El parterre de la momia
El equipo del Proyecto Djehuty halla en la necr¨®polis tebana en L¨²xor un raro jard¨ªn funerario
¡°Paseas para tu placer por la orilla de tu estanque, tu coraz¨®n se alegra con tus ¨¢rboles y se refresca bajo tus sicomoros, feliz de que todo ello permanezca para siempre¡±. As¨ª reza una inscripci¨®n en una tumba egipcia que hace referencia a un jard¨ªn funerario, un elemento sepulcral del que hay referencias iconogr¨¢ficas y literarias pero del que no se conoc¨ªan ejemplos reales. Hasta ahora: ha aparecido uno y lo ha encontrado en su excavaci¨®n en la antigua necr¨®polis tebana de Dra Abu el Naga (L¨²xor) el equipo del Proyecto Djehuty que dirige el egipt¨®logo madrile?o del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) Jos¨¦ Manuel Gal¨¢n.
El hallazgo, sensacional, ha sido anunciado esta ma?ana, en Madrid, por Gal¨¢n al presentar los resultados de la campa?a (la 16?) llevada a cabo este a?o en el yacimiento, en el que el equipo hispanoegipcio trabaja desde 2001. ¡°Es un peque?o jard¨ªn o huerto a la entrada de una gran tumba¡±, explica el director de la misi¨®n. ¡°Ha aparecido a la izquierda del patio de la de Djehuty, al sudeste, justo debajo de las viejas casas de los habitantes de Dra Abu el Naga que fueron derruidas para ampliar la zona arqueol¨®gica¡±. El jard¨ªn mide 4 X 3 metros y lo m¨¢s maravilloso es que se han encontrado las semillas de las plantas cultivadas e incluso 40 cent¨ªmetros del tronco de un ¨¢rbol, a¨²n en pie, un tamarisco. Produce v¨¦rtigo pensar que es el mismo ¨¢rbol que arrojaba sombra en los lejanos d¨ªas de los faraones. El tamarisco, explica Gal¨¢n, pose¨ªa un fuerte simbolismo religioso: era el ¨¢rbol en el que normalmente se posaba el alma del difunto, y estaba relacionado con Osiris. Por los anillos, el tamarisco tendr¨ªa 20 a?os cuando fue cortado.
Para recalcar la excepcionalidad del jard¨ªn, el director del proyecto apunta que los dos ¨²nicos paralelismos son el que se descubri¨® en Amarna, que es mucho m¨¢s tard¨ªo y apareci¨® en un contexto urbano (la capital de Akenat¨®n), y otro hallado en Nubia.
El ¨¢rea donde ha aparecido el jard¨ªn, denominada Sector 10 por la misi¨®n, es una ampliaci¨®n de su concesi¨®n, que inicialmente se circunscrib¨ªa a las tumbas de los nobles Djehuty (que da nombre al proyecto de excavaci¨®n, restauraci¨®n, publicaci¨®n cient¨ªfica y divulgaci¨®n de los recintos sepulcrales) y Hery, altos funcionarios de la administraci¨®n fara¨®nica hacia el 1.500 antes de Cristo, pero que en la actualidad abarca un amplio conjunto de enterramientos y monumentos funerarios.
El Sector 10 incluye un grupo de capillas y pozos funerarios de la Dinast¨ªa XVII (1650-1550 a. de C.), pero tambi¨¦n una tumba m¨¢s antigua, de la XII (2000 a. de C.), que es la que tiene el jard¨ªn. Esa parte del yacimiento "est¨¢ cinco metros por debajo del suelo moderno y a la vez, yendo hacia la carretera de la necr¨®polis tebana y el Nilo, vamos descendiendo en el tiempo".
Al pedirle que abunde en la excepcionalidad del hallazgo, Gal¨¢n r¨ªe, satisfecho. ¡°Se sab¨ªa que, desde el Reino Antiguo, los egipcios cultivaban huertos en forma de parterres rectangulares elevados medio metro, con cuadr¨ªculas, y en cada cuadrado colocaban una planta, como en maceteros. Hay representaciones en las tumbas. Pues bien, eso es lo que hemos encontrado, igual que en las im¨¢genes, pero real¡±. A la entrada de las tumbas, contin¨²a el investigador, se ubicaba un peque?o jard¨ªn ritual. ¡°Nunca se hab¨ªa encontrado uno, por la man¨ªa de los egipt¨®logos ¡ªsimilar a la de los saqueadores de tumbas¡ª de meterse directamente dentro del sepulcro ignorando y despreciando lo de fuera y pensando que s¨®lo hab¨ªa cosas de inter¨¦s en el interior. Nosotros hace tiempo que estamos demostrando que en el exterior de las tumbas hay informaci¨®n muy interesante¡±.
La tumba del jard¨ªn fue reutilizada en las Dinast¨ªas XXI- XXII (hacia el 1000 a. de C.) y tremendamente saqueada. Pero el exterior conserva toda la cer¨¢mica que los ladrones volcaron all¨ª y, sobre todo, el jard¨ªn. ?Qu¨¦ hab¨ªan plantado all¨ª los egipcios? ¡°Se podr¨¢ saber al analizar las semillas. Unas grandes parecen ser de cilantro. Cada cuadrado del parterre conserva las suyas, las semillas plantadas hace 4.000 a?os¡±.
Riada en la zona
Gal¨¢n cree que debi¨® haber una riada y toda la zona se cubri¨® de arena muy fina, que conserv¨® perfectamente el jard¨ªn debajo. ¡°Los arqueobot¨¢nicos est¨¢n acostumbrados a encontrar restos vegetales calcinados, pero estos se conservan perfectamente, lo que permitir¨¢ identificarlos, tenemos muchas muestras¡±. ?Y podr¨ªan volver a germinar plantas de la ¨¦poca del Reino Medio, de tiempos de Sesostris I? ¡°Me conformo con identificarlas¡±, se?ala Gal¨¢n, que recalca que con el jard¨ªn se abre una nueva l¨ªnea de investigaci¨®n arqueobot¨¢nica en el Proyecto Djehuty, que arrojar¨¢ informaci¨®n preciosa sobre el medio ambiente del Antiguo Egipto.
El jard¨ªn ya ha sido objeto de la admiraci¨®n de los colegas. ¡°El director de la misi¨®n del Metropolitan de Nueva York que excava en el palacio de Malkata, tambi¨¦n en la ribera occidental del Nilo, me dijo: ¡®Olv¨ªdate de todo lo dem¨¢s que has encontrado, eso es algo absolutamente ¨²nico¡¯. Y el gran egipt¨®logo Richard B. Parkinson, el especialista mundial en literatura del Antiguo Egipto, me espet¨®: '?Hab¨¦is encontrado el jard¨ªn de Sinuh¨¦!¡¯¡± (el Sinuh¨¦ de las fuentes egipcias, que sirvi¨® a Sesostris I, no el de Mika Waltari).
?Y qu¨¦ se ve actualmente del jard¨ªn? ¡°Fue apareciendo. Al principio unos peque?os adobes que pens¨¢bamos que eran el brocal de otro pozo funerario . Pero fueron saliendo m¨¢s y la estructura de cuadr¨ªcula del jard¨ªn. Y cuando llegamos a la tierra f¨¦rtil cambi¨® el color y aquello estaba lleno de semillas, y el ¨¢rbol en pie¡±.
La campa?a, patrocinada por T¨¦cnicas Reunidas e Indra, ha arrojado muchas otras cosas maravillosas, como una capilla de adobe con estelas tambi¨¦n de la Dinast¨ªa XII y una de ellas a¨²n con un resto de tela que la envolv¨ªa como un visillo, y muchas momias. Es sabido que Gal¨¢n no es un apasionado de las momias como otros, pero se?ala que la campa?a ha sido excepcionalmente rica en ellas. ¡°Excavando una peque?a habitaci¨®n entre las tumbas de Hery y Baki, supervisor del ganado de Am¨®n, reutilizada en ¨¦poca ptolemaica, han salido muchas de animales y humanas. Se conservan muy bien. Las humanas incluso muestran muy clara la incisi¨®n para eviscerar los cad¨¢veres, y las u?as y el pelo perfectos. Es muy impresionante. Ha salido una de las m¨¢s espectaculares que he visto nunca, de hombre, que conserva hasta el vello p¨²bico. Algunas han sido desnudadas por los saqueadores pero no las desmembraron como sol¨ªan hacer. Hemos hecho radiograf¨ªas y TAC. Tambi¨¦n hay ni?os¡±. Entre las de animales han aparecido algunas especies nunca antes halladas en un registro que incluye una ampl¨ªsima variedad, incluidas momias de ¨¢guilas, b¨²hos y pel¨ªcanos. ¡°las nuevas que han salido son de serpiente y de musara?a, dos animales relacionados con el renacer del sol¡±. Tambi¨¦n ha aparecido mucha tela, parte importante de los ajuares funerarios, incluido alg¨²n sudario ptolemaico con inscripci¨®n en griego.
Gal¨¢n est¨¢ especialmente contento de los trabajos de acondicionamiento que se han hecho en la tumba de Djehuty, con iluminaci¨®n exterior y nuevo cerramiento. ¡°El recinto tiene ahora una atm¨®sfera preciosa. Esperamos poder abrirlo a las visitas en un par de a?os¡±.
Ambiente tranquilo
Del ambiente que se respira en L¨²xor, el investigador afirma que est¨¢ todo tranquilo. ¡°Se ven m¨¢s turistas, el zoco lleno y la gente est¨¢ m¨¢s animada, ya no est¨¢n tan tristes¡±. En cuanto al tema de los secretos de la tumba de Tutankam¨®n, ¡°se ha apagado mucho, todo parece estar aparcado, a la espera de los nuevos estudios, m¨¢s calmados¡±. Gal¨¢n dice que no es optimista en que se vayan a encontrar c¨¢maras nuevas. ¡°Nunca me ha sonado bien el asunto. Sobre todo me extra?aba que Howard Carter, a quien admiro mucho como arque¨®logo, no hubiera visto nada. Puede que los espacios que parecen haberse detectado sean huecos naturales entre las piedras. Encontramos mucho de eso en nuestras tumbas, que no dejan de estar al otro lado del Valle de los Reyes y tener la misma estructura geol¨®gica¡±.
?Y rumores?, ?qu¨¦ circula por la necr¨®polis? ¡°La verdad es que no he o¨ªdo nada de inter¨¦s, pero nunca se sabe, la gente es discreta¡±.
A nivel humano, el mudir Gal¨¢n destaca la gran pi?a que hace su equipo y la manera en que su capataz, el c¨¦lebre rais Al¨ª Farouk, afronta la crisis de los cincuenta, con hiperactividad.
Babelia
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