨ªntomas de rechazo, el experimento ha llegado para quedarse. O tal vez para expandirse. Tras las proyecciones nocturnas que desde hace dos veranos reviven los foros tal y como fueron, y ahora la visita virtual a Ner¨®n, algo en Roma parece haber despertado. ¡°Es una ciudad un poco replegada sobre s¨ª misma. Estas iniciativas de modernidad son bienvenidas¡±, asevera D¡¯Alessio. Y tanto ¨¦l como Borghini sugieren que esta innovaci¨®n podr¨ªa abrazar pronto m¨¢s iconos del patrimonio. El arque¨®logo no a?ade m¨¢s ¡ª¡°me matan¡±¡ª, pero el arquitecto s¨ª ofrece una pista: ¡°Creemos mucho en esta posibilidad. Hay ideas, a¨²n muy embrionarias, sobre el foro Palatino. Aunque tendr¨ªa una complejidad enorme¡±.
Sea como fuere, D'Alessio quiere que el futuro ayude al pasado sin devorarlo: ¡°El patrimonio arqueol¨®gico de una ciudad como Roma no se debe convertir en un parque de atracciones. La comunicaci¨®n de lo antiguo de manera adecuada al p¨²blico es justa, pero es importante la imagen de las ruinas como son. Hay conservar un recuerdo, una memoria¡±. Ner¨®n, desde luego, no podr¨ªa estar m¨¢s de acuerdo.
El futuro de la Domus Aurea
La Domus Aurea reabri¨® a los visitantes hace poco m¨¢s de dos a?os. Y ahora ha incorporado tambi¨¦n las gafas de realidad virtual. Pero mucho queda por hacer, relata D'Alessio.
"Ante todo, tenemos que terminar las intervenciones de restauraci¨®n estructural y apuntalamiento. Pero van por el buen camino, ya est¨¢ realizado entre el 70 y el 80% del trabajo", afirma el arque¨®logo y responsable cient¨ªfico del monumento.
Mientras se refuerza por dentro, la Domus Aurea necesita tambi¨¦n liberarse del peso que la oprime. Tras ser enterrada bajo las termas de Trajano, ahora la casa de Ner¨®n carga en sus hombros con Colle Oppio, la colina que se alza sobre sus techos. De ah¨ª que parte del proyecto consista en aliviar en un 70% ese peso. ?C¨®mo? Sustituyendo el parque y sus ¨¢rboles por un jard¨ªn ligero, mucho m¨¢s llevadero para la Domus, y capaz adem¨¢s de controlar el flujo de agua y evitar las infiltraciones actuales. "Es un ¨¢rea que mide como unos tres campos de f¨²tbol", explica D'Alessio.
El espacio ha sido dividido en 22 porciones. Una ya ha sido completada, y en una segunda se est¨¢ trabajando. Los 13 millones concedidos por el Ministerio de los Bienes Culturales han permitido poner en marcha la sustitucion de ocho porciones m¨¢s. La otra mitad depende de que el proyecto reciba m¨¢s fondos, hasta el total de 31 millones necesario para terminar las obras. D'Alessio cruza los dedos para que en "cinco o seis a?os" la intervenci¨®n se haya completado.
A partir de ah¨ª, una vez derrotadas las infiltraciones y estabilizado el clima dentro de la propia Domus Aurea, se podr¨¢ empezar una tercera fase, quiz¨¢s la m¨¢s interesante para los visitantes: restaurar todos los frescos, estucos y decoraciones que todav¨ªa acoge la residencia de Ner¨®n y tratar de rescatar su brillo. Lo que D'Alessio considera en cambio pr¨¢cticamente imposible es conseguir que la luz natural vuelva a entrar en el monumento. Por lo menos, para eso est¨¢ la realidad virtual.
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