La redenci¨®n a trav¨¦s del cine
Los menores internados en un centro de Salamanca ruedan y protagonizan un filme sobre sus duras y dram¨¢ticas vivencias
Mario sonr¨ªe y dice: ¡°?Acci¨®n!¡±. Lo que narra a continuaci¨®n, en el fondo, bien podr¨ªa proceder de una pel¨ªcula. Aunque sus ojos negros ni se inmutan mientras relata conflictos familiares, amenazas con armas blancas a sus padres y un robo de dinero a su madre que colm¨® el vaso. Le explicaron que ya bastaba. Y que solo quedaban dos opciones. La primera era ¡°la c¨¢rcel¡±, recuerda. Mejor la segunda: la Escuela Santiago Uno de Salamanca, ¡°un centro de convivencia en grupo educativo¡±, seg¨²n su coordinadora, Puerto Rojas. Aqu¨ª, en pleno coraz¨®n de la ciudad, se junta un centenar de menores, ingresados por distintas razones, para remontar una carrera en la que van ¨²ltimos. Desde hace un a?o, cuentan adem¨¢s con la escuela Unocine. As¨ª que han rodado y protagonizado un filme. Ahora, por fin, est¨¢n listos para ense?arlo.
Para Mario, en realidad, es la segunda experiencia cinematogr¨¢fica. Ya apareci¨® en el corto de un amigo. ¡°Cuesta soltarse ante los dem¨¢s, pero una pel¨ªcula te permite hacer o decir cosas que habitualmente no podr¨ªas¡±, sostiene. Y lo cierto es que el filme, titulado provisionalmente Te fuiste al alba, abre un portal hacia vidas, inquietudes y esperanzas de estos j¨®venes, en sus propias caras y voces. La direcci¨®n y el montaje corresponden al cineasta y director del taller Pedro Sara; lo dem¨¢s corre a cargo de los chicos: sonido, guion o interpretaciones. ¡°Cine del oprimido¡±, lo llaman. Porque hay tres razones para ingresar en el centro: protecci¨®n (una familia ausente o no apta), medidas judiciales (tras alg¨²n delito cometido) o que los propios padres se rindan y f¨ªen, previo pago, el rescate de su heredero a Santiago Uno. Un adelanto de lo que han filmado se ver¨¢ este mi¨¦rcoles en Madrid, en un acto en el C¨ªrculo de Bellas Artes.
Problemas reales
Contarlo para no delinquir
Esther Fern¨¢ndez Molina, profesora del Centro de Criminolog¨ªa de la Universidad de Castilla-La Mancha, cree que el cine puede tener beneficios para menores internados. Y, sobre todo, para los que sean infractores: ¡°Contar su historia puede contribuir a que abandonen los actos delictivos. Tener una narrativa suele ayudar a desistir¡±.
Lo que la experta ve menos claro es juntar en un mismo centro a j¨®venes que hayan cometido delitos, otros enviados voluntariamente por sus padres o cuya familia no los pueda cuidar. ¡°Puede generar confusi¨®n, o incluso un efecto crimin¨®geno¡±, defiende. Y plantea como posible alternativa una ¡°intervenci¨®n intensiva¡± pero directamente en el entorno original del menor.
Lo cierto es que varios de los casi 60 centros esparcidos por toda Espa?a optan por mezclar inquilinos de procedencia distinta. ¡°Somos conscientes del riesgo. Pero en nuestra experiencia nunca resta y siempre suma. Y ayuda a los chicos a comprender otras situaciones¡±, responde Puerto Rojas, coordinadora de la Escuela Uno, que pertenece a la orden cristiana de los Escolapios, aunque tambi¨¦n colabora con entidades como la Junta de Castilla y Le¨®n o la UE. Y destaca que su centro se rige por una pol¨ªtica de apertura: no hay guardias de seguridad y los problemas se resuelven entre los propios j¨®venes y los educadores; de hecho, a menudo, se juntan en asambleas para debatir la andadura de la escuela y solucionar cualquier roce.
¡°Queremos visibilizarlos, ya que siempre hay alguien que habla en nombre de ellos¡±, asevera Sara. Empezaron a rodar desde el mism¨ªsimo primer d¨ªa de clase, en febrero de 2016. Y la idea casi no ha cambiado. Cada jueves se encienden las c¨¢maras y los participantes ¡ªa veces una treintena, otras incluso uno solo¡ª se lanzan al llamado ¡°psicodrama¡±. ¡°Trabajamos con sus problemas reales pero los convertimos en arte, que les sirvan como m¨¦todo de expresi¨®n¡±, aclara Violeta Pag¨¢n, psic¨®loga y profesora de Unocine. Nunca preestablecen di¨¢logos, sino que se introduce un tema: el amor, la muerte, una compa?era que se ha fugado del centro, una pelea o la rabia reprimida. A partir de ah¨ª se comparten memorias y posturas. ¡°Con toda esa informaci¨®n construimos un guion¡±, apunta Sara. Cuando se encienden las c¨¢maras, ficci¨®n y realidad ya son casi indistinguibles.
Ocurre as¨ª que una chica le canta a su m¨®vil tras responder a la llamada de ¡°pap¨¢ c¨¢rcel¡±, que el baile de Nerea muestre en sus brazos demasiados intentos de despedirse del mundo, o que Bel¨¦n de rienda suelta a su furia en una performance?tan cre¨ªble que parece aut¨¦ntica. ¡°Han vivido situaciones inimaginables, van sobrados de potencia dram¨¢tica¡±, defiende Pag¨¢n. Tanto que en ocasiones las cosas se escapan de control. Ha habido clases con mesas reventadas, gritos, celos y frases como ¡°tu embarazo me importa una mierda¡±. Aunque este ¨²ltimo conflicto fue solventado al siguiente d¨ªa, precisamente ante la c¨¢mara.
¡°Es normal que haya roces. Estamos juntos 24 horas al d¨ªa durante todo el a?o. Pero esta es una familia¡±, asegura Bea. Mientras, la suya original se ha ido desestructurando. Su padre muri¨® cuando era peque?a, y el nuevo novio de su madre machacaba a Bea y su hermano. ¡°Una vez me dio una paliza brutal, con un cintur¨®n. Me rompi¨® el hombro¡±, cuenta. Lograron marcharse, pero su madre no levantaba cabeza. ¡°Una vez volv¨ª a casa y me la encontr¨¦ medio muerta, hab¨ªa intentado suicidarse¡±, contin¨²a la joven, tras una pausa al borde de las l¨¢grimas. As¨ª que ella misma denunci¨® la situaci¨®n y acab¨® en Santiago Uno, junto con su hermano. Ahora su madre vive en Galicia, con su abuelo, y hablan por tel¨¦fono todas las noches. Alg¨²n d¨ªa, cuenta Bea, ir¨¢ a verla.
Amenazas y palizas
Bel¨¦n tambi¨¦n querr¨ªa retomar el contacto. Originaria de Etiop¨ªa, lleva siete a?os sin ver a su familia adoptiva; en concreto, desde que su madre empez¨® a pegarle y amenaz¨® con mandarla a un centro de internamiento. El padre, mientras, callaba. ¡°Como un cobarde¡±, ataca ella. Cuando naci¨® el hermano de Bel¨¦n, ya no hubo sitio para ella. La chica cree que ese beb¨¦, al que vio ¨²nicamente cuando ten¨ªa dos d¨ªas, ni sabe que tiene una hermana. Le encantar¨ªa poder cont¨¢rselo, as¨ª como le gustar¨ªa volver a ver a su padre. De momento, sin embargo, los t¨¦cnicos de la junta de Castilla y Le¨®n que han de decidir sobre su futuro consideran que el reencuentro no es recomendable.
Centros e internos
En Espa?a hab¨ªa en 2013 87 centros de menores, y en 2015 hab¨ªa 86.
Y en ellos hab¨ªa 4.941 menores en 2013, en 2014 4.986 y en 2015, 4.508.
Entre tanto, Bel¨¦n es una de las estrellas de Te fuiste al alba.Y aspira a que la actuaci¨®n sea su futuro. Lo mismo que Mario. Y tal vez hayan encontrado su trampol¨ªn. ¡°No quer¨ªamos una pel¨ªcula de batalla, sino un producto como otros de la industria, con su calidad, que juegue en esas ligas y vaya a salas, festivales y televisiones¡±, asevera Sara. Mientras terminan de reunir los fondos ¡ªel presupuesto es de 200.000 euros¡ª, la pel¨ªcula ya cuenta con distribuidora nacional e internacional. As¨ª que Mario se concede so?ar: ¡°Querr¨ªa hacer un filme sobre mi vida, sobre c¨®mo se pueden superar los problemas y llegar a lo m¨¢s alto. A lo mejor nos vemos en 10 a?os y me entrevista usted como actor famoso¡±. Apuntado queda, Mario.?
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