Muere el te¨®rico de la democracia Giovanni Sartori a los 92 a?os
El polit¨®logo italiano fue uno de los pensadores contempor¨¢neos m¨¢s relevantes en el estudio de los sistemas pol¨ªticos y de partidos y un cr¨ªtico tard¨ªo del multiculturalismo
![Daniel Verd¨²](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fauthor-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub%2Fprisa%2Fe754d022-18a1-44ce-a528-105a01f36f2f.jpg?auth=dcb863cacfc0bb32942db2b658618b2a27252ccfa1bd13aa2a00df339401e234&width=100&height=100&smart=true)
![Giovanni Sartori, en 2003, en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KDIDL43LL2VJY56AVA2POC6BDY.jpg?auth=282e4d072e88635c0fd8d32e5850a5283fe8b3da51f96aedf3967f7284f915a8&width=414)
En una ocasi¨®n le preguntaron al profesor Giovanni Sartori, capaz de desplegar en cada respuesta un abrumador repertorio de argumentos e iron¨ªa que pod¨ªan sonar a arrogancia intelectual, si no era demasiado altezzoso (altanero en italiano). ?l respondi¨®. ¡°Ciertos personajes son pigmeos. Es inevitable mirarles desde arriba¡±. Sartori, que muri¨® ayer a los 92 a?os, se refer¨ªa principalmente a algunos exponentes de la clase pol¨ªtica italiana, de quienes fue gran azote este pensador l¨²cido y brillante, autor de decenas de ensayos que han cambiado el estudio de la ciencia pol¨ªtica.
Nacido en Florencia el 13 de mayo de 1924, ha sido uno de los intelectuales contempor¨¢neos m¨¢s relevantes en el an¨¢lisis de las democracias y los sistemas de partidos pol¨ªticos. Polit¨®logo y soci¨®logo de mirada corrosiva e insobornable, fue capaz de aportar brillo, humor y, sobre todo, mucha claridad al embrollo legal, social y pol¨ªtico de la sociedad italiana. A menudo con refrescante iron¨ªa y cierto sarasmo flotando sobre la carga cient¨ªfica que le permit¨ªan transitar con elegancia por un pensamiento tradicionalmente ¨¢spero.
Sartori fue profesor em¨¦rito en la Universidad de Florencia, y a partir de 1976 empez¨® a ense?ar en universidades de Estados Unidos: primero en Stanford y luego en la de Columbia de Nueva York. Se convirti¨® en uno de los referentes del mundo de la comunicaci¨®n con sus teor¨ªas sobre la influencia de los medios en la sociedad. Sus obras, de una incansable mordacidad y siempre combativas con el poder, han encendido la hoguera medi¨¢tica y pol¨ªtica cada vez que se han publicado. Sucedi¨® con referencias como ?Qu¨¦ es la democracia? (1997), con La sociedad multi¨¦tnica: pluralismo, multiculturalismo y extranjeros (2001) o con el referencial Homo videns: la sociedad teledirigida (1998). En junio de 2015 public¨® su ¨²ltimo libro, La carrera hacia ninguna parte. Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro (Taurus).
Dif¨ªcil de clasificar, incluso intelectualmente ¡°extravagante¡±, como se defini¨® ¨¦l mismo en el discurso de la entrega de premios de los Pr¨ªncipe de Asturias, su pensamiento siempre discurri¨® fuera de los esquemas o convenciones te¨®ricas del establishment intelectual. Laico y cr¨ªtico con la Iglesia, especialmente por su falta de control en la expansi¨®n de la poblaci¨®n en los pa¨ªses pobres, fue acercando su mirada y sus tesis al conflicto generado por los crecientes fen¨®menos migratorios y el Islam, dos de sus ¨²ltimas obsesiones pol¨ªticas: muy a menudo pol¨¦micas por su pretendida distanciamiento del amable discurso multicultural. ¡°La civilizaci¨®n occidental y el Islam actual son fundamentalmente incompatibles¡±, sostuvo en una entrevista con este peri¨®dico en 2001.
Contestario con el poder italiano de los ¨²ltimos 20 a?os ¡ªsuyos son los t¨¦rminos Porcellum o Matarellum que definen las ca¨®ticas leyes electorales italianas¡ª, recibi¨® ayer de este universo los mayores elogios. Puede que el Presidente del Consejo de Ministros, Paolo Gentiloni fuera el m¨¢s preciso: ¡°Gracias por la ciencia y la inteligencia corrosiva con la cual este estudioso ilustre ha dado mapa y nombre a la pol¨ªtica para que pudiera reencontrarse a s¨ª misma¡±.
En ese peque?o universo, una de sus obsesiones pol¨ªticas fue el ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, a quien dedic¨® el libro El Sultanato, una recopilaci¨®n de sus art¨ªculos sobre Il Cavaliere en Il Corriere della Sera. Pero su cr¨ªtica se situ¨® siempre a ambos lados del eje ideol¨®gico tradicional. Especialmente contra el tambi¨¦n florentino y ex premier, Matteo Renzi. ¡°Mientras Berlusconi era un tramposo blanco, Renzi es un tramposo agresivo¡±, dijo en una de sus ¨²ltimas entrevistas. ?Algo que le gustase de ¨¦l? ¡°Su falta absoluta de verg¨¹enza¡±.
Los medios de comunicaci¨®n, la informaci¨®n sobre lo p¨²blico y la confusi¨®n generada en el mundo de las pantallas formaron parte de su cuerpo te¨®rico. Pero la capacidad para aportar alg¨²n orden al ruido medi¨¢tico, constituy¨® la parte m¨¢s valiosa de su dedicaci¨®n como soci¨®logo. Anticip¨® tanto, que incluso servir¨ªa una reflexi¨®n que sobre s¨ª mismo aplicable al imperio de la todolog¨ªa y la tertulia global a la que, a menudo, tiende hoy cierto periodismo: ¡°Soy un superviviente de otro tiempo, uno de los ¨²ltimos dinosaurios que a¨²n creen que lo importante es intentar conseguir que se entienda un problema, y no s¨®lo aportar nuevos comentarios y an¨¢lisis¡±.
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