Salvador P¨¢niker, el gran valedor de la contracultura
El filosof¨® public¨® en Kair¨®s t¨ªtulos fundamentales que marcaron toda una ¨¦poca
A Salvador P¨¢niker se le recordar¨¢ por muchas cosas pero de manera especial por algunos del cerca del millar de t¨ªtulos que public¨® en su editorial Kair¨®s y que marcaron ¨¦poca. Entre esos libros figuran obras emblem¨¢ticas de la contracultura y la espiritualidad, como La libertad interior, de Krishnamurti, El gran mandala, de Alan Watts o, precisamente, El nacimiento de una contracultura, de Theodore Roszak. Tambi¨¦n el c¨¦lebre La inteligencia emocional, de Goleman, o La conspiraci¨®n de Acuario, se?alada como ¡°la Biblia de la nueva era¡±.
En junio de 2015, con motivo del 50 ? aniversario de Kair¨®s, se celebr¨® en el paraninfo de la Universidad de Barcelona y en su jardines una fiesta que sirvi¨® de gran homenaje a P¨¢niker y a la que acudieron amigos, lectores y c¨®mplices, entre ellos Xavier Rubert de Vent¨®s, Jorge Herralde, Pepe Ribas, Josep Maria Fericgla o los viajeros y libreros Pep Bernades y Albert Padrol. Durante la fiesta, Salvador P¨¢niker, acompa?ado por su hijo Agust¨ªn, actual director de Kair¨®s, desgran¨® algunos de sus recuerdos de editor, por ejemplo su relaci¨®n con Manolo V¨¢zquez Montalb¨¢n, que estuvo en el comit¨¦ de selecci¨®n de la editorial en sus comienzos. Aunque compart¨ªan algunas trincheras ideol¨®gicas, estaban alejados en otras. ¡°Siempre nos mir¨¢bamos con una mezcla de recelo y simpat¨ªa¡±, evoc¨®, ¡°pero nos apreci¨¢bamos mucho¡±. Tambi¨¦n rememor¨® sus problemas con la censura franquista, aunque recalc¨® que ¡°la contracultura pasaba bien porque no la entend¨ªan¡±.
Entra?able, cult¨ªsimo y dotado de un fino sentido del humor, P¨¢niker atesoraba an¨¦cdotas e historias deliciosas. De un humanismo extraordinario, recalcaba que su cat¨¢logo ¡°es una invitaci¨®n a que cada uno sea el maestro de s¨ª mismo¡±. De sus creencias propias sosten¨ªa que era ¡°agn¨®stico con o¨ªdo para la trascendencia¡±.
En aquella ocasi¨®n del aniversario, P¨¢niker record¨® que Kair¨®s brot¨® de una crisis, la suya que no acababa de encontrar su lugar en un mundo entregado a la teor¨ªa (y pr¨¢ctica) de la lucha de clases, ¨¦l que hab¨ªa estudiado cosas tan diversas como ingenier¨ªa y filosof¨ªa, y que hab¨ªa descubierto que era en realidad medio indio por parte de padre, miembro de una alta casta de Kerala. A montar Kair¨®s lo anim¨® su esposa, N¨²ria Pompeia. Kair¨®s, recordaba, significa en griego oportunidad, acierto, ¡°y llevaba una K muy destacada que casaba bien con mi apellido¡±. Su hermano, el no menos c¨¦lebre Raimon, que estaba entonces en la India, deb¨ªa participar en la editorial para que esta tuviera un pie en Barcelona y otra en Benar¨¦s, pero tantos a?os despu¨¦s a¨²n segu¨ªa pensando si colaboraba. El primer t¨ªtulo de la editorial fue Conversaciones en Madrid, del propio Salvador P¨¢nikar.
Dec¨ªa el autor y editor que Edgard Morin y Watts le hab¨ªan dado sendos consejos que siempre le valieron: el segundo que el hombre no es culpable, y el primero una sola palabra: ¡°Resistir¡±.
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