Aramburu: ¡°Todav¨ªa no se acaba ETA para todos¡±
El escritor de 'Patria' habla sobre el anuncio de la banda terrorista de entregar las armas y sobre el perd¨®n
¡°Todav¨ªa no se acaba ETA. No para todos. Hay personas que todav¨ªa no saben qui¨¦n fue el asesino de su familiar¡±. Fernando Aramburu (San Sebasti¨¢n, 1959) comparec¨ªa este jueves para otra presentaci¨®n de Patria (Tusquets), despu¨¦s de que hace apenas seis d¨ªas, el 18 de marzo, la banda terrorista anunciara que el 8 de abril entregar¨¢ las armas sin condiciones. Sin embargo, para el escritor guipuzcoano, cuya novela narra a lo largo de 642 p¨¢ginas 30 a?os de silencio y miedo, de atentados y llantos, que retrata la vida en un pueblo de Euskadi en el que todos los vecinos se conocen, todav¨ªa queda un largo proceso hasta que pueda escribirse un nuevo cap¨ªtulo en el que la reconciliaci¨®n sea algo concreto y el odio se haya disipado.
Pero es el perd¨®n a lo que aspira Aramburu. Estaba en el vestigio del que surgi¨® este libro que ya ha superado los 150.000 ejemplares vendidos ¨Cun 20% de ellos en Euskadi, seg¨²n Tusquets¨C; una frase anotada en un cuaderno: ¡°Una mujer cuyo marido fue asesinado por ETA exige que le pidan perd¨®n¡±. Ese fue el germen de Patria, una palabra que le disgusta en castellano, por esa facilidad con que adquiere el matiz de proyecto com¨²n que excluye a los que no piensan igual. ¡°Para m¨ª lo m¨¢s patri¨®tico es volver a mi ciudad a comer alubias de Tolosa y beber sidra¡±, confiesa este residente en Alemania desde hace ya tres d¨¦cadas. Para el perd¨®n es necesario m¨¢s coraje que para disparar un arma, apunta una de las citas de su libro, y es algo deseable, el abrazo, dice ¨¦l, pero recuerda las palabras que le dispens¨® la viuda de Fernando Buesa, asesinado en el a?o 2000: ¡°Deber¨ªa ser mi difunto marido quien les perdonara, no es a m¨ª a quien mataron¡±.
De cualquier forma, Aramburu no cree en la necesidad de que los agresores pidan perd¨®n p¨²blicamente, dentro un ejercicio escenificado y ante periodistas o pol¨ªticos. No considera que eso fuese a ser terap¨¦utico. Las v¨ªctimas regresar¨ªan a casa a solas con su dolor, id¨¦nticamente, no as¨ª como si se tratara de un acto entre el afligido y el da?ador contrito en exclusiva. Su optimismo hacia esa paz definitiva, inalterable, es menor que su suspicacia, aduce, porque todav¨ªa ve im¨¢genes que le asustan: encapuchados lanzando c¨®cteles molotov a un ertzaina o manifestaciones de odio al otro en universidades.
¡°Nac¨ª el mismo a?o que ETA¡±, declara Aramburu como raz¨®n de ser del libro, como motivaci¨®n que le llev¨® a escribirlo: ¡°No habr¨ªa dado testimonio fiel de mi tiempo si me hubiera ahorrado Patria¡±, considera. Y cuenta a continuaci¨®n c¨®mo en voz baja a la salida de encuentros con lectores hab¨ªa personas que se le acercaban para darle las gracias por haberlo escrito, porque ellos perdieron a un padre, madre, hermano, t¨ªo. ¡°La ficci¨®n permite ponerle carne a los datos con los que trabaja la historia para empatizar, es un libro contra el olvido, contra aquellos que a partir de ahora querr¨¢n blanquear lo que ocurri¨® con el terrorismo. 850 muertos, ?qui¨¦nes eran, c¨®mo viv¨ªan su cotidianidad?¡±. De toda la literatura que ha tratado esta tem¨¢tica, autores como Bernado Atxaga o Harkaitz Cano, ha sido Patria la historia que m¨¢s ¨¦xito ha tenido jam¨¢s entre el p¨²blico. Seg¨²n el periodista Juan Cruz el antiguo dirigente socialista Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, cuando cerr¨® la tapa, dijo: ¡°As¨ª fue¡±. Se ha convertido para muchos en el gran relato sobre ETA, comparado por Mario Vargas Llosa con El agente secreto, sobre el anarquismo brit¨¢nico del XIX, de Joseph Conrad, o con La condici¨®n humana. de Andr¨¦ Malraux, sobre la Revoluci¨®n China. Pero el propio autor pide que, contra esa desmemoria probable, se lea m¨¢s, y rese?a otro t¨ªtulo reci¨¦n publicado sobre las extorsiones de ETA: Misivas del terror, de Izaskun S¨¢ez de la Fuente Aldama (Marcial Pons).
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