Esbozos de m¨¢gico toreo
Morante banderille¨® al cuarto; Talavante cort¨® una oreja y Mora dio una vuelta ante una mansa y noble corrida de N¨²?ez del Cuvillo
La sorpresa de la tarde la protagoniz¨® Morante cuando pidi¨® a su cuadrilla los palos para banderillear al cuarto, el ¨²ltimo de sus cuatro corridas. Irregulares los dos primeros pares y espectacular el tercero, al quiebro, encerrado en las tablas del tendido 3. Buscaba dejar un buen recuerdo, y a fe que lo intent¨® desde el principio de la lidia de ese toro, aunque todo qued¨® a medias por responsabilidad exclusiva en este caso, de un animal manso, distra¨ªdo y suelto que no quiso aceptar la pelea.
Del Cuvillo/Morante, Talavante, Mora
Toros de N¨²?ez del Cuvillo, correctos de presentaci¨®n, astifinos, mansos, y blandos. Muy nobles y con movilidad en el tercio final los tres primeros; rajados cuarto y quinto.
Morante de la Puebla: estocada trasera _aviso_ _segundo aviso_ (ovaci¨®n); estocada ca¨ªda (gran ovaci¨®n).
Alejandro Talavante: estocada (oreja); pinchazo hondo, dos descabellos _aviso_ y dos descabellos (silencio).
David Mora: pinchazo, estocada _aviso_ (vuelta); estocada tendida, un descabello y el toro se echa (ovaci¨®n).
Plaza de La Maestranza. Und¨¦cima corrida de abono. 4 de mayo. Lleno de 'no hay billetes'.
Lo recibi¨® Morante con unas lentas templadas ver¨®nicas que no acab¨® de rematar. Dibuj¨® en el quite tres personal¨ªsimas chicuelinas, rotas cuando perdi¨® el capote, y insisti¨® despu¨¦s a la ver¨®nica que tambi¨¦n acab¨® con el percal enganchado.
Despu¨¦s, llegar¨ªa el momento sorprendente de las banderillas, y, muleta en mano, se esperaba que el torero dejara destellos de toreo grande. Pero no pudo ser. Tras el primer muletazo por alto, el toro huy¨® despavorido hacia los terrenos de sol, y ya nada fue posible. Lo intent¨® Morante por ambos lados, pero se vio obligado a acabar pronto con la vida de su oponente ante su negativa tajante a colaborar.
Algo es algo. Mejor fue el primero, de escaso recorrido en el capote, pero noble y obediente en el ¨²ltimo tercio. Hubo muletazos excelsos por ambas manos, en una labor cimentada sobre la mano zurda, con r¨¢fagas de toreo m¨¢gico, pero a las que les falt¨® consistencia y cuajo. Algunos naturales brotaron largos y emotivos, al igual que dos tandas finales de redondos cargados de torer¨ªa, pero unos y otros estristecieron su brillo con muletazos enganchados que hicieron a?icos la armon¨ªa.
No fue una faena redonda ni completa, pero solo la tardanza del toro en morir le priv¨® de una oreja, que hubiera sonado a excesivo premio.
?Ha dejado Morante alto su pabell¨®n en Sevilla? ?Qui¨¦n lo duda? La Maestranza necesita un artista y ese es el torero de La Puebla.
Algo parecido le sucedi¨® a Talavante, pero este s¨ª pase¨® una oreja que el presidente no debi¨® conceder. Embisti¨® incansable el animal, con dulce calidad, y el torero dio muchos pases acelerados y vac¨ªos de largura y hondura. Un toreo extremadamente superficial, rematado al final con tres naturales de mejor factura.
Largo fue su trasteo al manso y menos obediente quinto, con el que tampoco alcanz¨® cumbre alguna. Tampoco se le vio con alegr¨ªa capotera; en fin, que cort¨® una oreja y no dej¨® recuerdo alguno.
Y David Mora se llev¨® el mejor lote, pero no quiso ser menos. Si no pincha a su primero, corta oreja, inmerecida tambi¨¦n, pero la cambi¨® por una vuelta al ruedo. Acelerado en los capotazos iniciales, le cantaron su toreo de muleta, falto de reposo, despegado y escaso dominio. Dio muchos pases y algunos, como dos derechazos primeros y un natural al final, tuvieron enjundia, en un conjunto de poco calado. Al sexto lo veronique¨® con gusto; inici¨® de rodillas la faena de muleta y volvi¨® a ser un torero movido y despegado hasta que tom¨® la izquierda y el toro se raj¨®. A pesar de todo, dej¨® una mejor impresi¨®n de la que, en verdad, se puede derivar de su toreo.
La corrida de hoy
Toros de Victoriano del R¨ªo-Toros de Cort¨¦s, para Sebasti¨¢n Castella, Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares y Roca Rey.
Babelia
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