El Quijote ya no tiene fronteras en la Red

Empecemos por el principio. Eric Graf, trajeado, de ojos azules y gafas de sol, pasea por Sol y se regocija con Espa?a. Dice que es un gusto volver, que siente c¨®mo el v¨ªnculo con la matriz primera del idioma espa?ol se le refuerza. Graf, tejano e hispanista, capitanea desde 2013 en la universidad guatemalteca Francisco Marroqu¨ªn un estudio del Quijote que se ha convertido en el primer curso masivo online (y gratuito) impartido desde Sudam¨¦rica. Este es el segundo a?o que se imparte, y el curso acaba de firmar un acuerdo con el Instituto Cervantes para difundirse por el mundo.

¡°Es sin duda la cumbre de mi carrera. Desde aqu¨ª, todo ir¨¢ cuesta abajo¡­¡± dice entre risas, ya caf¨¦ en mano. ¡°No, en realidad es un matrimonio ideal¡±, se apresura a explicar. ¡°Porque compartimos el mismo esp¨ªritu. El mismo af¨¢n de transmitir las humanidades a trav¨¦s del quijote por el mundo. 80 sedes China, Jap¨®n, La India...¡±. ¡°Estar con el Cervantes sube el perfil del curso¡±, dice, y se para un segundo a pensar la palabra exacta: ¡°Nos ratifica¡±.

El curso tiene ya 13.000 estudiantes. Graf lo califica de ¨¦xito. ¡°Pero esta colaboraci¨®n nos lleva un paso m¨¢s all¨¢. Queremos ser virales. Llegar a... ?millones?¡±. Al entrevistador se le escapa una felicitaci¨®n. A Graf, una invitaci¨®n a echar un vistazo al curso y su imagen mental del Quijote: un caballo de Troya con el que difundir las humanidades por el mundo. ¡°Compartimos con el Cervantes las mismas metas de difundir tanto el idioma como cultura espa?olas. Es el idioma m¨¢s bonito del mundo, y m¨¢s gente deber¨ªa hablarlo¡±, dice con su acento tejano.

El pasado viernes se estrecharon la mano Juan Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes, y el rector de la Francisco Marroqu¨ªn, Gabriel Calzada. ¡°Estamos firmando un convenio para difundir m¨¢s la obra de Cervantes a trav¨¦s de medios del siglo XXI¡±, explic¨® Bonet, que incidi¨® en c¨®mo, a lo largo de los m¨¢s de 400 v¨ªdeos, se va a "permitir a un p¨²blico digital y joven familiarizarse con la obra de Cervantes¡±. La uni¨®n quedaba sellada.

¡°Es un acuerdo cultural¡±, especifica Cliford. ¡°Para el Cervantes es curioso, pero creo que les da cierta ventaja que hayamos hecho el curso tanto en ingl¨¦s como en espa?ol. Si el objetivo es difundir la cultura espa?ola en rincones de China o La india, all¨ª el ingl¨¦s es un veh¨ªculo mejor¡±, cuenta Graf. "Desafortunadamente, a mi modo de ver", apostilla.

Pero vayamos a la pregunta clave: ?Qu¨¦ significa el Quijote para Clifford, director y guionista detr¨¢s de todo este estudio?

¡°Estoy con Neruda: deber¨ªa ser la Biblia nacional de Espa?a¡±. ¡°Algo como Homero, un lugar donde se pueden encontrar modelos pol¨ªticos sociales morales¡­ todo est¨¢ ah¨ª. Si hay cualquier tema la vida, se encuentra en el Quijote¡±. ¡°Adem¨¢s¡±, comenta en pose confidencial, ¡°no deber¨ªa admitirlo, pero es un tipo de atajo cultural: si t¨² quieres estudiar a Arist¨®teles, Plat¨®n, el principio del renacimiento, Dante, Ariosto... el Quijote es una magn¨ªfica manera de contemplar la esencia de esas obras¡±.

Un ¨²ltimo inciso: a Cliford le brillan los ojos cada vez que habla de la tecnolog¨ªa del Quijote.

"El episodio de la cabeza encantada, un aparato magn¨ªfico; las escopetas de manga escondidas en la ropa; el episodio imprenta, con el shock para Don Quijote... Cervantes sabe que aquello era el Internet de la ¨¦poca¡±, explica Graf. Y dice bajando la vista que cree, modestamente, que Cervantes estar¨ªa orgulloso de su trabajo.

Uno de los personajes del Quijote, la infanta Antonomasia, es hija de la reina do?a Maguncia. Lejos de ser uno m¨¢s de los disparatados nombres que pueblan la obra de Cervantes, Maguncia es la ciudad donde Gutenberg invent¨® la imprenta. La difusi¨®n de la obra es la continuaci¨®n fundamental de la propia obra. Al manco no se le escapaba una.