¡®La cantante calva¡¯ sigue viva
Luis Luque dirige en el Espa?ol la impactante obra del teatro del absurdo, primer texto dram¨¢tico de Ionesco
Con la m¨²sica de Dios salve a la Reina, un tel¨®n semitransparente, donde se ve dibujada la bandera inglesa, va subiendo lentamente. En un sal¨®n austero pero majestuoso, desciende, entonces, un gran reloj que marca las doce horas. ¡°Vaya, son las nueve. Hemos comido bien. Sopa, pescado, patatas con tocino, ensalada inglesa¡±. La mujer, sentada en el suelo con una taza de t¨¦, comienza as¨ª un relato inconexo y sin sentido, frente a su marido, que lee absorto el peri¨®dico en una silla cercana, sin levantar la vista del papel. Palabras y palabras sin sentido y lanzadas al aire, en una imagen perfecta de la incomunicaci¨®n y del absurdo.
Sesenta y siete a?os despu¨¦s de su estreno en Par¨ªs, en 1950, La cantante calva, primera obra dram¨¢tica de Eug¨¨ne Iionesco (Slatina, 1909- Par¨ªs, 1994) y ejemplo n¨ªtido del teatro del absurdo llega al Teatro Espa?ol, en un montaje dirigido por Luis Luque. La obra, con traducci¨®n y versi¨®n de Natalia Men¨¦ndez, actual responsable del Festival de teatro Cl¨¢sico de Almagro, estar¨¢ en cartel hasta el pr¨®ximo 11 de junio. Adriana Ozores, Javier Pereira, Helena Lanza, Fernando Tejero, Carmen Ruiz y Joaqu¨ªn Climent protagonizan esta historia circular, mezcla impecable de comedia y amargura, producida por el Teatro Espa?ol y Pentaci¨®n Espect¨¢culos.
Le ten¨ªa muchas ganas Luis Luque (Madrid, 1973) a esta obra cumbre del teatro del absurdo. Director de El se?or Ye ama los dragones o El peque?o poni, ambas con texto de Paco Bezerra, o la versi¨®n de Alejandro Magno, que estren¨® el a?o pasado en el festival de M¨¦rida, Luque asegura que el teatro del absurdo es lo m¨¢s cercano al contexto real de la sociedad de hoy. ¡°Ionesco, cuando sal¨ªa a la calle, confesaba que no entend¨ªa ni lo que ocurr¨ªa, ni lo que se dec¨ªa. Esta misma sensaci¨®n la tengo yo muchas veces El enigma de nuestra existencia es incomprensible. Cuando uno acaba de leer la obra, te invade una sensaci¨®n feliz pero tambi¨¦n amarga. Son escenas cotidianas sobre la incomprensi¨®n y la incomunicaci¨®n de la gente¡±, asegura el director que se estrena por primera vez en el reverenciado escenario del Espa?ol.
La intriga planea en este texto enso?ador, sobre el encuentro de dos parejas en un palacete caduco y algo rancio, al que se unen una sirvienta fogosa y disparatada y un bombero en busca de un fuego inexistente. ¡°Es una obra de juegos sin sentido que nos traslada a un mundo de soledad y aislamiento, de parloteo constante, de intento de volver a empezar. En este sentido, es un texto absolutamente contempor¨¢neo¡±, a?ade Luque que tambi¨¦n resalta el contexto de la Europa devastada de los a?os cincuenta en el que se estren¨® la obra y el actual. ¡°Acababan de sufrir dos guerras mundiales y los movimientos culturales eran muy reactivos. Ahora estamos m¨¢s adormecidos y alienados, pero la crisis tambi¨¦n ha devastado la sociedad y el hombre se encuentra en un lugar ca¨®tico y disparatado. Ionesco apuntaba ya entonces la aparici¨®n de los totalitarismos, algo que tenemos hoy muy presente. Los totalitarismos pueden llegarnos de cualquier lado, de cualquier signo¡±, explica el director.
No se siente especialmente apabullado Luis Luque ante el montaje de La cantante calva, una obra de vanguardia que sigue llenando los escenarios de medio mundo (El Th¨¦?tre de la Huchette de Par¨ªs lleva sesenta a?os represent¨¢ndola ininterrumpidamente). ¡°Es lo mismo que montar un cl¨¢sico. Intento hacer el mismo trabajo honesto de an¨¢lisis que hago con todo, siempre compartiendo con los actores. No hay que tener miedo a nada. Seguro que hay miles de cantantes calvas mucho mejores, pero ¨¦sta es la m¨ªa y espero que se valore desde ah¨ª¡±.
La m¨²sica, elemento fundamental de esta funci¨®n, obra de Luis Miguel Cobo, va guiando con todo tipo de sonidos del siglo XX esa ¡°no acci¨®n dram¨¢tica de la obra¡±, aupando, llenando y envolviendo el mundo de ruido y de furor. El absurdo de esa cantante calva, que en ning¨²n momento aparece en la obra, provoca la risa m¨¢s turbadora. Una obra a la que hay que acercarse, dice Natalia Men¨¦ndez, sin buscar explicaciones. ¡°De lo que se trata es de sentir algo de asco mezclado con risa¡±.
Babelia
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